EL KIOSKO publicó el 13 de febrero de este año, el siguiente escenario político de la elección por la presidencia de la república y de las gubernaturas:
‘Al momento de concluir la etapa de las precampañas, el Partido Revolucionario Institucional se encuentra en un lejano tercer lugar de la competencia rumbo a la jornada electoral del primero de julio’.
Esta columna planteó: ‘Lo peor de todo para el PRI, es que no sólo se enfila hacia una dolorosa y estrepitosa derrota en la contienda por la presidencia de la república, con un gris José Antonio Meade como candidato, sino que también podría perder las nueve gubernaturas que están en disputa’.
Añadió:’El priísmo se encamina hacia el despeñadero: Además de decirle adiós a Los Pinos, perdería las elecciones a gobernador en la Ciudad de México, Chiapas, Guajajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán (el único estado donde puede dar pelea)’.
Tras el tsunami lopezobradorista que impactó en las urnas el pasado domingo primero de julio, el escenario se cumplió: el PRI sufrió la peor catástrofe electoral de su historia.
El priísmo no pudo ganar ninguna de las nueve gubernaturas. Otro dato terrible para el tricolor: su candidato presidencial, José Antonio Meade, no ganó ni un solo distrito de los 300 en el país. Solamente 6 aspirantes priístas a diputados federales, pudieron llevarse el triunfo en las urnas.
Es, sin lugar a dudas, un virtual apocalipsis del Revolucionario Institucional.
El virtual fin del PRI, también se reflejó en los resultados electorales en Tamaulipas. El priísmo no pudo mantener ninguna de las principales presidencias municipales que tenía en sus manos. Perdió en Tampico, en ciudad Victoria y en Matamoros.
Ni la popularidad de Magdalena Peraza Guerra, ni el liderazgo de Óscar Almaraz Smer, ni la mano izquierda de Chuchín de la Garza, fueron suficientes para mantenerse en el poder local. Ellos dieron la pelea. ¿Por qué perdieron? Por una simple y sencilla razón: cargaron con el logo de un partido desprestigiado, aborrecido por la gran mayoría de los
ciudadanos.
El PRI se convirtió en un ‘mini-partido’ en Tamaulipas: sólo ganó las alcaldías de 6 municipios pequeños, Abasolo, Bustamante, Guerrero, Miguel Alemán, San Carlos y San Nicolás.
Un reflejo claro del desastre priísta en tierras tamaulipecas, fue lo que sucedió en Ciudad Madero: la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, que gana la presidencia municipal, obtuvo 30 mil votos más que el partido tricolor, que apenas pudo sumar poco más de 12 mil sufragios (su cifra más pequeña en décadas).
La catástrofe del PRI en el estado, también se manifestó en la contienda por las nueve diputaciones federales. Ninguno de sus candidatos, de Nuevo Laredo a Tampico, realizó una campaña competitiva. La derrota los persiguió de principio a fin.
¿Y las senadurías? ¡¡¡Caray!!! Yahleel Abdalá y Alejandro Guevara, fueron desapareciendo conforme avanzó la campaña electoral. Ambos -buenos oradores- fueron sepultados por el pesado desprestigio de un partido que se encuentra al borde de la tumba.
Desde hace meses, ese era el pronóstico para el Revolucionario Institucional a nivel nacional y en el escenario estatal. Se enfilaba hacia el despeñadero. Nadie podía impedir la debacle, ningún candidato, ningún dirigente, ningún operador electoral. La catástrofe priísta se consumó. El PRI ahora es un ‘mini-partido’ en Tamaulipas.
ENTREGAN CONSTANCIA A CHUCHO NADER
Jesús Nader Nasrallah ya es alcalde electo de Tampico.
Ayer, el panista recibió la constancia de mayoría que lo acredita como triunfador de la elección por la presidencia municipal porteña, del pasado primero de julio.
Más de 2 mil 500 personas acompañaron a Chucho Nader a recibir el documento que lo avala como próximo alcalde de la ciudad de las jaibas, con una victoria en la que sumó más de 65 mil sufragios.
‘Estoy muy agradecido con todos los tampiqueños por su respaldo y confianza y, con la seguridad de que, a partir de mañana, iniciaremos la construcción de la modernización y transformación del nuevo proyecto de Tampico’, expresó el alcalde electo de Tampico.
ZORRILLA SUPERVISA TRABAJOS
Tras participar en la contienda electoral, Andrés Zorrilla se reincorporó a sus tareas como alcalde de Ciudad Madero, con la energía y el activismo que acostumbra.
Ayer, por ejemplo, el presidente municipal maderense supervisó los avances de los trabajos que se realizan en la Plaza principal de la ciudad. El objetivo es entregar la obra, antes del cierre de la administración.
Andrés Zorrilla también supervisó la pavimentación a base de asfalto de la calle 18 de Marzo, en la colonia ‘Emiliano Zapata’. El alcalde de Madero está en lo suyo: en la chamba.
Y PARA CERRAR…
Erasmo González Robledo se podría convertir en el líder de la fracción parlamentaria de los diputados federales tamaulipecos de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ en el
Congreso de San Lázaro. Por cierto, pronto se reunirá con el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador.