A partir de la llegada del grupo de los tecnócratas neoliberales al poder (diciembre de 1982), comenzó el desmantelamiento de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Durante 36 años (seis sexenios consecutivos -incluyendo el periodo de la alternancia panista), la tecnocracia operó la ‘desnacionalización’ de una empresa que ha sido saqueada de manera sistemática, permanente, casi diaria, ya sea en tiempos neoliberales que durante los años de los excesos y las frivolidades lopezportillistas y echeverristas (la Docena Trágica).
Pemex, una empresa fundamental en el desarrollo económico del México moderno, es una empresa carcomida por la corrupción, desmantelada de forma intencional para beneficiar los intereses de la élite política, así como de un privilegiado grupo de inversionistas extranjeros.
El desmantelamiento de Pemex se refleja desde hace varios años en sus distintas áreas: la producción petrolera disminuyó notoriamente; las refinerías, entre ellas, la de Ciudad Madero, se encuentran al borde del colapso; la flota petrolera desapareció del mapa; las plataformas (en sus diversas modalidades) son el millonario negocio de unos cuantos empresarios -depende el sexenio- conectados a los más altos niveles de la política mexicana.
La actual situación de Pemex es un desastre. La reforma energética estampada en el sexenio de Enrique Peña Nieto se convirtió en pantomima, lejanas las inversiones que prometieron la generación de miles de empleos y una derrama económica que recordaría (toda proporción guardada) ‘el boom’ petrolero de la segunda década del siglo pasado.
En un reportaje publicado la semana pasada en la revista ‘Proceso’, se informa que la refinería Madero -con datos confirmados el pasado 17 de julio- no produce ni un galón de gasolina. Ni uno solo. De ese tamaño es la crisis -¿catástrofe?- del principal centro de trabajo de Petróleos Mexicanos en el sur de Tamaulipas.
La refinería de Minatitlán, según el reportaje de la periodista Jesusa Cervantes, se encuentra en las mismas condiciones: la producción de gasolina se encuentra en cero. El resto de las refinerías, Tula, Salina Cruz, Cadereyta y Salamanca, operan entre el 40 y el 60 por ciento de su capacidad.
Por lo visto, la intención de la tecnocracia era asfixiar, poco a poco, lentamente, la refinería Madero hasta provocar su cierre, lo que hubiera representado un impacto durísimo para la economía de la zona metropolitana.
Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, prometió en su mitin de campaña en la Playa de Miramar, realizado en mayo pasado, que rescataría la refinería de Ciudad Madero. Para concretar el rescate de las refinerías, área fundamental de Pemex, se requiere una inversión urgente de 40 mil millones de pesos.
Conforme pase el tiempo, el tema se centrará en los recursos. ¿Existen a la mano? ¿Serán suficientes para rescatar las refinerías? ¿Habrá dinero para ampliar la capacidad de refinación? ¿Alcanzará la producción petrolera nacional para generar las gasolinas que requiere el mercado interno?
Y, por supuesto, la más crucial de todas las preguntas: ¿Podrá Pemex sobrevivir tras 36 años de que todas sus áreas y estructuras productivas fueron dañadas con la plena intención tecnocrática de que desapareciera?
AYUNTAMIENTO NIEGA PETICIÓN AL PAN
Hace aproximadamente 15 días, el entonces presidente del comité directivo municipal del Partido Acción Nacional (PAN), Hugo Cabrera Olvera, solicitó al Ayuntamiento de Tampico el cierre de la calle Francisco I. Madero, entre Juárez y Aduana (contiguas a la Plaza de la Libertad) para celebrar el aniversario del blaquiazul a partir de las 13 horas del sábado 15 de septiembre.
La respuesta, una negativa, la recibió el pasado 25 de julio a través de un oficio firmado por Laura Patricia Ramírez Villasana, secretaria del Ayuntamiento porteño.
Dirigido a Hugo Cabrera, el documento oficial precisó: ‘En base a la respuesta de la dependencia que se solicitó opinión, lamentablemente no se puede acceder a su petición debido a eventos agendados con anterioridad’.
Los panistas jaibos quería celebrar en grande el 79 aniversario del partido, sobre todo luego de la victoria alcanzada en la elección del primero de julio, cuando ganaron la presidencia municipal de Tampico con Jesús Nader Nasrallah (quien ya está metido de lleno en el análisis de los perfiles de los directores que integrarán su gabinete).
Ahora, los azules, encabezados una vez más por Rosario González, buscarán otro sitio para el festejo… porque eso sí, es seguro, habrá celebración.
ERASMO ASISTE A REUNIÓN MORENISTA EN CDMX
Quien estuvo la semana pasada en la Ciudad de México para participar en la reunión de diputados federales electos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fue el maderense Erasmo González Robledo.
El diputado federal electo por mayoría abrumadora en la elección del primero de julio en el Distrito Siete, que comprende Altamira y la zona norte de Ciudad Madero, asistió con puntualidad al cónclave morenista convocado por Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional del partido lopezobradorista.
Erasmo González Robledo aprovechó para dialogar en corto, después del encuentro, con Yeidckol Polevnsky, así como con Mario Delgado, aspirante a coordinar la fracción parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados, y con Rocío Nahle, próxima titular de la Secretaría de Energía.
El legislador electo maderense morenista se encuentra muy activo a fin de realizar un buen papel en el Congreso de San Lázaro a partir del primero de septiembre, cuando entre en funciones la siguiente Legislatura.
Y PARA CERRAR…
El nombre de Eduardo Hernández Chavarría suena con fuerza para ocupar un cargo en el gobierno del estado. ¿Dónde? Esa es la pregunta.