RUSIA.- ¡No más imaginar cosas chingonas y llora como cada cuatro años! México no pudo por más que intentó, que luchó, que tuvo dominado a Brasil por minutos, pero sin contundencia, no hay premio. Una, sólo una desconcentración y, fue suficiente para perder el sueño, para dejar de ilusionarse, para quedar fuera de nuevo en los Octavos de Final; la séptima de forma consecutiva, desde 1994.
La tarde de Samara, fue la mañana triste de México. Brasil eliminó a la Selección Mexicana de la Copa Mundial Rusia 2018, por marcador de 2-0 en los Octavos, con goles de Neymar y Roberto Firmino, ambos en el segundo tiempo, sin respuesta.
Guillermo Ochoa volvió a lucir en el fondo con más de tres atajadas a las estrellas brasileñas, pero solo no pudo. Este lunes ni “Chicharito”, ni “Chucky”, ni Vela, ni ninguno con playera verde, pudo hacer frente a un dominio que se tuvo empezando el partido y también en los últimos 25 del encuentro, sin premio, sin suerte, sin gol, sin idea, sin fútbol. Brasil fue mejor.
Samara no se volvió la ciudad histórica para el fútbol mexicano, se volvió una pesadilla más. Esa misma que arrastra desde Nueva York, pasando por Montpellier, Jeonju, Leipzig, Johannesburgo y Fortaleza, la misma historia de siempre y el mismo final. No quinto partido, no avance.
Sin importar que en los pies de Héctor Herrera o Hirving Lozano se tuvieron opciones claras en el primer tiempo, el último toque siguió como ese pequeño paso que no se puede dar, una de más, un movimiento más y todo se pierde.
Brasil no fue superior en muchos lapsos, pero supo jugar con el peso que le hace tener cinco Copas del Mundo, con Neymar y Coutinho, como sus máximes y con un Paulinho que compitió de tú a tú a Herrera, pero que salió avante, y con un rapídismo Willian que fue su mejor hombre. Rafa Márquez tuvo errores, Edson Álvarez amedrentó a Neymar, pero una amarilla lo hizo jugar condicionado, al final, ambos se fueron de cambio.
Ni Jonathan dos Santos, ni Miguel Layún o Raúl Jiménez pudieron ser ese revulsivo desde la banca donde Fabián, Aquino, ‘Tecatito’ u Oribe se quedaron esperando.
Primeros 45 minutos controlados, con jugadas de peligro de Brasil, pero con Ochoa como héroe, el mejor, de nuevo, del Mundial para México, como lo hizo en 2014. Pero para la segunda parte, toda la planeación se cayó. Un gol de Neymar abrió todo el partido y mató todas las ilusiones.
Ahí empezó el show de los brasileños, que siendo superiores y controlando el partido, comenzó con exageraciones en las faltas, sobre todo Neymar, que hizo mucho teatro en
jugadas en mano a mano ante Miguel Layún. Con México lanzado al frente y dejando demasiados espacios atrás, Roberto Firmino marcó al minuto 88 el 2-0, que sentenció la eliminación del Tri del Mundial.
México se queda en el camino, ahora sin un pretexto, sin un “No era Penal”, sin un “golazo”, sin una excusa. El Tri quedó fuera del Mundial por un Brasil, que fue superior y que supo aprovechar las ocasiones que tuvo, lo que la Selección Mexicana, no.