MALASIA.- Escapar de Siria es una misión igual de difícil que sortear los peligros que conlleva vivir allí. El joven Hassan Al Kontar no quiere volver a su país y hace cuatro meses que está varado y en tránsito en una zona del aeropuerto de Kuala Lumpur.
Como el personaje de Tom Hanks en la película La Terminal, el hombre no puede moverse de allí. No tiene permiso para entrar a Malasia y, a la vez, asegura que ningún otro país lo acepta porque busca pedir asilo.
A la espera de que se destrabe su situación, un grupo de activistas impulsó un pedido formal para que Hassan pueda salir de Malasia para volar a Canadá.
Hassan aterrizó en Kuala Lumpur, luego viajó a Camboya para finalmente intentar llegar a Ecuador. Pero el proyecto se torció y lo depositó de regreso en Malasia. Entre 2006 y 2017 trabajó en Emiratos Arabes y luego debía regresar a Siria, algo que no quiso por los problemas que allí existen.
En el aeropuerto de Malasia duerme en el suelo y come con viandas que le regalan de varias aerolíneas. Allí tiene acceso a los baños y a otros servicios.
Con el temor de quedarse definitivamente “atrapado” allí, Hassan puso sus esperanzas en un grupo de voluntarios canadienses que le pidieron a su gobierno que lo reciba como refugiado sirio.
“Soy un ser humano de este planeta les guste o no. Exijo un mínimo derecho a vivir, viajar libremente, estar seguro, tener una familia. Esto es todo. Solo quiero vivir una vida normal. Pero cada vez es más difícil”, concluye.
4 months/120 days/2880 hours, made me discover what does it really mean to be sad, angry, disappointed, powerless, lonely, tired & weak.
My secret not to surrender & face them all..
"HOPE"
U can't love, dream, work, smile or stand-up if u r hopeless
The moment u lose it GAME OVER pic.twitter.com/GDxiePedVG— Hassan Al Kontar (@Kontar81) July 5, 2018
Con información de Clarín