Ciudad Mante, Tam.- “Sin las aportaciones económicas que hacen los padres de familia, un plantel educativo estaría sucio, deteriorado y en condiciones no cómodas para los alumnos”, refirió el supervisor interino de escuelas secundarias generales, profesor Tirso González, al señalar que siguen siendo necesarias las cuotas escolares aunque, recalca, “tienen que ser justas y bien administradas”.
Refirió que en otros años las escuelas públicas no tenían aires acondicionados y a los alumnos se les sacaba del salón y daba clase bajo un árbol y no les paso nada, situación que cambió y hoy en día se le reprocha a un maestro, reconociendo que han sido los propios padres de familia los que con sus aportaciones han logrado que las escuelas estén en mejores condiciones porque de lo contrario, dijo, “se caen”, pues la Secretaría de Educación Pública solo paga sueldos a maestros y cubre necesidades indispensables de los planteles, pero no comodidades.
“Ni directores ni maestros manejamos dinero, las ligas de padres se conformaron para que entre ellos se pongan de acuerdo y cubran necesidades del plantel; el gobierno solo nos paga a nosotros los maestros, la luz y pone el edificio, pero en un año con más de mil alumnos que van al baño todos los días se descompone uno y los directores no tenemos para repararlos, los aires los han comprado los padres de familia y otros equipos los ha mandado la Secretaría, pero cuando se descomponen hay que repararlo y eso cuesta”, dijo.
Advirtió además que ningún directivo debe prohibir el acceso a los planteles a alumnos cuyos padres no tienen el recurso para pagar inscripción o cuota escolar y en su caso, establecer estrategias y dar facilidades, así como también a aquellos padres con 2 o 3 hijos en el mismo plantel sólo paguen una inscripción por familia.
En todo caso, dijo que lo que un director puede hacer ante los consejos técnicos escolares que están por conformarse para el próximo ciclo escolar es recomendar para que asignar responsabilidad a personas confiables y fijar cuotas acorde a las necesidades de cada escuela, porque no son los mismos gastos en una escuela con poco alumnado.