TAMPICO, TAMAULIPAS.- Del 2013 al 2018, la Profepa impuso medidas correctivas y multó por más de un millón 700 mil pesos a unidades médicas hospitalarias en Tamaulipas, por irregularidades en el manejo adecuado de Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos que afectan al ambiente.
A través de un comunicado, la dependencia federal dio a conocer que durante la implementación del Programa Especial de Inspección a Unidades Médicas del Sector Público y Privado, en ese lapso ha realizado 215 visitas de inspección y vigilancia en los municipios considerados de mayor relevancia por el número de clínicas y hospitales en operación.
En la lista aparecen unidades hospitalarias de los municipios de Altamira, Tampico y Ciudad Madero así como de Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Río Bravo y Victoria; las visitas también se extendieron a municipios con menor número de unidades médicas hospitalarias como Mante, San Fernando, Jaumave, Tula y Llera.
Entre el tipo de irregularidades observadas se encuentran las relativas al equipamiento ya que no envasan ni identifican los residuos peligrosos generados y el área de almacenamiento de los residuos incumple con las condiciones básicas requeridas.
También, de efectos al ambiente, ya que en el manejo de RPBI no realizan su separación; en los residuos sólidos urbanos o basura común se mezclan, efectuando de manera inadecuada la disposición final en rellenos sanitarios(basureros).
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente destacó el caso registrado en julio del 2017 cuando personal especializado en su manejo detectó en el tiradero a cielo abierto ubicado en el camino viejo al ejido Contreras, municipio de Reynosa, entre remanentes municipales o basura, 15 kilos de desechos de hospitales como sábanas, émbolo de jeringa sin aguja y botellas de suero vacías, considerados residuos hospitalarios.
Los anteriores no constituyen RPBI de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT/SS1-2002, que establece la clasificación y especificaciones de manejo de los residuos, sin embargo como medida preventiva fueron enviados a una empresa autorizada por la Semarnat para su disposición final.
Otros casos de daños al medio ambiente obedecen a que las unidades médicas carecen de un área de almacenamiento de RPBI y depositan fuera de ésta una cantidad considerable de los residuos generados; en cuanto a las irregularidades de carácter administrativo y de control documental se detectó que carecen de auto categorización y aviso de inscripción como generadores de esa clase de residuos y no presentar la cédula de operación anual ante la Semarnat.
Tampoco cuentan con bitácora anual de entradas y salidas de residuos peligrosos ni con el documento original de los manifiestos de enreda, transporte y recepción de los RPBI.
El personal de inspección de la Profepa efectuó 215 visitas a unidades médicas en esa entidad (54 en 2013, 62 en 2014, 39 en 2015, 13 en 2016 y 27 en 2017) en las que encontró irregularidades, inició procedimientos administrativos que concluyeron en multas por un millón 745 mil 460 pesos.
En 2018 ha visitado 20 unidades hospitalarias, de las cuales 18 tienen irregularidades; como ejemplo, en Reynosa y Río Bravo en seis casos se observaron anomalías en el manejo interno de los residuos de esos establecimientos por lo que inició procedimiento administrativo por faltas administrativas como registro como generador de residuos peligrosos, bitácoras, residuos sin identificar y almacén temporal sin señalamientos, entre otros elementos contrarios a la normativa.
Dentro de los programas implementados se observaron irregularidades de efectos al ambiente que requirieron la implementación de medidas de urgente aplicación, de carácter administrativo, control documental y equipamiento.
Del mismo modo, se encontraron establecimientos en los que no se detectaron irregularidades a la normatividad ambiental.