* El columnista es autor de las novelas: “Érase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo”, además Premio Nacional de Periodismo 2016.
Este lunes inicia formalmente el ciclo escolar con una asistencia promedio de 25.4 millones de niños y jóvenes inscritos en enseñanza básica y media superior, que serán atendidos por 1.2 millones de docentes.
También se pondrá en práctica el nuevo modelo educativo como eje de la “reforma” impuesta por el neoliberalismo que dicho sea, pocos saben bien a bien de que se trata.
En este aspecto sobran evidencias de la confusión, implementada quizá para confundir más. Es cosa de hojear los libros de texto y remitirse a las burlas y críticas derivadas de “la inteligencia” oficial, donde la mano con seis dedos es lo menos.
Existe certeza de que la llevada y traída “reforma” durará, “lo que duran un par de peces de hielo en un whisky on the rock”, como diría el maese Joaquín Sabina.
Y es que una de las prioridades de AMLO es derogarla sin excusa ni pretexto, para adecuarla a la realidad de la república.
¿Y cuál es esta realidad?. Pues la que todos conocemos y que la tecno burocracia se obsesiona en ocultar.
El asunto es que inicia el ciclo escolar en medio de gran escándalo relacionado con la enseñanza pública, gratuita y laica.
Ya sabéis que AMLO está cierto que la “reforma” de EPN no tiene nada que ver con la educación sino se trata de atentar contra los derechos laborales del magisterio.
Coincide con la Gordillo quien sufriera los rigores del gobierno, justo por defender a sus compañeros en este aspecto.
Pero como la vida da vueltas, AMLO es Presidente Electo y doña Elba Esther está libre y en posibilidades de regresar al liderazgo del SNTE.
Mientras que EPN termina su gestión agobiado por una crisis generalizada de su régimen donde los señalamientos de corrupción e inmoralidad son “el pan nuestro de cada día”.
Crisis que alcanza al PRI, destinado como parece, a desaparecer abandonado por sus principios y alejado de la militancia obligada a apoyar a un candidato externo al que ni siquiera el logotipo del tricolor le unía.
El régimen de EPN agoniza condenado por la mayoría mexica que ahora va por la revancha, impulsada por una victoria electoral que legitima la exigencia de rescatar el país “tope donde tope y caiga quien caiga”.
Es aquí donde entra AMLO y su equipo, en cumplimento de promesas de campaña.
AMLO contra “lacras”
Mientras tanto este domingo el Presidente Electo participó en el Quinto Congreso Nacional Extraordinario de MORENA.
Ahí dijo que el partido no debe “encaramarse” en el poder, ni permitir “lacras” de la política.
Y por otra parte, exhortó a los legisladores que pronto entrarán en funciones, “a no escuchar el canto de las sirenas” y a no olvidar que el poder sólo tiene sentido cuando está al servicio de los demás.
Está bien que lo haya dicho, mejor si lo atienden en cuanto a la importancia y significado de sus palabras.
Digo, porque no hay duda que por estos andurriales se coló una que otra “lacra”, como Ramón Garza Barrios ex alcalde de Nuevo Laredo que lo fue por el PRI, y que ahora sin el menor escrúpulo, lo pretendía por MORENA.
¿Y qué tal José Antonio Leal Doria y Enrique Torres Mendoza que insisten en aprovecharse de la marca MORENA en Tamaulipas?.
Y en cuanto a los legisladores que no deben escuchar “el canto de las sirenas”, bueno será que Américo Villarreal Anaya no se deje llevar por quienes le hablan al oído embarcándolo en una aventura que podría crearle frustraciones, y pue-que hasta prematuras amarguras.
El problema es que AMLO no puede estar atento de lo que pasa con su partido en Tamaulipas. Eso implica que algunas “lacras” con nombre y apelativo de priistas reconocidos, se apunten para figurar como candidatos de MORENA en el proceso del próximo año. Ojo, la contaminación ya se filtra en el MORENA tamaulipeco y alguien se lo debe decir a López Obrador. Si es que se atreven, si no, psss no.
Sucede que
La canalla del café opina que esos 35 millones que “trae perdidos” el PRI estatal debieran buscarlos en los cajones del escritorio de “Checo” Guajardo donde seguramente estarían bajo seguro resguardo. Hasta ha de creer. ¡Ah, raza!
Y hasta la próxima.