MATAMOROS, Tamaulipas.- Llegar borracho y con hambre a su casa, le costó la vida a ejidatario que consumió una botana que habían dejado con veneno para exterminar a los ratones, pero al final acabó con el jefe de la casa.
Gumersindo del Ángel Juárez, de 64 años, es el sujeto que estuvo tomando la tarde y noche del domingo para llegar la madrugada del lunes a su vivienda en el ejido La Barranca.
Cuando ingresó a la cocina, el sexagenario sintió un retorcijón de hambre y consumió unas papas que estaban en medio de la mesa, para casi al instante sentir un agudo dolor en el estómago.
Sus familiares lo encontraron tirado, retorciéndose, babeando y junto al plato de las papas que durante la noche habían rociado con veneno para exterminar a ratas y ratones que se habían convertido en una plaga dentro del hogar.
Fue la familia la que estuvo a cargo del traslado de Gumersindo que fue declarado muerto a las 4 horas por personal de Urgencias del Hospital Alfredo Pumarejo.
En su declaración ante policías investigadores, esposa e hijos afirmaron que la botana envenenada era para los roedores y nunca para su ser querido.