CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Miles de gritos de gol se han escuchado durante más de 40 años, en los alrededores del 19 Berriozábal en esta capital; también se escuchan alaridos de emoción y otros tantos de enojo, porras, festejos, reclamos, de todo y, eso es lo que se vive, gracias al campo Enrique Borja, lugar donde los sueños comienzan para
cientos de niños jugadores de fútbol.
De martes a viernes desde las 4 de la tarde o, a veces, desde mucho antes, comienza el desfile de los más pequeños del hogar, que comienzan a llegar a la ‘Borjita’, junto al sonido de los tachones.
Algunos llegan en automóvil, otros lo hacen a pie; siempre acompañados de mamá o papá, a veces de ambos.
Todos van al mismo destino y con un mismo objetivo: a disfrutar el fútbol. Y qué mejor escenario, que el lugar donde jugadores como Carlos Peña, Alan Pulido, entre otros victorenses que están en primera división, también jugaron y metieron muchos goles.
Por día, mínimo había tres encuentros, a veces hasta cuatro, cientos de niños eran los que hacían uso del campo, que conforme pasaron los años, desde su última remodelación en el 2010, donde hasta el mítico goleador del fútbol mexicano, Enrique Borja, asistió, fue en deterioro, pues no le ponían atención necesaria.
En los últimos años, algunos niños tenían experiencias malas, pues se caían debido al mal estado del terreno de juego o salían con más caucho que goles a su cuenta, en sus botines.
Además, si te tocaba el último juego a las 7 u 8 de la noche, era un problema, pues la poca iluminación a algunos jugadores les afectaba.
Por su parte, los padres de familia no estaban del todo cómodos, pues el área de gradas también ya resentía los años y no eran del todo buenas.
Una ‘manita’ de gato se pedía a gritos y, después de varias gestiones de esta administración de gobierno, por fin se habilitó un presupuesto para la mejora de este escenario, en donde han pasado infinidad de jugadores y que sigue siendo el escenario principal, en donde todo niño quiere jugar al fútbol.
Llegó la rehabilitación
En el mes de marzo, se anunció por medio de Carlos Fernández, Director del INDE, que se iba a rehabilitar el campo, el cual presentaba maltrato severo, algunas partes ya se habían desprendido y además, había crecido pasto natural.
Se anunció por parte del gobierno del estado a través del INDE, una inversión de cerca de 5 millones de pesos, con dinero estatal y federal, algo que ya era justo y necesario.
El Borja tendrá otra cara totalmente distinta; se colocará una nueva base de concreto para evitar que se ‘hunda’ o salga pasto natural. Arriba tendrá el césped sintético de primera calidad.
Además, el problema de la poca visibilidad por la noche, ya no será problema, pues se autorizaron la colocación de cuatro nuevas lámparas, que proporcionarán suficiente luminosidad al terreno de juego.
Para los aficionados, también se les ‘consentirá’, ya que se harán nuevas gradas, ahora de concreto, por lo que podrán estar más cómodos.
El enrejado también será sustituido y se colocará uno de dos metros de alto por alrededor del campo, el cual tendrá varias salidas, entre otras cosas.
Con esto se espera que miles de niños sean beneficiados, pues así tendrán mejores instalaciones para ejercer el deporte que más les gusta y que así, el campo Enrique Borja, siga siendo el terreno de juego de la ilusión de los pequeños victorenses y, además, pueda ser considerado como en su momento fue, de los mejores de la región.
Mucha historia
El campo Enrique Borja fue de los primeros terrenos de juego en la región, en ser campo de fútbol infantil con pasto sintético, después de muchos años en los que fue de pasto natural.
Durante ese tiempo, han pasado jugadores que actualmente están en fuerzas básicas de la Liga Mx, como Raúl Castillo, Adrián Vázquez, Brian Martínez, Fernando García, Luis Paz, Juan Cantú, Julio Pérez, Sebastián Barrón, entre otros.
Mucho antes, también estuvieron los hermanos Pulido, Armando y Alan, quienes deleitaban a los presentes con infinidad de anotaciones, también Carlos Peña, entre otros futbolistas.
El campo que se encuentra sobre el 19 Berriozábal, tiene más de 40 años de historia, que lo hacen un lugar mítico de la capital y, que por ello, se ha ganado el apodo de “El campo de las ilusiones”.
el dato
LO NUEVO DEL ‘BORJA’
-Base y sub-base compactada
-Pasto 100% artificial
-Rejas
-Portones
-Instalación eléctrica exterior
-Cuatro Lámparas nuevas
-Gradas de concreto
-Porterías con fijación