* El columnista es autor de las novelas: “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo”, además Premio Nacional de Periodismo 2016.
Fallaron los catastrofistas que apostaron al miedo con el triunfo de AMLO porque ha sucedido lo contrario. Y es que no comprendieron que la república estaba preparada para el cambio. De otra forma los mexicas no hubieran ejercido el voto como lo hicieron. Fue un acto de libertad plena, ¡y de qué manera!.
Ahora sabemos que MORENA contará también con mayoría absoluta en el congreso de la Unión lo cual facilitará al futuro presidente cumplir sus promesas de campaña, sobre todo en cuanto a las dichosas reformas “estructurales” concebidas y aprobadas por la élite burocrática y económica para causar daño mayoritario a favor de la minoría de siempre.
Fallaron los que suponían el caos, insisto, porque la victoria del tabasqueño agradó hasta a Trump. Y no es que deseáramos su anuencia; sin embargo, es anuncio de que las relaciones entre ambos países transcurrirán por la ancha alameda del entendimiento.
En este sentido ya hubo un primer acercamiento pero seguramente habrá muchos más, al igual que con el resto de los jefes de estado, según las evidencias concretadas en las felicitaciones y deseos de éxito recibidas de todos los rincones del mundo-mundial.
La votación a favor de MORENA no dejó dudas de que la sociedad civil toma en serio su destino y en esta decisión hace a un lado lo que estorba. Como el PRI que en verdad da pena ajena cuando perdió hasta en Atlacomulco, lugar de nacimiento de Peña Nieto y justo donde se originó el movimiento que empoderó por varias décadas a un selecto grupo encabezado por Carlos Hank González, patriarca de generaciones, inspirado a la vez en Adolfo López Mateos.
Tras lo sucedido el domingo, en México se respira esperanza. A partir del primero de diciembre nada será igual. Bastará saber que el nuevo régimen surge de una decisión ampliamente mayoritaria y por tanto democrática, (en el más estricto significado), y no fue producto de imposiciones que nada tienen que ver con el interés real de la nación.
Polvo eres y en polvo te convertirás
El golpe al sistema fue demoledor y aunque quedarán vestigios, no pasará mucho tiempo sin que la propia inercia los convierta en polvo. No tienen otro futuro aquellos partidos y organismos partícipes de la corrupción causante de desprestigio moral y rencor civil llevado hasta las últimas consecuencias.
La explosión de júbilo el domingo anterior por la tarde-noche, en la capital y diversos puntos del país, es la mejor muestra de la nueva conquista que esperó décadas para manifestarse en todo su valor.
Por fin habrá oportunidad de acercarse a un presidente de la república sin temor a “guaruras” especializados en agredir al pueblo. Lo observamos en el candidato triunfante cuando se dirigía hacia el zócalo que todo mundo lo saludaba, se tomaba fotos o simplemente lo tocaba, como pasa con los auténticos líderes sociales. Y ni modo que sea invento.
Por otra parte, aquella tendenciosa parafernalia creada en torno de AMLO durante meses y tal vez años, fue silenciosamente destruida por algo más de 35 millones de votos que depositados uno a uno, marcaron los límites de la vieja y la nueva historia.
MORENA es un gigante que se alza como imagen viva de la conciencia nacional y contribuye en definitiva a la muerte de “instituciones” y organizaciones creadas al calor de la condición humana. Como el PNR y PRM en sus tiempos, el PRI padecía enfermedad terminal.
De manera que su fallecimiento era inevitable por más que algunos “brujos” procurasen inyectarle vida artificial.
Otros ingenuos suponían que como El Cid Campeador trepado en su caballo “Babieca”, podría inspirar y ganar la última batalla. La verdad es que, como don Rodrigo Díaz de Vivar, (el personaje del célebre y anónimo poema épico del Medievo), el tricolor amaneció el primero de julio ya sin signos vitales, sea frío de toda frialdad. ¡Ay güe!
Sucede que
En Tamaulipas el PRI no corrió mejor suerte. Y aunque diversos males marcaban su virtual desaparición, fue la total derrota del domingo anterior que firmó la esquela. Y mire lo que son las cosas, fue en Tamaulipas que nació el Socialista Fronterizo antecedente del PNR. En este caso digamos que “juntos llegaron, juntos se fueron”.
Por otra parte, va la referencia hacia Felipe Garza Narváez, uno de los más honestos y congruentes políticos que ha dado la entidad, quien como recordaréis profetizó los peligros en que se encontraba el PRI de no recibir la atención debida.
Ante el desdén del CEN dirigido entonces por Ochoa Reza y la simulación local, Felipe prefirió el discreto retiro no sin antes dejar constancia de su cariño y lealtad hacia su vocación política así como para la fiel militancia.
El tiempo le dio la razón al buen Felipe Garza Narváez quien sigue siendo un activo del ejercicio público.
Y hasta la próxima.