Sochi, Rusia.- Nada mejor para entrar en calor que un Portugal-España de seis goles, a 25 grados y al día siguiente de la Inauguración de la Copa Mundial de Rusia 2018. A falta aún de mucho torneo, el partido de este viernes quedará como uno de los mejores.
Con mucho más afición de otras nacionalidades que españoles o portugueses, el Estadio Fisht tuvo una noche que desde la salida de los jugadores retumbó con el tradicional “Seven Nation Army”, que luego coordinó palmas y también La Ola, la “Mexican Fucking Wave” criticada por Gary Lineker.
Pero al final hasta Fernando Hierro, de semblante impávido antes del inicio, pareció divertirse, sin importar del empate. Fue su debut tras el cisma por el cese el miércoles de Julen Lopetegui y nada mejor que confirmar, a pesar del empate, que su equipo está pleno de facultades.
Pero si el nuevo técnico dela Roja agradeció el gesto, nadie como David de Gea debió terminar atormentado, pues un error infantil significó un gol portugués al final del primer tiempo.
Todos sus compañeros salieron a su auxilio, no solo con goles sino con choque de manos y palmadas en la espalda, como hizo Pepe Reina, el tradicional arquero suplente y animador de un equipo que antes del inicio escuchó en el sonido del estadio, como para motivarse, la canción “Que Viva España” de Julio Iglesias.
Ante ello, los gritos más sonoros durante el juego eran los de “¡Por-tu-gal!”, aunque nada como el de “¡Ro-ssi-ia!” que hizo vibrar el Fisht para confirmar que la gran entrada la hicieron los rusos, complementados por un público nacional, con toques ibéricos. Porque no fue el lleno, pues por temas de seguridad, difícilmente por escasez de fanáticos, algunos rincones lucieron vacíos.
De cualquier modo hubo 43 mil 866 personas que se deleitaron con seis goles de dos de los mejores equipos del torneo, lo cual seguramente extrañarán el próximo lunes cuando el Fisht sea la sede del Bélgica-Panamá.
Con información de Medio Tiempo.