CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La violencia contra las mujeres persiste en Tamaulipas por lo que de enero a julio el reporte del Instituto de la Mujer Tamaulipeca reseña que
fueron atendidas tres mil 116 mujeres en los centros regionales para lograr su empoderamiento, y siete mil 874 con atenciones jurídicas y sicológicas.
María Elena Figueroa Smith, titular del organismo, explica que en el Estado la incidencia que tiene documentada el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), es decir siete de cada 10 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia en algún momento de su vida.
De los casos atendidos dos mil 110 corresponden a violencia sicológica, 996 a violencia económica, 780 a violencia física, 1,173 a violencia patrimonial, 131 a violencia sexual y están documentados 19 casos de violencia obstétrica, esta última se registra en centros de salud y hospitales de servicios públicos o privados.
Los porcentajes de violencia por rangos de edad es variada, pero los registros del IMT señala que el 5 por ciento de los casos se da en menores de 18 años, un 30 por ciento en mujeres de 18 a 30 años, el más alto índice con un 42 por ciento se registra en mujeres de 31 a 45 años, mientras que en la edad de 46 a 59 años el porcentaje es de un 17 por ciento.
El mayor número de atenciones por centro regional se registra en ciudad Victoria, seguido de Matamoros, San Fernando, la zona conurbada y Reynosa, con menores casos atendidos se encuentran los municipios que conforman el altiplano tamaulipeco y Miguel Alemán.
Figueroa Smith establece que las acciones para empoderar a las mujeres y tengan la oportunidad de ser productivas no tiene como objetivo que deje de convivir en pareja o que se separe de su esposo, lo que se busca es darles las herramientas para que en condiciones de igualdad puedan convivir sin enfrentar ningún tipo de violencia.
Reconoció que aún hay casos de mujeres que inician los procesos para lograr superarse y en el camino abandonan la intención en lo que va del año de 10 mil mujeres que iniciaron las acciones para mejorar sus condiciones de vida, sólo tres mil lograron concluir con éxito el proceso.
Testimonio
Es difícil superar la violencia: Beatriz
Superar la violencia, física, económica, sicológica y de todo tipo que enfrentó a lo largo de su matrimonio fue difícil para Beatriz Pitones, que hasta hace cuatro meses se decidió y acudió a pedir ayuda para salir del círculo vicioso en que vivía.
Recuerda que fue hasta que una amiga le aconsejó ir al Instituto Tamaulipeco de las Mujeres, “yo no sabía que existía ese lugar por la situación que estoy pasando”.
En su primera visita la sicóloga fue quien la atendió, en la primera sesión su resultado fue fatal, “me dijo que yo era una mujer con todas las características de maltrato, físico, verbal, económico, de total traía yo”.
Por ello decidió defender sus derechos y enfrentar a quien fue su marido por años, fue una decisión difícil, pero determinada acudió a la segunda plática en el ITM, “yo dije hasta aquí”.
Aunque su mundo podría desmoronarse aún más al quedarse sola, porque los pensamientos de que hacer sola con tres niñas, le inquietaban mucho no poder salir adelante también le causaba temor. Con la orientación recibida entendió que si la podían ayudar, porque además no cobran por el apoyo y la orientación sicológica y jurídica, ahora
sus hijas reciben pensión.
Los problemas que la orillaron a pedir auxilio, fueron desde golpes, gritos y no recibir dinero, “yo decía voy a aguantar por mis hijas, para que no anden sufriendo, batallando, pero él tomó la decisión de salirse de la casa con las niñas, fueron golpes humillaciones y no recibir dinero”.
Recibir la noticia de que la dejaba su esposo porque tenía otra mujer, no le dolió al principio, luego comprendí que era lo mejor, “ahora con mis hijas me doy cuenta que el miedo debe quedar de lado”.
Sus hijas son tres niñas, la pensión la reciben porque en el Instituto le dijeron que metiera papeles en su trabajo solicitando el apoyo, él me decía que no me daba hasta que yo arreglara eso, y lo hice”.
La gente que le decía a Betty que ya era mucho lo que estaba soportando tenía razón, porque en cada agresión se quedaba callada, no denunciaba, hoy tras el último maltrato lo primero que hizo fue presentar una demanda legal en contra de quien la maltrató por años, y hoy él sabe que no le va a permitir ni una agresión más, ni contra ella ni en contra de sus hijas.