CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En Tamaulipas existen diez especies de animales en peligro de extinción, por lo que se están poniendo en práctica estrategias más agresivas, para protegerlos.
A pesar que la entidad es rica en diversidad de fauna, al existir más de 110 especies de mamíferos, 400 especies de aves, 90 reptiles y 40 anfibios, la sobre explotación ha puesto en peligro a algunas especies, entre ellas, el loro tamaulipeco, el loro cabeza amarilla, el jaguar, el águila elegante, y la tortuga lora.
Debido a la amenaza de extinción que sufren algunas especies, el Gobierno de Tamaulipas ha creado y puesto en práctica estrategias de salvaguarda para animales como el águila elegante, la guacamaya verde, el loro tamaulipeco, la tortuga lora, el jaguar y el cocodrilo de pantano.
Uno de los programas más reconocidos de la Seduma, en los últimos años, ha sido la protección al águila elegante, una ave que habita en los bosques densos de México y que en Tamaulipas se ubica en la parte alta del Área Natural Protegida de la Biósfera de El Cielo, en Gómez Farías.
Esta ave, es reconocida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en peligro de extensión, es un gran atractivo para observadores y amantes de la naturaleza, en esta importante zona del Estado.
Los investigadores también han monitoreado al loro tamaulipeco, localizando áreas de anidación en la Sierra Madre Oriental, en donde se han identificado 30 parejas de loros, en tanto que en zona del cañón de Santa Ana en el municipio de Victoria, han localizado 17 loros de cabeza amarilla.
Actualmente el loro tamaulipeco, ha logrado recuperarse, por lo que en los últimos meses se ha visto una parvada sobrevolando diversas áreas de ciudad Victoria.
Tortuga lora estaba en riesgo de desaparecer
En 1947 Tamaulipas registró el mayor arribo de tortuga lora, con casi 40 mil ejemplares en costas del estado; sin embargo, la sobre explotación como la cacería y el robo de huevos, originó que para el año de 1980 apenas llegaran a anidar 700 de ellas, por lo que las puso en peligro de extinción.
Esta situación originó a que se creará un programa de conservación, que ha permitido lograr una recuperación importante de esta especie, según la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas, la cual cuenta con seis campamentos tortugeros y protege un área de 212 kilómetros a lo largo de la costa.
Blanca Zapata Najera, titular de la Conap señaló que este año se espera lograr la liberación de casi 900 mil tortugas marinas en las costas de Tamaulipas.
Dijo que en 2017 fueron liberadas en costas de Tamaulipas, 887 mil 542 crías de tortugas, de las 927 mil 729 que se liberaron en todo el país.
“Al nacer al igual que las demás especies de tortugas marinas, poseen una reserva de alimento en el saco vitelino, una bolsa que se encuentra en su interior y les permite alimentarse durante la primera semana de vida en el mar”, aseguró.
Dijo que la Conanp, implementa y da continuidad al Programa Binacional de Recuperación de Tortuga Lora (el programa más antiguo de tortugas en el país), mismo que se desarrolla en colaboración con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos a través del Zoológico Gladys Porter.
Crean programas para protegerlos
Por ser Tamaulipas un estado rico en especies animales investigadores realizan trabajos para proteger a la guacamaya verde, el jaguar y el ocelote.
En la Reserva de la Biosfera el Cielo, en el municipio de Gómez Farías, investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), realizan estudios para proteger a la guacamaya, ave considerada en peligro de extinción.
Ramón López de León, investigador del Instituto de Ecología Aplicada de la UAT, dijo que a través de este estudio se analizarán acciones para la protección de esa especie.
Señaló que con el estudio planeado por la UAT también se identificarán los sitios de anidación y sitios de alimentación de la especie.
El investigador señaló que busca integrar dentro de estas labores a 25 ejidatarios de la zona, quienes ayudarían a vigilar que no se dañe a los ejemplares del ave. “Se convertiría en una especie de policías ecológicos o protectores para tratar de reducir cualquier impacto negativo que haya en contra de la guacamaya”, apuntó.