La frialdad de los números confirma que cada proceso electoral es diferente: En la elección por la gubernatura de Tamaulipas en 2016, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) apenas obtuvo 32 mil 183 votos.
Es decir, solamente el 2.25 por ciento de los ciudadanos que salieron a votar en ese histórico proceso electoral lo hicieron por el partido lopezobradorista.
Si se suman los sufragios conseguidos por quienes serían sus aliados dos años después, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES), la votación alcanzada rondaría el calificativo de ‘poca monta’: 59 mil 922 boletas electorales a favor en el estado.
La estadística, fría, indica que los tres partidos quedaron muy lejos del primer lugar en aquella contienda por el mando político de la entidad.
Como todos saben, la gubernatura de Tamaulipas fue ganada de manera arrolladora por el Partido Acción Nacional (PAN) y por su candidato Francisco García Cabeza de Vaca, hoy mandatario constitucional del estado, tras obtener una cifra récord en las urnas: 721 mil 049 votos.
Dos años después, en la elección presidencial de 2018, Morena se convirtió en un maremoto a nivel nacional con la popularidad de su aspirante, Andrés Manuel López Obrador, ahora presidente electo de México.
El efecto de la ola lopezobradorista, por supuesto, se dejó sentir con fuerza en Tamaulipas: la votación alcanzada por los candidatos a senadores de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, integrada por Morena, PES y PT, fue de 610 mil 306 votos.
Existe otro dato interesante para el análisis que nadie ha abordado: la lucha por las nueve diputaciones federales tamaulipecas fue muy disputada y, en el conteo final, en la votación total de los nueve distritos, el PAN obtuvo 490 votos más que la coalición morenista. ‘Por México al Frente’ se llevó 598 mil 300 sufragios contra los 597 mil 810 de Juntos Haremos Historia’.
Sin embargo, Morena, junto con PES y PT, se llevó 6 de las 9 diputaciones federales, incluyendo los distritos de Tampico, Ciudad Madero y Matamoros.
Si se comparan los resultados electorales de Morena en las urnas tamaulipecas entre los procesos de 2016 y 2018, el brinco del Movimiento de Regeneración Nacional (y sus aliados) fue -aplica el adjetivo- espectacular.
Prácticamente, la votación de los partidos integrantes de la alianza ‘Juntos Haremos Historia’ se multiplicó por diez -y un poco más- en tan solo un par de años.
El factor decisivo del ‘brinco’ de Morena en Tamaulipas tiene nombres y apellidos: Andrés Manuel López Obrador.
Sin ‘El Peje’ como candidato presidencial, es imposible entender el triunfo de la mayoría de los candidatos a senadores y diputados federales de Morena, PES y PT no sólo en Tamaulipas, sino en todo el país.
AMLO se convirtió en una marca exitosa que sumó el enojo y el descontento social a favor de su proyecto de regeneración nacional. Esa fue la clave.
Pero… cada elección es diferente. Eso lo indica la teoría y, por lo regular, en cada cita con las urnas, la realidad lo confirma.
Las condiciones y las circunstancias cambian con inusitada rapidez en tiempos en que los procesos de la comunicación digital aceleran la percepción de las acciones y, sobre todo, las reacciones, al fin estímulos que se propagan por las redes electrónicas con intensidad y velocidad nunca antes vistas.
¿Cómo se desarrollará el siguiente proceso electoral en Tamaulipas? ¿Cómo se escenificará la lucha por obtener la mayoría en el Congreso del Estado? Las preguntas comienzan a
rondar en torno a la elección del próximo año.
De entrada, dos partidos políticos serán los protagonistas de la historia electoral de 2019 en tierras tamaulipecas: el PAN, partido en detenta el poder del gobierno estatal; y Morena, movimiento que aspira en convertirse lo más pronto posible en partido y que se estrenará con el mando del gobierno federal a partir del primero de diciembre.
Si Morena quiere competir con fuerza el próximo año en Tamaulipas, deberá tener un objetivo específico: constituirse en un verdadero partido político. Es decir, deberá hacer
un auténtico trabajo político de corte territorial, con operadores efectivos en la construcción de lo que ellos llaman ‘comités de base’.
Cierto, Morena contará con el respaldo político de la Federación, pero eso no será suficiente -sobre todo porque apenas se van a ir instalando en el poder federal- para tener el arrastre alcanzado en 2018, cuando el nombre de Andrés Manuel López Obrador en las boletas electorales fue decisivo para conducir al Movimiento de Regeneración Nacional a la obtención de la mayoría en el Congreso de la Unión.
Y PARA CERRAR…
La elección 2018 dejó otra lección en Tamaulipas: el PAN ganó la contienda local, la guerra por las presidencias municipales.