A. Le Coq Arena, Tallin.- La era Julen Lopetegui, también conocida como “post Cristiano”, empezó mal para el Real Madrid, que cayó en tiempo extra y en modo Derbi la Supercopa de Europa, cuyo trofeo fue para el revolucionado Atlético.
El equipo colchonero ganó 4-2, con el segundo par de goles en la prórroga, una instancia que se convirtió en tradición para las Finales disputadas entre ambos equipos madrileños, pues así terminaron las Champions de 2014 y 2016.
Y aunque se trató de la primera prueba para el Madrid sin Cristiano, el partido se decidió más por las terribles fallas defensivas del cuadro blanco. El primero en despertar dudas fue Keylor Navas, cuyo destino pudo sellarse en este juego, que tuvo como testigo en el palco a Thibaut Courtois, fuera de la convocatoria por su falta de ritmo, pues tras el Mundial acumula un mes sin jugar.
Diego Costa le coló al tico el 1-0 apenas al minuto 1 con un fogonazo casi sin ángulo al poste del arquero, luego de que el de origen brasileño le ganó un salto a Sergio Ramos y se llevó sin problemas a Raphael Varane.
Pero el partido entró en vértigo porque el Madrid reaccionó para dominar. Gareth Bale y Karim Benzema asumieron la responsabilidad sin Cristiano y una gran combinación entre ambos valió para el empate todavía en el primer tiempo.
En el complemento, con Luka Modric en la cancha para robustecer el juego blanco, Benzema provocó el segundo del Madrid por un remate que derivó en mano de Juanfran y en penal que concretó Sergio Ramos.
Pero el 2-1 no fue definitivo porque a los blancos les faltó cabeza. Además de ceder la iniciativa, al 78’ regalaron varias veces la pelota en su propio terreno, lo que permitió que Costa marcara el doblete luego de dos grandes regates de Juanfran y Ángel Correa.
Si Bale fue el último héroe en una Final europea con su chilena antológica frente al Liverpool, esta vez fue Saúl quien regaló la joya de la noche en Estonia: una volea preciosa que casi rompe las redes de Keylor para el 3-2.
Ese gol también tuvo a la defensa blanca como cómplice, pues Ramos arriesgó de más al querer salir con un pase a Varane que robó Thomas Partey. Lo demás fue la debacle merengue, pues entregado atrás, sufrieron el 4-2 con un remate de Koke en una jugada que también se originó en el empuje de Costa.
El Atlético de Madrid que llegó a este partido por su título de Europa League enfrentó al Madrid por su Champions. Pero la Supercopa esta vez no supo de jerarquías y dejó a los blancos iniciando con una dolorosa derrota una nueva época.
Con información de Medio Tiempo