‘Peje’ ofrece empleo, vivienda y más prestaciones pa’ salir de la CdeM
En las delegaciones federales, igual asoma incertidumbre del personal
Con la renuncia del dirigencia tricolor, el ‘clan’ Salinas asume el control
Gobernador impulsa educación veraniega, pa’ restablecer tejido social
Almaraz, no ceja en su intención de cumplir su oferta, aquí en Victoria
Ante la descentralización del aparato gubernamental y la extinción de las delegaciones federales, se percibe claro nerviosismo entre la burocracia. Sobre todo la de base. Y no es para menos, pues su empleo está de por medio.
Hay trabajadores de las secretarías, organismos desconcentrados y paraestatales, próximos a ser reubicados en distintas entidades del país, que rehúsan cambiar de residencia —
ante el alto costo económico, social y familiar que eso les representaría–, así como aquellos que atienden su quehacer en las distintas representaciones federales en el ámbito estatal e ignoran dónde se les reubicaría, en el supuesto de remedar tal modelo que habrá de iniciar el 1 de diciembre próximo, cuando sea trasladada (a Puebla) la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Hablamos de +/- 2.6 millones de servidores públicos en activo, cuyo nivel es menor a una jefatura de departamento.
Ante esta incertidumbre, el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (antes de irse de vacaciones a ‘La Chingada’, su rancho, sito en Palenque, Chiapas), dijo que “la descentralización ayudará a reactivar la economía de los estados (donde se asentarás las dependencias), y será por convencimiento; los trabajadores mejorarán sus condiciones de vida, tendrán créditos para vivienda y jubilaciones anticipadas, aumentos a los salarios, permuta de plazas y otras garantías…”
En teoría, el proyecto es atractivo, porque despresurizaría la Ciudad de México y detonaría el desarrollo de las otras entidades.
Sin embargo, ya la práctica enfrentaría la oposición burocrática, por, al menos, una novena de razones de índole personal:
1) Abandonar su residencia (sea propia o rentada);
2) No tener una vivienda segura dónde llegar (según el municipio en que su plaza sea asignada);
3) Carecer del enganche para adquirir un inmueble a crédito;
4) El cambio de escuela de sus hijos;
5) La mudanza;
6) Que su pareja (si la tiene), en caso de servir en otra dependencia o tener un empleo en la iniciativa privada renuncie para seguir juntos, so pena de la desintegración;
7) El abandono de sus familiares y amigos;
8) Modificar drásticamente sus rutinas; y
9) La complicación que le significa cambiar el domicilio para el pago de tarjetas crediticias, al menos, pues ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es todavía más complicado el trámite.
Este panorama igual ocurre en las delegaciones federales estatales próximas a desaparecer, aunque, con la salvedad, de que la reubicación burocrática se daría dentro de las mismas entidades.
No obstante, el proyecto también ofrece bondades –aunque éste no es idea original del mentado ‘Peje’–, como serían el ‘adelgazamiento’ de la planta burocrática federal considerando que habría miles de renuncias voluntarias; acabaría con la duplicidad de plazas (hay quienes cobran en dos dependencias a la vez); aniquilaría a una caterva de ‘aviadores’ y, al mismo tiempo (aunque la reingeniería sea gradual) obligaría a una mejor atención a la ciudadanía por parte de los empleados oficiales.
Cierto es que para mover las secretarías y dependencias le costaría en promedio alrededor de 125 mil millones de pesos al Gobierno Federal para la construcción de inmuebles, la adquisición de equipos, sistemas y mobiliario; más otros 22 mil 805 para estudios, evaluación y traslados.
Esa cantidad tiende a ser mayor durante el lustro estimado para que se concrete la descentralización total, dado los imprevistos que surgirían al fragor de los acontecimientos.
Por tanto, es aventurado conjeturar hoy sobre la inviabilidad de éste proyecto descentralizador contemplado desde el régimen de Adolfo Ruiz Cortines –él presentó un plan llamado ‘Marcha al mar’–, dado que serán los estados quienes más se beneficien con el crecimiento poblacional, el desarrollo de infraestructura y en el aspecto económico.
De ahí que el dirigente la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, le haya otorgado un voto de confianza al propósito a través de una circular enviada a los (89) dirigentes gremiales, donde les dice haberle solicitado como condiciones mínimas elementales, al Presidente electo, que a sus representados les garantice viviendas dignas construidas con calidad y se les proporcionen educación, servicios médicos y áreas de esparcimiento.
“Consideramos que la descentralización deberá llevarse a cabo, de manera paulatina y gradual; haciendo nuestra la base del razonamiento de López Obrador, coincidente con el pensamiento juarista: ‘Nada con la fuerza, todo con el derecho y la razón’.
Es decir, aunque es compleja pero no imposible la descentralización de secretarías y órganos federales, no hay mucha oposición al proyecto.
Y menos cuando las condiciones de vida podrían cambiar, para bien de al menos 2.6 millones de burócratas federales.
Usted, ¿qué opina?.
El que viene
José Ramón Gómez Leal alias ‘Jr’, quien asumirá la coordinación federal aquí en el estado para vigilar la correcta aplicación de recursos públicos, ha sido acusado de ‘cometer actividades ilegales’, tanto en México como Allende el Río Bravo.
En dos ocasiones ha intentado ser alcalde de Reynosa. Y en ambas ha mordido polvo; e igual en su propósito de ocupar una diputación federal.
Según él, es incorruptible. Y semejante al tabasqueño, al procurar el bienestar de la población marginada.
Empero, fuera de su localidad natal (Reynosa) no se le conoce en la entidad un simple gesto para hacer justicia a los más necesitados.
En fin, esperemos a que tome posesión del cargo para observar con detenimiento su actuación. Y entonces sí hacer una crítica más apegada a la realidad y, por supuesto,
constructiva.
Por cierto ¿sus colaboradores principales que estarán al frente de la nueva estructura federal en Tamaulipas, vendrán de la frontera o habrán de ‘importarse’ de otros estados?.
Salinas, de nuevo
La vergonzante derrota priista, en la contienda electoral más reciente, no sólo es culpa del mentado ‘Negro’ René Juárez Cisneros (él sustituyó en la dirigencia al improvisado militante Enrique Ochoa Reza), sino también de Enrique Peña Nieto y de los candidatos presidencial y al Congreso de la Unión (impuestos por él); aparte de los dirigentes estatales, y quienes contendieron por las gubernaturas, diputaciones locales y alcaldías.
Hace meses en este mismo espacio, le comenté que Carlos Salinas de Gortari había roto con el señor de Los Pinos en funciones por éste no haberse prestado a su capricho de ‘elegir’ al sucesor, por él rehusarse a que fuera candidato Luis Videgaray Caso o uno de sus ‘incondicionales’, como finalmente ocurrió al ser postulado José Antonio Meade Kuribreña, en lugar de Miguel Ángel Osorio Chong.
A partir de entonces alentó la candidatura de Ricardo Anaya Cortés, creyendo así, matar dos pájaros con un mismo tiro: hundir al mandatario ‘desobediente’ y borrar del mapa a su crítico contumaz (Andrés Manuel), aunque de paso se llevara entre las patas a los membretes albiceleste y tricolor.
La tenebrosidad de Carlos no surtió los efectos buscados. Y por eso ahora teniendo como terraplén a su sobrina Claudia Ruiz Salinas –quien se hace llamar Claudia Ruiz Massieu (tratando de capitalizar el liderazgo de su padre, Francisco Ruiz Massieu)–, busca, nuevamente, apropiarse del Revolucionario Institucional con el apoyo del jurásico.
Incluso del membrete albiceleste, impulsando el regreso del ‘Cerillo’ al liderato tras bambalinas, para desde ahí combatir al tabasqueño.
En unos días más habrá de anunciarse el relevo de Damián Zepeda Vidales –otrora infraccionado por conducir en estado ebrio–, al frente del CEN del PAN, porque asumirá un escaño plurinominal. Y su relevo sería Marcelo Torres Cofiño (incondicional del queretano), a menos que el ‘ala dura’ del panismo, los ‘gobernadores rebeldes’ y hasta los expresidentes Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa lograran ponerse entre sí de acuerdo para impedir dicha maniobra.
Por cierto, hacia el interior de Acción Nacional, nadie se explica por qué hasta hoy Damián Zepeda sigue en la presidencia, siendo que como dirigente no mostró avance alguno.
Eso alienta más la inconformidad partidista en contra suya.
Y sobre todo, cuando está latente que un día después de la jornada electoral federal del 2009, con un gesto de dignidad política, el entonces dirigente (Germán Martínez Cázares), tras admitir la derrota, renunció al cargo, por haber obtenido sólo 147 curules de las 500 en juego.
En el proceso inmediato, Damián apenas alcanzó 84.
¡Ah!, pero eso sí, dejará la presidencia cuando le dé la gana.
Viraje legislativo
En el mosaico del Congreso de la Unión, correspondiente a la legislatura LXIII, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aparece como primera mayoría –no es absoluta–, con 203 diputados; mientras Acción Nacional (PAN) ostenta 107 curules y el resto (310) están repartidas entre el PRD (51), Morena (49), PVEM (38), MC (21), Panal (12), PES (11), sin partido (7) y uno independiente.
Respecto al Senado de la República, el tricolor ostenta 55 escaños; 34 el albiceleste, 19 el PT, 6 el membrete del Sol Azteca, 5 el Ecologista y sin pertenencia partidista aparecen 9.
Sin embargo, habrá un viraje drástico en la conformación de la LXIV legislatura, puesto que Movimiento Regeneración Nacional asomará con la mayoría absoluta en ambas cámaras.
Hasta hoy se prevé que tendrá en la baja 309 curules y en la alta 69 escaños –será hasta agosto 23 cuando se defina la repartición del pastel plurinominal, en el caso de los
diputados–, aunque compartidas algunas posiciones con sus socios ocasionales (PT y PES), pese a que perdió su registro Encuentro Social, al no alcanzar el porcentaje mínimo
requerido; y eso influiría para que sus legisladores soliciten acusar alta en Morena.
En otras organizaciones, igual mediaría la mescolanza, por lo que:
El tricolor tendría 21 senadores y 62 diputados (ubicándose como la tercera fuerza, en sociedad con el Panal y el Ecologista); mientras que el albiceleste sumaría 131 representantes en el Palacio Legislativo de San Lázaro y 38 en el Senado de la República, merced a su alianza también ocasional con el PRD y MC, según estimaciones preliminares.
Respecto a las diputaciones uninominales he aquí las cifras que, de las 300 en disputa, cada partido se adjudicó en urnas: MC (17), Morena (106), PAN (42), Panal (2), PES (55), PRD (9), PRI (7), PT (57) y PVEM (5).
Y con relación a los 128 escaños (de mayoría, primera minoría y los de representación proporcional) así luce el cuadro: MC (7), Morena (55), PAN (23), Panal (1), PES (8), PRD (8), PRI (13), PT (6) y PVEM (7).
Esto significa que en el Congreso de la Unión, las huestes del ‘Peje’ sacarían avante cualquier iniciativa promovida por él, ya que ni sumando fuerzas los otros grupos parlamentarios podrían evitarlo.
Otro dato que caracterizará a la LXIV Legislatura es que por primera vez habrá paridad de género pues en el Senado participarán 63 mujeres y en la cámara baja, lo harán 245 (presumiblemente).
Pastores
Para coordinar los grupos parlamentarios, hay mucha controversia.
Y aquí consigno algunos aquelarres:
a) Ricardo Monreal Ávila, a quien Andrés Manuel López Obrador dio un voto de confianza públicamente para pastorear a los senadores, tiene en contra a Martí Batres Guadarrama, por éste considerar que Morena y el Presidente electo triunfaron gracias a su operación;
b) Para coordinar la bancada de Morena en la Cámara baja, riñen al través de sus emisarios, Horacio Duarte Olivares, Mario Martín Delgado Carrillo, Pablo Gómez Álvarez y María de los Dolores Padierna Luna;
c) Miguel Ángel Osorio Chong, perfilado desde hace meses para ser el pastor de la fracción priista en el Senado, está confrontado con dos de sus congéneres que también anhelan la posición: Eruviel Ávila Villegas y Jorge Carlos Ramírez Marín;
d) René Juárez Cisneros, quien se autodestapara como coordinador de la bancada priista en la cámara baja, en la víspera fue sorprendido, al enterarse que el compadre de Enrique Peña Nieto, Luis Enrique Miranda Nava, ha entablado comunicación con los próximos diputados priistas en busca de apoyo para liderarlos;
e) Damián Zepeda Vidales reclama la coordinación senatorial de AN y por eso su ‘riña’ hacia el interior del partido, con Rafael Moreno Valle y Gustavo Enrique Madero Muñoz;
f) La coordinación del albiceleste, en cámara baja, la disputan Juan Carlos Romero Hicks, Jorge Luis Preciado y Ernesto Ruffo Appel.
Respecto a los otros partidos las bancadas senatoriales podrían ser atendidas por Juan Zepeda Hernández (PRD), Dante Delgado Rannauro (MC) y Manuel Velasco Coello.
Pensiones
La cancelación de pensiones a los ex presidentes es un tema que atrapa fuertemente la atención ciudadana, al considerar que su pago (mensual) es de 205 mil pesos.
Con esa cantidad, me han comentado, cualquier persona dejaría de tener hambre y alcanzaría para el pago de créditos hipotecarios, escuela y hasta para montar un negocio; irse de vacaciones, tener servidumbre y adquirir un vehículo… por lo menos.
Sin embargo, ¡vaya crueldad!, les comento que esta cifra en inferior, en mucho, al gasto total y real, dispuesto para ellos, según los acuerdos del Ejecutivo Federal establecidos en 1976 y 1987.
Los ex presidentes, gozan de una pensión mensual de casi ¡205 mil pesos!, cierto –y aún los reciben Luis Echeverría Álvarez, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa–, pero, en realidad, sangran con una cantidad muy superior la economía gubernamental.
A su servicio tienen:
1) 78 miembros del Ejército, Fuerza Aérea y la Armada de México: 1 general, 4 jefes, 8 oficiales, 32 elementos de tropa del Ejército; 2 jefes, 4 oficiales y 16 integrantes de tropa de la Armada; y 1 jefe, 2 oficiales y 8 de tropa de la Fuerza Aérea Mexicana;
2) También seguro de vida y seguro de gastos médicos mayores;
3) 25 empleados con cargo a la Presidencia de la República, como son 1 director general, 2 directores de área, 4 subdirectores, 4 jefes de departamento, 1 secretaria de director general, 1 secretaria de director de área, 2 secretarias de subdirector, 3 técnicos especializados, 3 choferes y 4 auxiliares administrativos.
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