TAMAULIPAS, México.- La guerra declarada al narcotráfico por el entonces presidente Felipe Calderón el 11 de diciembre de 2006 ha dejado miles de muertos y víctimas en todos los estados; Tamaulipas no ha sido la excepción.
Los 7 mil 307 homicidios registrados en estos 12 años, dan cuenta de la guerra emprendida por las autoridades contra los grupos delincuenciales que operan en el estado y de las pugnas internas entre los grupos que han dado nacimiento a nuevas células que buscan el control de las plazas, como son llamadas las ciudades por los delincuentes.
En 2006 en Tamaulipas se registraron 346 asesinatos, un año después 265, en tanto que en 2008 se tenían ya 308 homicidios y para 2009 el número de muertes violentas sumaban 288.
La historia cambió drásticamente a partir del 2010, los homicidios sumaron 721 denuncias, 855 para el siguiente año y en 2012 alcanzó su pico más alto con mil 016 asesinatos, bajando en 2013 a 556, pero escalando nuevamente en 2014 con 947 denuncias por homicidio, esto, pese a que en el mes de mayo de ese año, se anunció el reforzamiento de la seguridad por parte de la Federación en el estado.
Los homicidios bajaron en 2015 a 533 y un año después se denunciaron 595 asesinatos; el año pasado los homicidios dolosos nuevamente escalaron a 805 y en este año hasta el mes de julio se abrieron mil un carpetas de investigación, poco más de 4 homicidios al día.
De acuerdo con las autoridades, el 80 por ciento de los homicidios dolosos que se registran, están relacionados directamente con la delincuencia, es decir, se trata de ajustes de cuentas, otros más son de víctimas que secuestran y por alguna razón son asesinadas.
A partir del 2014, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública incluyó en sus mediciones el número de víctimas registradas por los delitos de homicidio, lo que cambió el panorama, ya que anteriormente, aunque hubiera multihomicidios, sólo se registraba una denuncia o carpeta de investigación.
Las víctimas en el 2014 por homicidio sumaron mil 785, un año después mil 687 y en 2016 las víctimas ya alcanzaban mil 889, en tanto que el año pasado fueron mil 928 y en el primer mes de este año ya se tienen 94, un promedio de tres por día.
El negocio de los cárteles no sólo ha sido el narcotráfico, el tráfico de personas, secuestro, cobro de piso, extorsión, robo de combustible, entre otros, les han dejado ganancias millonarias.
San Fernando, una herida que no sana
Uno de los episodios más terribles y violentos de esta ola delictiva protagonizada principalmente por dos grupos criminales es la masacre de migrantes en San Fernando, que puso al descubierto el dolor y sufrimiento de ciudadanos centroamericanos principalmente, que vieron convertido su sueño de llegar a Estados Unidos en pesadilla.
En agosto de 2010 se cometió la primera masacre en Tamaulipas en ese municipio, la noticia dio la vuelta al mundo. En el ejido El Huizachal, 72 personas habían sido ejecutadas, 58 hombres y 14 mujeres procedentes de centro y Sudamérica, fueron acribillados luego de ser secuestrados y negarse a pagar el dinero que los Zetas exigían para dejarlos libres o ser parte del grupo criminal. La barbarie fue descubierta, luego que un ciudadano ecuatoriano logró sobrevivir y tras caminar por muchas horas encontró a unos marinos a quienes contó lo sucedido.
La segunda masacre en ese municipio salió a la luz a partir de abril del 2011, fosas clandestinas dieron cuenta de al menos 193 cuerpos, aunque algunos activistas afirman que la cifra puede rebasar los 500; en ese momento se ordenó la detención de al menos 85 personas.
Nueva estrategia
Con la escalada de violencia, secuestros y homicidios a la alza, el 13 de mayo del 2014 se anunció una nueva estrategia de seguridad para el estado, alrededor de 11 mil 500 elementos del Ejército, Policía Federal y Marina, se desplegaron en el estado, se les pagó un seguro de vida por un millón de pesos, una compensación de 2 mil pesos mensuales por su apoyo y se destinaron recursos para el pago de alimentación, hospedaje, vehículos y gastos de operación, sólo esto representó un gasto de 600 millones de pesos anuales.
Se anunció una limpia en las corporaciones de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas y se establecieron 14 objetivos prioritarios de los dos cárteles que operan en el estado.
Tras el abatimiento y detenciones de los objetivos prioritarios y secundarios, se formaron nuevas células que ahora operaban por su cuenta y buscaban ganar territorio, lo que desató una guerra más cruenta, las bajas seguían aumentando.
Ante el ataque frontal a los delincuentes por parte de los elementos de seguridad, los pequeños nuevos grupos buscaron reclutar a nuevos soldados, los secuestros se disparan y se reclutan a jóvenes, casi niños para realizar labores de halcones, apostados en calles y cruceros, algunos aparentando vender cualquier cosa, otros simplemente vigilando las labores de los soldados y marinos para alertar a los delincuentes.
De acuerdo con un mando, los jóvenes son fácilmente convencidos de pertenecer a un grupo de la delincuencia, por el afán de tener dinero rápido, portar un arma, sentirse parte de un grupo y ser aceptados, aunque al final son simplemente peones, los primeros en morir, con un promedio de vida, ya entrando en el cártel, de cinco meses, “los usan porque no los pueden condenar a muchos años, si acaso entran a un centro de readaptación, salen pronto o se escapan”.
Aunque ha sido difícil contar a las víctimas de secuestro, pues muchos tienen miedo de denunciar, a partir del 2014 se tienen mil 340 víctimas, siendo detenidos del 2012 al 2017, un total de 77 menores de edad relacionados con este el delito.
Los desaparecidos no han podido ser cuantificados, de acuerdo con las estadísticas del Secretariado, al 31 de enero del 2018, se tienen 5 mil 989 casos de desaparecidos en denuncias y carpetas de investigación del fuero común, en tanto que para el fuero federal son 135 personas que permanecen sin localizar.
De nueva cuenta, las cifras son mayores, de acuerdo a las asociaciones de familiares de desaparecidos, la cifra negra puede ser de más del 11 mil, muchos no han denunciado y realizan la búsqueda por su cuenta.
Casi 200 elementos muertos
Las bajas también las han sufrido los elementos de seguridad estatales y federales, casi 200 muertos oficiales han perdido la vida en accidentes o enfrentamientos, realizando labores en el estado.
La Secretaría de Seguridad Pública reporta del 2012 a este año, 40 policías estatales caídos en cumplimiento de su deber. El reporte de la Policía Federal señala que del 2010 a la fecha han muerto al menos 26 elementos, incluido el Coordinador en Tamaulipas, Sergio Licona Gómez en un accidente automovilístico.
Las mayores bajas las reporta a través del apartado de Transparencia, la Secretaría de la Defensa Nacional, se trata de 110 militares a partir del 2007 y aunque la Procuraduría General de Justicia del Estado también han tenido elementos que han perdido la vida, no se tiene reporte del número exacto.
El Procurador Irving Barrios Mojica señaló que en Reynosa, recientemente, al menos en tres ocasiones han emboscado a policías ministeriales, perdiendo la vida el Comandante de la Unidad General e Investigación, Pedro Hugo Carrizales Vega y tres elementos resultaron heridos.
“Ahora son unas emboscadas, aprovechándose que la Policía Investigadora tienen que atender los llamados, hacen los llamados, simulan actos delictivos para que vayan nuestros compañeros”, ante esto, han cambiado la estrategia para que los elementos atiendan las denuncias.
En enero del 2017 en Nuevo Laredo, cuatro mandos de la Procuraduría fueron asesinados a balazos por delincuentes que atacaron la camioneta en que se desplazaban al salir de una reunión de trabajo en esa ciudad.
El crimen organizado se filtra
Las corporaciones no han escapado de la tentación de los grupos delincuenciales, elementos han sido detenidos y acusados de vínculos delincuenciales, en septiembre del 2017, el Procurador Irving Barrios dio a conocer que se investigaba a 300 elementos de tránsito de Reynosa, Matamoros y Río Bravo por realizar labores de halconeo y brindar seguridad a delincuentes en esos municipios.
En noviembre de ese mismo año, cuatro policías, entre ellos una mujer, adscritos al municipio de Xicoténcatl, fueron detenidos por trabajar en favor de grupos delictivos y efectuar extorsiones.
En enero de este 2018, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos determinó que policías estatales habrían participado en la detención arbitraria y desaparición forzada de tres jóvenes en Victoria y entregados a la delincuencia organizada, quienes los torturaron y mataron en febrero de 2014.
Otra recomendación emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos fue por la desaparición forzada y homicidio de cuatro jóvenes, tres de ellos estadunidenses, en octubre del 2014 en el municipio de Matamoros, a manos del ex tinto grupo táctico operativo Hércules Matamoros, integrado por al menos 40 ex marinos y militares, quienes estaba al servicio de la entonces alcaldesa Leticia Salazar.
En febrero de este año, fueron vinculados a proceso, cinco policías federales, junto a un trabajador de Pemex y tres personas más, por su presunta responsabilidad en el robo de combustible en Nuevo León y Tamaulipas.