El anuncio de que José Ramón Gómez Leal sería el coordinador o ‘súper delegado’ del gobierno de Andrés Manuel López Obrador hace unas semana levantó una oleada de rumores y pronósticos que apostaban al enfrentamiento con el régimen panista que encabeza Francisco García Cabeza de Vaca, hoy los que como en las secundarias gritaban: pelea, pelea, pelea parece se van a quedar con las ganas.
Así es mis queridos boes, el ex candidato a la alcaldía de Reynosa por Morena cumple su segunda semana de recorridos por Tamaulipas y no ha habido ni por asomo el ánimo de enfrentamiento al que algunos agoreros que quieren poco a nuestra tierra esperaban.
La semana pasada Gómez Leal anduvo por las sedes de las delegaciones en Victoria, de bajo perfil llegó más discreto incluso que cuando era diputado local y mucho más que cuando era candidato hace unas semanas en Reynosa.
Los que lo recibieron en las delegaciones señalan que pregunta por la operatividad de las mismas, las condiciones de las plantillas laborales y no más. Nadie ha registrado una amenaza, ni mucho menos, tampoco se registra un mal comentario sobre la administración estatal o las municipales.
Ayer el neomorenista estuvo en la zona conurbada de Tampico donde junto con Adrián Oseguera, alcalde electo de Madero, con quien atendió una reunión de trabajo con los empresarios de la construcción de la zona.
Fue una reunión más bien de ‘lugares comunes’ donde se dijo lo que marca el manual: qué hay que trabajar de la mano, que a la zona le urgen obras de infraestructura que se van a gestionar ante AMLO, que habrá una distribución equitativa de las obras, que los soldados y los federales no se irán y así por el estilo.
Pero nada de confrontación, nada de pleito y entonces aquellos que que no están contentos con la administración estatal, porque les fueron retirados beneficios que no justificaban se quedaron con las ganas de: pelea, pelea, pelea…
También esos mismos se han quedado con las ganas de que desde la administración estatal se dé el boicot para el JR y entonces llamar a la bronca, como ocurría cuando Cabeza de Vaca era alcalde de Reynosa y se paraba por Victoria que desde Palacio de Gobierno le armaban camorra, le bloqueaban eventos y hasta prohibían que se difundieran sus actividades.
Eso en este gobierno no ha sucedido con JR y por eso tampoco hay conflicto como, insisto, más de uno quisiera.
Buena señal entonces que de todas partes haya una actitud profesional, de respeto y de disposición al trabajo por Tamaulipas.
Se les agradeció porque nuestra tierra, tan afectada por la violencia, no está para pleitos entre quienes tienen la responsabilidad de trabajar por si desarrollo.
Mal por quienes desde diferentes trincheras han tratado de amarrar navajas, llamar a la confrontación, abonando sin éxito al encono.
En esa maligna operación andan involucrados también algunos priistas de los que se quedaron sin chamba desde hace dos años y que con la debacle del 1 de julio pasado perdieron toda chance de recuperarse y ahora buscan el cobijo de los tricolores que si saltaron a tiempo del barco que zozobraba y que por rencor al régimen azul quisieran que fracasara, como si eso no significara también un daño para el Estado.
Por lo pronto hay que decir que los puntos de coincidencia entre JR y el gobierno estatal en torno a la seguridad son evidentes y eso mantiene la esperanza de que los pasos importantes que se han dado en el gobierno de Cabeza de Vaca, muy palpables en la recuperación de las carreteras, por ejemplo, se mantengan.
Hasta donde entiendo, la próxima semana Gómez Leal vuelve a la capital para seguir empapándose de la operación de las delegaciones, además de atender una agenda de medios.
El megaparque y la confianza…
Y ya que señalaba avances, es de justicia apuntar que la puesta en marcha del parque eólico Reynosa en el que la empresa Zuma invirtió 600 millones de dólares para instalar 123 aerogeneradores, lo que convierte a este parque en el más grande de México y Latinoamérica.
Una inversión de ese tamaño no sería posible sin la confianza en el gobierno de Cabeza de Vaca y los pasos que ya señalaba se han dado en materia de seguridad.
Por lo pronto hay que señalar que este parque tiene la capacidad de generar 424 megawatts de energía, suficiente para atender la demanda, por ejemplo, de 1 millón 100 mil hogares; es decir de prácticamente la franja fronteriza de Tamaulipas.
Importante agregar además que hay en proceso una decena de proyectos eólicos que además, como el que mencionamos dejan miles de empleos y ganancias para productores agrícolas productos de la renta de sus tierras para la instalación de los generadores.
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