Es momento de dar por terminada cualquier acción de impacto futuro del gobierno de Enrique Peña Nieto, lo realizado en materia energética ya dejó un precedente en la apertura del mercado nacional –aunque tardía- para la inversión privada nacional o internacional; ahora toca el turno a la nueva legislatura del Congreso de la Unión y muy pronto al entrante presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Por consiguiente, es crucial urgir la revisión de las tarifas eléctricas, además de los precios de las gasolinas.
Desde la primera semana del triunfo avasallador de Andrés Manuel López Obrador hasta el momento de escribir esta opinión editorial, las versiones del gabinete del gobierno entrante a la Presidencia de la República, así como sus legisladores, han dado tumbos que dejan más dudas, que certidumbre. Ciertamente estamos a pocos días para empezar a vislumbrar la política que en realidad aplicarán en el sector energético, en lo particular, en los costos de las gasolinas del que parece no existir un acuerdo generalizado sí tendrán una abolición, disminución o no, del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Sobre este punto –como aquí lo he expresado- he conversado con diputados federales y senadores emanados de MORENA, en lo que dejan en claro las grandes diferencias que tienen sus posturas, que van desde el retorno a los tiempos del paternalismo gubernamental subsidiario de Luis Echeverría, hasta la preservación de una política más abierta al modelo internacional predominante: libre competencia. En las siguientes semanas estos planteamientos cobrarán más claridad en cuanto empiecen las negociaciones para el Presupuesto de Egresos Federales (PEF) 2019.
Sin embargo, es una oportunidad para que tanto los legisladores, como la nueva administración federal y algunas estatales, pongan en la mira la revisión de las tarifas eléctricas que tanta polémica han causado, desde una incorrecta estrategia de difusión del gobierno de Enrique Peña Nieto empeñada a puntualizar que bajarían desde la erogación de la reforma energética, hasta las reclasificaciones en ciertas zonas del país, por ejemplo en el norte de Tamaulipas, sur de Oaxaca, o norte de Baja California.
Juan Carlo Hernández, presidente de COPARMEX Matamoros, en el programa La Entrevista que transmitirá la semana entrante Central TV, por el canal 69.1 de televisión abierta, me dijo que observa casi imposible homologar en la frontera norte de México los precios de las gasolinas y de electricidad, por ejemplo, las tarifas eléctricas están por arriba de 300 por ciento más en Tamaulipas, contra las vigentes en Texas; ‘porque no es lo mismo dejar de percibir recursos, que subsidiar’, hablando por el próximo PEF. Coincido con el líder empresarial en que ésta región en realidad compite con Estados Unidos, no tanto con el sur del país.
El sector gasolinero avanzó mucho en su apertura comercial durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero quedó muy atrasada la modernización del mercado eléctrico nacional en el que todavía falta infraestructura y continúa un solo jugador predominante bajo la Empresa Productiva del Estado: Comisión Federal de Electricidad (CFE). ¿Usted qué opina?
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