CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Victoria, la capital de Tamaulipas llega a los 268 años de su fundación con poco o nada qué celebrar; problemas de inseguridad, poca inversión en infraestructura y empresarial, la mantienen en un rezago que se refleja en el cierre de negocios y que, a decir de empresarios de la zona, no ha logrado
recuperarse en cuando menos los últimos diez años.
Desde la crisis financiera del 2008 que se desató debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y que contagió al sistema financiero internacional, aunado a las situaciones de violencia en 2010 que repuntaron en el estado, Victoria como capital y sede de los poderes, sufrió una contracción económica que se reflejó en el cierre de negocios, recorte de horarios de trabajo, en la plantilla laboral y finalmente en la migración de empresas, de todos los tamaños a otros estados.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Victoria, Juan Carlos González Alanís, señalaba en enero del 2018, que algunos empresarios tuvieron que irse de la ciudad por asuntos de seguridad, recordando que, en el 2017, alrededor de 150 negocios cerraron sus puertas, al repuntar en los últimos meses de ese año, el cobro de piso y las amenazas a los empresarios.
“Nos lastima muchísimo como sociedad, porque desalienta la intención de alguien de invertir, de trabajar, el ánimo de seguir creciendo y al reducirse las ventas, el empresario lo primero que hace es quitar personal”, señaló en entrevista.
Con el cambio de administración estatal también se registró el fenómeno del emprendedurismo, “muchas personas que salieron de las filas de gobierno y que en el afán de andar buscando una manera de tener ingresos, fueron los intentos de tener negocios, muchos abren y cierran, abren y cierran, eso lo pudimos ver”, señaló en aquella entrevista el presidente de Canaco Victoria.
De acuerdo con la distribución económica de la población, en el estado de poco más de un millón 600 mil que conforman la Población Económicamente Activa (PEA) y que están ocupados, alrededor del 60 por ciento se encuentran en la informalidad. Los problemas económicos han afectado todos los giros, restaurantes y bares también han resentido la falta de liquidez de los ciudadanos, de acuerdo con un informe de la Comisión de Regidores de Alcoholes y Espectáculos, el padrón de esos negocios, pasó de mil 117 a 800 en junio de este año.
El Secretario de Ingresos, Arturo Soto Alemán, explicó que como parte de las verificaciones que se llevaron a cabo en ese tipo de establecimientos, 500 fueron cerrados al no contar con la licencia correspondiente y a cambio pagaban a la delincuencia organizada para seguir funcionando.
El bajo poder adquisitivo además se reflejó en una baja en la venta de viviendas de hasta un 58.8 por ciento, de acuerdo con un estudio elaborado por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi).
Entre las causas se encuentran en primer lugar la inseguridad, ya que los particulares prefieren no vender para evitar alguna extorsión o secuestro, si los delincuentes se enteraran del valor de la transacción; aunado al cierre de constructoras u oficinas inmobiliarias que se vieron afectadas por algún acto de extorsión.
La situación económica es otro factor que influye en la poca compra-venta de viviendas particulares, reflejado en una alta tasa de desocupación o empleos mal pagados, así como una parálisis financiera que se vive en empresas debido a la falta de inversiones y despidos.
Ingresos comprometidos
Aunque el Ayuntamiento de Victoria en este 2018 arranca con una deuda con la banca comercial de 12 millones y medio de pesos, contratada en 2010 por 50 millones de pesos y que terminará de pagar en diciembre del 2020, teniendo al Gobierno de Tamaulipas como deudor solidario; una buena parte de los ingresos que corresponden al municipio, se destinan para pagar el capital y los intereses de la deuda, estos últimos calculados con la TIIE como tasa de interés de referencia, más 2 puntos porcentuales.
La deuda de los tamaulipecos, incluidos los victorenses con la banca comercial, tampoco está en su mejor momento, se ubica, de acuerdo con las estadísticas del Banco de México, en el tercer lugar a nivel nacional con 3 mil 027.5 millones de pesos.
Aunque desde el 2014 el monto del crédito otorgado por a banca comercial a los tamaulipecos se mantiene más o menos estable entre los 35 millones de pesos, la mora ha escalado de 900 mil a los 3 mil millones de pesos, es decir, aunque no se han otorgado tantos créditos, la gente ha dejado de pagar y se mantiene en la lista negra de las instituciones crediticias.
Las políticas públicas en materia económica en los últimos años, tampoco han favorecido al crecimiento económico de la capital del estado, administraciones estatales favorecieron las inversiones en la zona sur y norte del estado, dejando a Victoria en el olvido, ofreciendo a los victorenses, (sólo unos pocos se colocaban en el gobierno
municipal o estatal o en el magisterio), empleos poco remunerados como empleados de tiendas locales o en las pocas maquiladoras que se instalaron.
El municipio benefició a los “mismos” empresarios locales y dejó de promover las “bondades” de la ciudad o los posibles incentivos, a empresarios, por lo que sólo unas cuantas empresas nuevas, se instalaron.