Después de la guerra de dimes y diretes, propios de las campañas electorales, las acusaciones sean ciertas o no, a algunos les ayudaron a sacar de los ayuntamientos a la mayoría de los alcaldes que buscaban la reelección. Después de esa exhibida, con el cambio de administraciones les llegó la segunda tanda a los ex alcaldes.
Es muy penoso haber perdido una reelección porque se tenían al alcance todos los recursos para haber generado en dos años suficientes simpatías que eventualmente convertirían en votos para asegurar la chamba los siguientes 3 años, pero no les alcanzó y en la mayoría de los casos la soberbia les nubló la vista y no se dieron cuenta que iban en picada, tal es el caso de Andrés Zorrilla.
El ex alcalde tuvo una tormentosa recta final al frente del ayuntamiento de Ciudad Madero, crisis en el sistema de recolección de basura que llenó al municipio de desechos, un plantón frente a la Presidencia Municipal, y un cúmulo de problemas, que incluso le impidieron asistir a lo que sería su última sesión de Cabildo. Al parecer ya no aguantaba la presión.
Y llegó la segunda tanda con el arribo de Adrián Oseguera Kernion a la alcaldía de Madero. El edil destapó el caos con que mal operaba el Ayuntamiento, nóminas infladas, millones gastados en cosas inservibles como los camiones recolectores, obras inconclusas y una serie de desperfectos que aún no se terminan de dar a conocer a la población.
En Tampico por otra parte, Jesús Nader terminó con reinado de Magdalena Peraza, y con su arribo también develó una serie de “detallitos” que terminaron por empañar las buenas acciones que la ex alcaldesa sí logró concretar en la urbe porteña.
En lo que va del mes ya empezaron a adelgazar la nómina, eliminando personal que saturaba áreas como la de Deportes, iniciaron una “limpia” en Tránsito, con la que ya han sacado a 8 elementos, y revisaron las pobres condiciones en las que operaba la Dirección de Servicios Públicos.
Los nuevos alcaldes de Tampico y Madero llegaron a darse cuenta de la realidad que agobia a las Presidencia Municipales, de los recursos limitadísimos que les dejaron, equipamiento, desecho y muchos burócratas indiferentes, y aunque no es justificación sí los obliga a replantear la forma en que atacarán las deficiencias, por el bien de todos ojalá tengan éxito y resuelvan los problemas.
Pero, ¿y qué sigue? ¿Los responsables de las pésimas condiciones de las alcaldías, rendirán cuentas? ¿Más allá de las auditorías, habrá sanciones? ¿Llamarán a cuentas y a los ex alcaldes y a sus colaboradores encargados de las áreas más ineficientes?
Todo esperamos que sí pase algo, que no quede en meras acusaciones, porque de no llamarse a responder a los culpables del pésimo estado en que se encuentran las áreas de Servicios Públicos, parecería que la exhibida a ellos y a los ex alcaldes sólo es una forma de “curarse en salud” y de justificar el tiempo que tardarán en mejorar la situación, y no creo que sea así.
Tanto Juan Berrios, ex director de Servicios Públicos, por el desaste en Tampico, como Andrés González, ex secretario de Servicios Públicos por la crisis de basura en Ciudad Madero, deberán ser llamados a explicar cómo es que en sólo dos años y con la inversión millonaria para la compra de unidades recolectoras de basura, lograron dejar un área tan pobre e ineficiente.
Esperaremos aquí sentados.
QUÉ CURIOSO
Luego de haber pedido a los victorenses que le reporten directamente a él los baches que hay en sus colonias, el alcalde capitalino Xicoténcatl González, reveló que en sólo 48 horas ha recibido más de 600 reportes y para empezar a dar solución ya se activó un plan emergente para taparlos. Ayer el edil supervisó los trabajos sobre la Calzada Luis Caballero y dijo que seguirá de cerca atendiendo las exigencias de la población, ojalá no baje la guardia y menos el ritmo, bien dicen que más vale paso que dure, que trote que canse.
@Omar_Reyes
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