Aunque no lo crean pero el joven desaparecido el pasado domingo dentro de las aguas del río Guayalejo a la altura de La Clementina del municipio de Llera es fecha que no dan con su cuerpo y eso que se ha hecho hasta lo imposible por encontrarlo, según la información que nos hiciera llegar el alcalde Héctor de la Torre Valenzuela y donde nos comentaba vía celular que ayer instalaron dentro del cauce una barcaza con el propósito de mejorar y ampliar la búsqueda pero no ha habido resultados por lo que se
principia a presumir que muy posiblemente el presunto desaparecido tal vez se regresó a su tierra y es la razón por la cual no dan con él, mientras tanto se continuaba hasta ayer por la tarde insistiendo en su búsqueda, misma que se ha hecho más difícil a causa de las lluvias que han estado cayendo por la sierra y que aparte de la fuerte corriente que llevan las aguas también van revueltas.
Ahora bien, la gente del rumbo ha estado comentando que en años anteriores han sucedido hechos parecidos pero generalmente los cuerpos siempre se han rescatado por
lo que no hay razón para que no localicen parte de su cuerpo aparte que los pobladores de ese lugar conocen bastante bien el río y se les hace extraño que ni una señal del presunto occiso máxime que día tras día han estado participando alrededor de treinta a cuarenta personas en la búsqueda, aparte de los cuerpos de seguridad que no han aflojado el paso.
Aún así se sigue buscando pero el temor es que la gente se canse y den por terminada la búsqueda, lo que trae a nuestro recuerdo que el primer ahogado del que tuve conocimiento
fue el niño Cayetano Salas, allá por los años cincuenta del siglo pasado, quienes cursábamos la primaria en ese tiempo y el día de los hecho fue un treinta de abril cuando se celebraba el Día del Niño, razón por la cual nuestros maestros optaron por festejarnos en El Guayalejo.
Ese día quien esto escribe se encontraba sentado cerca del río cuando observé que el entonces menor de edad era perseguido por su compañero Luis de la Garza Martínez y como
no pudieron detenerse, cayeron en una poza siendo rescatado Luis por el alumno Horacio Puga, quien desde lo alto de un sabino se lanzó al río logrando rescatar a Luis no así a Cayetano. Al sepelio de Cayetano acudió toda la escuela así como las autoridades municipales y sociedad de ese entonces.
Desde esa fecha Luis y a consecuencia del susto quedó medio tartamudo y aunque tuvo dificultades para hablar de corridito logró terminar su carrera de Ingeniero Civil en el Instituto Politécnico Nacional.
A partir de ese día las autoridades educativas suspendieron sus paseos al río.
Cabe recordar que don Cayetano Salas tenía una tienda de abarrotes en la esquina Morelos con Pedro José Méndez, en contra esquina de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, y fue quien donara el terreno donde hoy se encuentra el Centro de Salud.
Desde esa fecha nos tocó ser testigos de varias personas ahogadas, dentro de éstas al que era Presidente Municipal el coronel don Eladio Castro, quien combatió en la Revolución Mexicana y fuera sepultado en el panteón de mi pueblo pero si mal no recuerdo hará poco más de cinco años que sus hijas sacaron el cuerpo y sus cenizas las guardaron en su casa de Ciudad Victoria o en una iglesia.
¿Interesante la historia?…. pues en otra ocasión les platicaré otra.
HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE