CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- En menos de 24 meses el DIF Municipal ha detectado 53 casos de explotación infantil, por los que han sentenciado a dos mujeres a casi cinco años de prisión por el delito de corrupción de menores en el grado de mendicidad.
Cuando llegamos, era común que en los cruceros hubiera infantes vestidos de payaso o lavando parabrisas de automóviles, dijo Dulce María Macías Palomino titular de la Procuraduría de atención a Niños, Niñas y Adolescentes.
“En 2018 llegamos a la meta para sacar a todos los niños de los crucero de la ciudad; sólo hay de vez en cuando algunos que vienen de afuera” . Para lograr este objetivo se necesitó la participación del patronato con autoridades de seguridad.
Dijo que se atendieron 53 caso de niños que eran obligados a pedir dinero en la calle, los cuales estaban mal alimentados o no asistían a la escuela; incluso hubo algunos que tuvieron que ser llevados al médico para revisar su condición física.
Tras dialogar con los madres de mas de 50 niños, la mayoría aceptaron apoyos del DIF para asistir a un curso para aprender un oficio, y fueran ayudados con una despensa, sin embargo hubo dos personas que reincidieron en explotar sus siete hijos.
“Ya están sentenciadas dos personas quienes explotaban a sus siete hijos, por lo que estaban muy renuentes a retirarse” por lo que se les inició una carpeta de investigación.
Luego de enfrentar el proceso legal, dos mujeres fueron sentenciadas a pagar en prisión cuatro años ocho meses con sus multas correspondientes aplicadas por el ministerio publico y el juez de ejecución de sanciones.
Tras éste procedimiento, los casos de mendicidad en Victoria han sido casi eliminados; la practica a veces la realizan personas indígenas que vienen del estado de México y Oaxaca, sobre todo en los meses de julio y diciembre.
“En dos semanas se han sorprendido tres personas explotando a sus hijos para que pidan dinero en la calle ; son personas que vienen de fuera cinco en lo que va del año”.
En cuanto a estos casos, según la funcionaria, se habla con las mujeres, y con quien las trae, ya que la mayoría de ellas solo responden a dialectos, pero quienes las transportan saben muy bien español.
En los tres casos son niños menores de tres años que traen personas indígenas de otros lugares, “les explicamos el motivo por los cuales, los retiramos de trabajar, muchas veces no hablan español pero si la persona quien las trae”.
“Cuando no se quieren retirar, nos apoya la Policía Estatal y también los Jueces calificadores para resguardar estos niño niñas o adolescentes y estén asegurados en la Casa Hogar o con familiares”