CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Las administraciones municipales en Tamaulipas no invierten los fondos para infraestructura social en en agua potable, saneamiento, electrificación, salud y educación, lo que ha incidido en que desde hace una década aumenten los porcentajes de población con carencias, incluso en los municipios más poblados pero especialmente municipios de la región de San Fernando y en el Altiplano.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de la Organización de las Naciones Unidas, incluso califica Miquihuana, Bustamante, Cruillas y San Nicolás, entre los que tienen menor índice de desarrollo humano en el país, y señala carencias en salud, educación y alimentación también para Casas y Ocampo.
En esos municipios la pobreza entre 2010 y 2015 la pobreza lejos de disminuir aumentó, lo que según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, más
conocido por el acrónimo Conveal, y la población con ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo aumentó.
En todo este siglo los 10 municipios más poblados, han recibido migraciones de Burgos, Casas, Cruillas, Miquihuana, Ocampo y Palmillas, sobre todo, al grado que en estos habita el 80 por ciento de la población en pobreza.
En Altamira, Ciudad Madero, El Mante, Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, San Fernando, Tampico y Victoria, hay miles de habitantes que viven en hacinamiento y en zonas donde no hay agua entubada ni drenaje, y donde los últimos gobiernos municipales no han dirigido a inversión en infraestructura social a esos rubros.
La Secretaría de Desarrollo Social afirma que en san Fernando un tres por ciento de la población vive en casas con pide de tierra, en Río Bravo el 2.5 por ciento vive en casas con techo endeble, en El Mante más del tres por ciento vive en casas con muros de material endeble.
En cuando al hacinamiento los porcentajes de población en esta situación en los municipios más poblados de la entidad van desde el 5.4 por ciento en Tampico hasta el 9.5 por ciento del total de pobladores, en San Fernando.
En San Fernando, que es donde hay más condiciones de pobreza entre los municipios con más de 60 mil habitantes, un nueve por ciento de la población no tiene agua potable y casi la mitad no tienen drenaje en sus hogares.
En 2010 el porcentaje de población con ingreso inferior a la línea de bienestar en Burgos era el 52 por ciento y para 2015 subió a 67 por ciento; en Casas creció del 55 al 67, y en Cruillas del 35 al 63, mientras Ocampo se fue del 66 al 71 por ciento del total de la población y en Palmillas del 62 al 72 por ciento.
En contra parte en Altamira, Ciudad Madero, Matamoros, Tampico, y Victoria, los porcentajes de población con ingreso por debajo de la línea de la pobreza disminuyeron, en Nuevo Laredo se incrementó en 0.4 por ciento, en Reynosa en tres puntos porcentuales y en San Fernando en cinco puntos.
En cuanto a personas en dichos municipios el número aumentó en 80 mil individuos y las administraciones desviaron en casi todos los casos el recurso de Infraestructura Social Municipal a pavimentaciones.
De acuerdo con el Coneval, la línea de bienestar urbana es igual al precio de la Canasta Básica Alimentaria más la Canasta Básica No Alimentaria, que es de 99.70 pesos diarios, y está nueve pesos arriba del salario mínimo neto y empatado con los salarios más bajos del salario mínimo profesional, el cual estos trabajadores no ganan.
Según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, los bajos salarios son culpa de las pequeñas y medianas empresas o Pymes, las cuales son las únicas que pagan salario mínimo neto, evaden los mínimos profesionales y además no incrementan el salario de sus trabajadores con más de un mínimo, por arriba del margen de inflación.