Estamos a poco más de una semana de concluir las campañas políticas y a 15 días de la elección. Sin embargo las últimas mediciones de preferencia del voto evidencian que hay un grupo de considerable dimensión que no ha decidido cuál es su mejor opción o “la menos peor”.
Parece ilógico que a estas alturas la población votante aún no haya decidido quién quieren que los gobierne, que fije el rumbo de su ciudad y de su país, pero tampoco podemos juzgarlos, el hartazgo es tal que al menos debemos aplaudir que la discrepancia de ideas de los candidatos hayan despertado el interés en participar en las elecciones, pues aunque en contiendas pasadas se esperaba una votación de apenas el 50%, para el 2018 se prevé que participe entre el 60 y 70% del electorado.
En cuanto a las contiendas por las presidencias municipales en Tamaulipas, los candidatos han hecho ruido y expuesto sus proyectos políticos, o al menos logrado que los volteen a ver.
En Victoria, Óscar Almaraz ha podido mantener el buen ánimo de los priístas de hueso colorado, esos que pese al ventarrón no abandonaron “el barco”, y con el trabajo realizado en lo que va de su administración, el candidato es bien recibido por la población en sus recorridos colonia por colonia, esos victorenses que han visto cómo ha cambiado la iluminación de sus colonias, que pasan todos los días por las más de 100 calles pavimentadas con hidráulico, están seguros que quieren que la buena racha que pasa Victoria, siga dejando buenos resultados.
Si como se espera, la gente decidirá su voto por resultados y capacidad, reflexionándolo inteligentemente, Óscar no tendrá ningún problema en lograr el triunfo. Sin embargo, el voto antiPRI está duro en Tamaulipas, por lo que será el mero día cuando que se sepa con cuánto margen ganará.
Enfrente el ex priísta ahora independiente pero postulado por el PAN, Xico Uresti, empezó muy confiado y aunque hay fiesta y zumba a su alrededor, hasta el 1 de julio sabrá cuál es su suerte. No podemos dejar de lado que el trabajo del gobernador Cabeza de Vaca y el respaldo de Arturo Soto, le darán sin duda muchos votos al cabalgante, pero no tendrá en esta ocasión esa sensación de “sí se puede” que cargaba en la pasada elección, cuando el reciente triunfo de El Bronco en Nuevo León, les ayudó a los independientes a mostrar al electorado que se puede hacer la diferencia, aún sin un partido político respaldándolos. Lamentablemente los pésimos resultados de Jaime Rodríguez, ahora pesan más de lo que les ayuda.
También por la Alcaldía de Victoria sigue dando la lucha Mario Arizpe postulado por el Verde Ecologista, a él lo respaldan muchos años de trabajo en la administración pública y sin duda un trabajo importante con la estructura del PRI, que por muchos años apoyó y que creen en él como una opción para mejorar a la capital.
En la fila continúa Lalo Gattas, que sigue intentando treparse a la ola lopezobradorista para sumar puntos, de él no podemos destacar una larga trayectoria, pero sí los muchos años que estuvo en el Revolucionario Institucional, sin lograr más mérito que ser candidato a la diputación local, pero también ahí perdió.
En Tampico hay quien insiste en que la diferencia entre que soplen vientos de cambio y se logre la reelección es muy poca, sin embargo los candidatos aseguran lo contrario.
Aunque la alcaldesa con licencia es bien recibida por muchos sectores que han visto de cerca el trabajo realizado por la maestra al frente de la administración municipal, las dos ocasiones, sin embargo es inevitable notar la cara dura que por días ha mantenido la destacada lidereza política. ¿Acaso sabrá o presentirá algo que los simples ciudadanos desconocemos?, ¿Será que sus encuestas no muestran cifras tan alegres?, ¿Le alcanzará para repetir, por tercera ocasión?, veremos…
Por su parte, el candidato de la coalición PAN-PRD-MC ha logrado “amarrar” el apoyo de muchas organizaciones sindicales y civiles, que ven en él la oportunidad de bajar el apoyo del gobierno del estado directamente a Tampico, sin embargo, el candidato por momentos se ve posado, apretado, pareciera que está cuidando bien la línea marcada por sus asesores, al ser su tercer intento por alcanzar la Alcaldía, seguro bien aprendió de sus pasados desaciertos.
Muy distante aparece Rosa Muela, candidata de Morena, que no se ha dejado derrotar y busca seguir dando la pelea, sabe que el efecto AMLO le beneficia, pero sondeos revelan que no le alcanzará para desplazar a los punteros del segundo lugar. Poco se le ha visto, pero entre los aciertos podemos contar que los artículos que regala en sus brigadas de impacto, las consume de proveedores locales o con comerciantes de la calle, una buena estrategia para dejar en la zona un poco del gran gasto que representan las elecciones.
Por Madero, Andrés parece seguir puntero en las encuestas, empresario al fin y al cabo, logró negociar bien muchas alianzas y el apoyo del estado lo ha respaldado suficiente como para continuar al frente en la preferencia del voto.
Detrás de él, pero muy cerca, avanza Adrián Oseguera, ese que hasta héroe han hecho parecer al lograr vencer todas las “trabas” que le aparecieron en su camino rumbo a la candidatura. Sin duda que lo ha fortalecido justo eso que pretendían lo afectara, todavía nos preguntamos ¿de quién habrá sido el desacierto?
En el municipio de Altamira muy adelante avance Alma Laura Amparán, es sin duda la que mejor campaña ha realizado, no por su propuesta diferente o porque sea la más movida, pero es obligado reconocer que no ha dejado que se le suban o le distraigan al electorado los demás aspirantes.
Carlos Toral, postulado por el PRI no ha dejado que el desánimo de muchos priístas lo contagien, el político altamirense es tan activo que ha logrado acarrearse la simpatía de los indecisos, y podría dar la sorpresa, aunque se ve difícil el triunfo, podría alcanzarle para meter un número importante de regidores al cabildo.
Armando Martínez Manríquez, el candidato de la alianza Juntos Haremos Historia también trae lo suyo, su experiencia en la política y el hecho de que lo alcanza a cobijar el manto de Andrés Manuel lo hace traer más empuje, sin embargo se antoja difícil que supere a sus contrincantes. Pese a que ya está muy avanzada la contienda y queda poco tiempo para el día de la verdad, aún hay quienes no logran darse a conocer y hacer llegar a los votantes su propuesta, no han podido salir de su cueva y captar la atención del electorado.
Si usted ya decidió por quien votar, lo felicito, si usted aún no se decide, le recomiendo visitar las plataformas digitales de los candidatos y compare, pero si usted aún no se decide a votar, lo invito a vencer la indiferencia y la incredulidad, ¡vote!
QUÉ CURIOSO
Muchos electores ni siquiera voltean a ver a los candidatos del PRI, están dispuestos a votar por el que sea, antes que por un aspirante tricolor, sin embargo, la mayoría de los candidatos en estas elecciones, fueron formados por los revolucionarios y después migraron y cambiaron de color.
Así es, para ejemplo los cuatro candidatos a la Presidencia de la República. Andrés Manuel militó primero en el PRI, migró al PRD y terminó por formar MORENA; Jaime Rodríguez, priísta de toda la vida y dejó el partido para irse por la libre; se dice que Ricardo Anaya sí militó brevemente en el tricolor y pasó rápidamente al PAN.
En todo caso el menos priísta es el candidato del PRI, José Antonio Meade, que no es militante y primero fue Secretario de Estado con Acción Nacional y luego tricolor a invitación de EPN. Así que vote por el que quiera, al final mínimo la raíz la tiene verde, blanca y roja….
@Omar_Reyes