CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Ironías de la vida. En 1981, Guillermo Gutiérrez Riestra se unió a la causa de Rosario Ibarra de Piedra, aquella mujer que buscó por todos los rincones del país, a su hijo Jesús, secuestrado el 18 de abril de 1975. A pesar de su lucha incansable, jamás dio con su paradero; eran los tiempos de la guerra sucia.
Rosario Ibarra de Piedra, hoy tiene 91 años. Desde 1975 se unió al grupo de Familiares de Desaparecidos y Presos Políticos, que se llama hasta la fecha, Eureka. En esta
organización militó y participó Guillermo, quien jamás se imaginó que 37 años después, estaría encabezando el Colectivo de las Familias de Desaparecidos en Tamaulipas.
Guillermo, igual que su amiga Rosario, busca a su hija Raquel, que el 11 de septiembre de 2011, fue secuestrada por grupos armados en ciudad Victoria.
Guillermo, a principios de los años 80´s, era un joven contestatario, inconforme con el gobierno y las injusticias, sin embargo hoy, su voz es menos gritona y habla en pausas, pero sigue diciendo lo que siente; no se guarda nada.
El gobierno federal y los organismos, como la Comisión para la Atención de Víctimas en México, tienen un desprecio por Tamaulipas, además, han politizado el problema de la violencia y de los desaparecidos.
“Son 80 mil los desaparecidos en Tamaulipas, pero sólo 8 mil están documentados oficialmente. En la actualidad, hay 8 mil cuerpos en las fosas comunes del estado, sin identificar; es un drama terrible”, lamenta.
“Tamaulipas, es el estado con mayor número de desaparecidos en el país. Una tercera parte de los desaparecidos en México, son de Tamaulipas. Y si lo comparamos con los estados del noreste, como Nuevo León, Coahuila, Veracruz y San Luis Potosí, Tamaulipas tiene mayor cantidad de desaparecidos, que estos estados juntos. Creemos que la cifra llega a los 80 mil desaparecidos, tomando los datos de las propias autoridades, que dicen que el 90 por ciento de los delitos, no se denuncian.
Guillermo cuenta el drama de ciudad Victoria:
-”Algunos Ministerios públicos que tuvieron a su cargo el tema entre el 2010 y el 2013, nos hablaban de que ellos recibían 40 denuncias diarias de desaparecidos, sólo en ciudad Victoria, que fueron los años más críticos. Por esa razón, nosotros calculamos esa cifra. Nos han dicho que no es cierto, porque hubiera 80 mil familias buscando a sus desaparecidos; pero eso no pasa, pues muchas familias, cuando sufren una pérdida así, se van del estado, se guardan, se callan y ahí queda el problema. Esa es la realidad, a diferencia de otros estados”.
-¿Por qué y cómo se llegó a esto?.
-”La causa principal, es que se declara una guerra contra el narcotráfico. Eso origina que los grupos se armen y se preparen para esa guerra, que inició Calderón y que Peña Nieto hizo nada para frenarla. Tamaulipas tiene ciertas características, que otros estados no tienen. La dispersión de los grupos que se disputan los territorios, cambiaron sus fronteras.
“Los más de 300 kilómetros de frontera, los 17 cruces fronterizos con EU y tener la aduana de Laredo, por la que pasa más del 70 por ciento del comercio hacia el país y América Latina, hace que Tamaulipas sea un atractivo filón para las bandas del crimen. Tenemos lo que muchos otros estados no tienen.
-Y agrega:
-”Además, Tamaulipas le ha abierto la puerta a otros carteles, que han hecho que se diversifiquen los grupos. Si había dos grupos hace 10 años, ahorita pueden ser 50 grupos que se están disputando los territorios. Eso hace más violenta la guerra y, la más afectada, es la población civil, porque la actividad principal es el secuestro y el cobro de piso y, cualquier ciudadano, es víctima de eso y de ellos.”
-¿Quien está fallando aquí?…
-”Una parte de la culpa la tiene el gobierno federal, porque debió haber terminado la guerra; eso pudo evitar que bajara el nivel de violencia. La otra es la corrupción, la descomposición de los cuerpos policiacos”.
-¿La llegada de un nuevo gobierno federal, genera alguna confianza o esperanza a los Colectivos?
-”No. No es suficiente con el amor y paz que trae López Obrador; si llegas con eso ante los delincuentes, van a responder a balazos. Tiene que haber iniciativas reales para pacificar el país. Lo que están anunciando, me parece positivo: legalizar la marihuana es una decisión que puede disminuir la violencia. La otra, es la reducción de penas a los delincuentes, a cambio de que digan ¿qué pasó con los desaparecidos?.
-¿Entonces le dan la bienvenida a la iniciativa de reducir las penas a delincuentes?.
-”Sí, claro!. No hay otra manera. En ciudad Victoria, la mayoría de los delincuentes que fueron jefes de las bandas, están detenidos y no dicen nada. Nosotros los hemos ido a interrogar para preguntar, qué hicieron con nuestros hijos y se callan. Es obvio, pues decirlo implica fincarles más responsabilidad. Pero si ellos nos dicen la verdad y se les reduce las penas, eso nos podría ayudar a saber en dónde están los desaparecidos. Pues desde nuestra perspectiva, hay muchos vivos. Desde la perspectiva de la empresa del narcotráfico, les sirven más vivos que muertos. No es negocio desaparecerlos y matarlos.
-¿Sus familiares desaparecidos están vivos… o es un deseo de la familia?
-”Mira, es una demanda del movimiento, exigir que los regresen con vida. Aceptar que están muertos, es quitarle la responsabilidad al estado, que también es responsable de su desaparición. La otra, es que sí ha habido testimonios de que los han visto vivos y tenemos datos. En los casos que se los llevan sin pedir rescate, los quieren para sus operativos o donde siembran las drogas. Para ellos es más efectivo, tenerlos como empleados, por eso, nuestra creencia de que muchos están vivos”.
-¿Es Tamaulipas, como dicen, un gran cementerio?.
-”Sí. Nosotros tenemos la sospecha que una gran parte de la gente que está desaparecida, muerta: está en las fosas comunes. En Tamaulipas hay más de 40 fosas comunes. La cantidad que oficialmente se reconoce, son 8 mil: son 8 mil cuerpos en las fosas comunes, que no están identificados.
Yo en lo personal, hice investigaciones de fosas que se encontraron sobre la carretera, a la salida de Monterrey y, pude documentar el caso de 40 cuerpos de jovencitas; eran adolescentes. ¿Cómo es posible que no las puedan identificar? Si ahí está la ropa, a los familiares de los desaparecidos, no se nos olvida la ropa que llevaban cuando desaparecieron”.
¿Ven alguna luz al túnel, en esta guerra?.
-”Yo creo que las medidas de López Obrador van a ayudar, es política de Estado. Yo voy a insistir, porque esto no puede avanzar sin las víctimas. En todas las políticas públicas, en todas las organizaciones, debe estar la opinión de las víctimas. Aquí nadie se ha puesto en los zapatos de las víctimas.
-”En el Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de Víctimas, no hay ningún tamaulipeco. En la Comisión Nacional de Búsqueda, hay un Consejo, pero no hay nadie de Tamaulipas. En todos los organismos hay un desprecio por Tamaulipas. Lo hemos solicitado y, a pesar de ser el Estado con el primer lugar en violencia y desaparecidos, a nadie le importamos. Nosotros vamos a insistir para que se acabe este desprecio”.
-¿Hasta dónde piensan llegar?…
-”Nosotros vamos a seguir reclamando la verdad y pidiendo justicia. Nosotros no estamos planteando ningún perdón. Queremos saber ¿por qué pasó esto?. Y la otra: ¿dónde están nuestros hijos?. Gente cercana a López Obrador, dicen que estamos reclamando injustamente. No queremos que pase lo que pasó en América Latina, donde fueron perdonados los militares asesinos, los que desaparecieron a miles.
-”No queremos que se repita eso. Lo que plantea López Obrador, es acabar la guerra en el país, pero sin encontrar a los desaparecidos ni castigar a los culpables. Nosotros queremos justicia y, que no haya perdón; aquí hay responsables y, se les tiene que castigar. Son delitos de Lesa Humanidad.
-¿El Ejército y la Marina deben seguir en las calles, combatiendo a los delincuentes?.
-”Hay que reflexionarlo. Porque no ha servido de nada que el Ejército y la Marina estén en la calle. Por el contrario, se han multiplicado las desapariciones, los crímenes y el secuestro. No ha servido de nada. Incluso, gran parte de la delincuencia proviene de la milicia; ahí tiene su origen. Yo sí creo y estoy convencido de que la policía sí puede con ellos, siempre y cuando sea una policía bien armada, con inteligencia. Sí puede. Pero tenemos una policía mal pagada, infiltrada por el crimen. Así nunca vamos a salir del problema. Así vamos a seguir igual, sin esperanza, como hasta ahora”.