Hace 19 días Andrés Manuel López Obrador ganó por abrumadora mayoría, histórica mayoría, la presidencia de la República, en una elección organizada por el INE, al que él y los suyos reconocieron tras los resultados; el mismo instituto al que hoy califican de ‘vil’ y ‘vengativo’, en una voltereta de personalidad bipolar y que refuerza las señales negativas de lo que viene.
Así es mis queridos boes, hasta hoy claro, no hay elementos tras la elección de que el INE haya hecho algo para tratar de arrebatarte uno solo de los triunfos legítimos de MORENA en el país, en Tamaulipas por ejemplo su candidato a Senador Américo Villarreal Anaya estuvo arriba, abajo y finalmente fue declarado ganador sobre el abanderado del PAN.
Tras los cómputos y recuentos, el INE determinó retirar dos diputaciones federales que habían sido dadas como ganadas al blanquiazul y las entregó a MORENA porque en esos ejercicios se encontró que habían ganado.
Y así ocurrió por todo el país, salvo en Puebla donde unos cuantos de su partido quemaron paquetes electorales, violentaron un búnker del PAN y alegaban ‘chapuzas’ que para el organismo electoral local no existieron, los partidarios de López Obrador y el propio presidente electo no tenían queja contra el INE.
Pero ayer, tras conocerse oficialmente la multa de 197 millones de pesos para MORENA tras la investigación de que el fideicomiso que supuestamente creó ese partido para ayudar a los damnificados en realidad sirvió para desviar los recursos a la campaña.
Las pruebas que el INE usó para determinar la multa, según se vio en la sesión del Consejo General establecen que fueron los operadores e la campaña de AMLO los que fueron retirando millones de pesos en cajeros y que no hay rastro de ese dinero supuestamente de apoyo a los afectados el 19 de septiembre.
El INE acreditó que, de 78.8 millones de pesos que entraron a dicho mecanismo bancario, 44.4 millones de pesos fueron de aportaciones en efectivo de origen desconocido, por lo que dio vista a la Fepade y al SAT, luego impuso la multa. Ojo en una votación de 10 votos a favor contra uno; es decir casi de manera unánime.
La reacción de AMLO en Twitter fue inmediata y furibunda, borró de un twitazo al sereno presidente electo que reconocía a las instituciones, que había dejado atrás al perseguido por la ‘mafia del poder’, que tamizaba al Peje que era el único ser humano en el mundo que no se equivoca, que no miente, que no tolera la corrupción.
“La multa impuesta por INE a Morena por 197 mdp es una vil venganza. No existe ningún acto inmoral con el fideicomiso a damnificados por el sismo. Nosotros no somos corruptos ni cometimos ilegalidad. Por el contrario, buscan enlodar una acción humanitaria. Acudiremos a tribunales”, publicó la cuenta de Twitter del presidente electo.
Entonces se desencadenó una serie de reacciones que evocaron a los días de campaña, porque regresaron los dimes y diretes, obviamente el INE que avaló la mayoría casi absoluta de los morenistas en el Senado y en la Cámara de Diputados que había sido aplaudido, reconocido por su valentía, vivió a ser parte de la mafia, vil y vengativo.
PRI, PAN, PRD y el propio INE advirtieron la sobre reacción y sobre todo el tono del presidente electo, al descalificar a la institución que le avaló el triunfo, pero que además aplazó su dictamen sobre el fideicomiso hasta después de la elección, precisamente para no afectar a AMLO y MORENA.
Recordemos que tres días antes de la elección, para mayor precisión el 28 de junio, hubo una filtración del dictamen que ya estaba listo y que contenía la multa que ayer hizo el escándalo y el propio INE aquella vez salió a desmentir, en una prueba de que no quería influir en el proceso.
Fue el consejero Ciro Murayama el que negó que hubiera ese proyecto de dictamen, a pesar de que lo que se publicó con Carmen Aristegui y MVS decía exactamente lo que pasó esta semana.
Mala señal, insisto, que se descalifique a un instituto que lo único que ha hecho es hacer respetar la ley y que ha tenido como principal benefactor de ese proceder al propio AMLO y MORENA.
Mal sobre todo los calificativos de vil y venganza, porque nos regresa al lenguaje de enfrentamiento que parecía base quedado atrás luego de días en los que el Presidente electo era tratado como si fuera el Papa en su papamóvil, cuando todas las fuerzas políticas han extendido la mano para sacar adelante su proyecto de nación, a través por ejemplo de la CONAGO, cuando la IP se pronunció casi de manera unánime para sumarse al trabajo por México.
Veo peor, que muchos de los simpatizantes de AMLO exijan al próximo presidente que renueve al INE, que corra a Lorenzo Córdova, presidente de dicho organismo, mostrando que lo que quieren es un dictador y no un presidente, porque legalmente al INE no lo pone o lo quita el Presidente, es un órgano autónomo pues.
Eso si, hay tiempo para serenarse, mi deseo y creo que el de la mayoría debe ser que López Obrador no siga abriendo frentes y tenga un buen gobierno a partir del 1 de diciembre, por su bien, por el bien de todos.
PROVOCANDO: En Nicaragua Daniel Ortega de la mano de el Movimiento Sandinista de Liberación Nacional derrocó tras una revolución a Anastacio Somoza; “Pa que viva Nicaragua que se mueran los Somoza” cantaban entonces los sandinistas que entonaron a Ortega; hoy presidente. Ahora cantan “Ortega y Somoza son la misma cosa”.
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