MÉXICO. “Damos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y egoísta que se burla de derechos humanos”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
“Quiero dejar muy claro que al dar este paso no nos estamos retirando de nuestros compromisos con los derechos humanos”, agregó.
Al justificar su decisión, Haley agregó que el órgano padece de una crónica parcialización contra Israel.
La decisión llega en medio de las intensas críticas recibidas por el gobierno de Donald Trump por su política de separar niños inmigrantes de sus padres cuando son detenidos tratando de cruzar ilegalmente la frontera.
El alto comisionado de DD.HH. de la ONU, Zeid Ra’ad, calificó esa política de “un exceso”.
La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) criticó la política en la materia del gobierno de Trump por considerarla “unidimensional”.
“El Consejo de DD.HH. de la ONU ha jugado un importante papel en países como Corea del Norte, Myanmar, Siria o Sudán del Sur, pero todo lo que parece importarle a Trump es defender a Israel”, dijo el director ejecutivo de HRW. Kenneth Roth,
CON INFORMACION DE EL NUEVO HERALDO.