22 abril, 2025

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Confesionario

La cacería sigue…

Confesionario

El del viernes en el Congreso Local fue un informe que debió retumbar desde dicho recinto hasta Tamatán y cimbrar el refugio de algunos hasta San Pedro, Nuevo León, porque si algo quedó claro en la segunda comparecencia del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca es que contra los corruptos no hay tregua, no se acabó la persecución y podrían caer más peses gordos.

Así es mis queridos boes, fue el segundo informe de gobierno, ahí ante los representantes de los otros dos poderes, ante invitados especiales y ausencias que lejos de extrañarse describen la posición que juegan en el Tamaulipas que comenzó a escribirse desde junio del 2016 con la histórica derrota del PRI ante quien rendía cuentas ese día.

“Ante la irracionalidad de los violentos, debemos seguir actuando con firmeza para hacer cumplir la ley”, dijo Cabeza de Vaca 
“Tenemos y debemos responder con mayor contundencia, con más inteligencia; no renunciaremos a nuestro deber, ni claudicaremos ante el desafío y el deber de defender a los tamaulipecos de las bandas delincuenciales”.

No, no se refería solo a los grupos de la delincuencia que pelean entre ellos y que generan violencia, se refería también a la otra delincuencia, a la de cuello blanco, a la que aprovechando el poder que les había dado el pueblo de Tamaulipas en las urnas abusó, se despachó en grande con los bienes públicos.

“Los años de los excesos y los abusos que llevaron algunos funcionarios a apropiarse de lo ajeno y a enriquecerse ilegalmente llegaron a su fin”, reiteró.

Vinieron a la mente la figuras de los dos ex gobernadores presos, uno en Tamatán y otro en Texas, se agolparon las imágenes de los funcionarios del pasado reciente que huyeron en una especie de auto exilio a San Pedro o que confiados siguen ahogando sus penas tras la pérdida del poder en el Campestre de Victoria.

Vinieron entonces también los aplausos de los invitados especiales en las gradas: diputados federales y senadores de PAN y MORENA, jefes militares, de la Marina, de la policía federal y los aún delegados del PRI que no tuvieron más que sumarse a las ocasiones hacia el gobernador que los derrotó.

Pero ahí en el graderío de no más de 700 butacas estaban de todos los colores, alcaldes electos y reelectos y los que buscaron pero no lograron la reelección, todos revueltos 

Maki Ortiz de Reynosa, que se apresta a asumir la segunda gestión tras el triunfo arrollador junto a un desastroso Jesús De la Garza Díaz del Guante al que recordarán como uno de los peores alcaldes que ha tenido Matamoros y que desde luego sucumbió ante el candidato de MORENA.

Estaban codo a codo, el más joven de los alcaldes de Tamaulipas y del país Arturo Barrón y el desinflado y ya con las ínfulas por el suelo Andrés Zorrilla, al que los habitantes de Madero le dijeron ya no, para darle el triunfo a Adrián Oseguera también de MORENA.

Ahí más abajo juntas, siempre amigas, siempre damas de colmillo político retorcido la maestra Magda Peraza quien una y otra vez ha dicho volveré pronto y Alma Laura Amparán de Altamira también reelecta, una del PRI (aunque le coquetee MORENA) y la otra del PAN.

Y también los amigos del gobernador, Francisco Gil Zuart y su suegro de la SCT, muy cerquita de César, El Truco, Verastegui, con el influyente Marco Cortez.

En primera fila los gobernadores: Carlos Mendoza Davis, de Baja California Sur; Miguel Ángel Yunes Linares, de Veracruz; Francisco Domínguez Servién, de Querétaro; Martín
Orozco Sandoval, de Aguascalientes; José Rosas Aispuro Torres, de Durango; Guillermo Esparza Eguía, representante del de Zacatecas y Martha Erika Alonso Hidalgo, Gobernadora Electa de Puebla. 

Junto a ellos los demandares: Ismael García Cabeza de Vaca y Américo Villarreal Anaya de Tamaulipas Rafael Moreno Valle de Puebla.

No, no había ex gobernadores del PRI, dos ya sabemos que no pueden, porque las rejas se los impiden, pero Egidio Torre y Manuel Cavazos Lerma no asistieron tal vez porque entienden que no son días para exponerse al repudio social.

Tampoco estuvo el dirigente (líder es otra cosa) estatal del PRI Sergio Guajardo, quien pese a que ahí en el congreso los diputados de su instituto aplaudían al gobernador panista Cabeza de Vaca, lanzó un comunicado en el que desconoció cualquier avance en estos dos años en Tamaulipas. Solo causó mofa del gremio periodístico.

Porque hay evidencias contundentes de avances en seguridad, con la Policía de Caminos, con Los Ángeles Azules, con los más de 61 mil actos de gobierno a favor de las víctimas de la delincuencia, con las cientos de hectáreas recuperadas y que se habían apropiado los priistas que gobernaron antes, solo por dar algunos ejemplos.

Como decía en mi columna anterior, cada quien haga su propia evaluación a partir de los números que dio el gobernador y de la experiencia personal, eso está claro, como claro está que en el PRI estatal no aprendieron en dos años a ser una posición responsable y de altura.

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