“
Los pobres no comen gasolina, comen tortillas”, dijo ILDEFONSO GUAJARDO VILLARREAL, Secretario de Economía ante el Senado, al tratar de defender los gasolinazos y el fracaso de los paquetes económicos de la administración de ENRIQUE PEÑA NIETO, que impactaron de manera negativa en los que menos tienen.
Los legisladores panistas y de MORENA, principalmente, cuestionaron a GUAJARDO VILLARREAL el que poco se hiciera durante la presente administración, para que aumentara el desarrollo económico y bajaran los índices de pobreza en el país, pero lejos de dar una respuesta sensata, contestó con extrema torpeza.
Durante la comparecencia, ILDEFONSO enumeró una serie de acciones, según él exitosas e hizo un comparativo de cómo estaba el desarrollo económico y los índices de pobreza durante el sexenio de FELIPE CALDERÓN y el supuesto avance que hoy se tiene.
Decimos supuesto avance porque en cada administración, siempre se vanaglorian por los éxitos que según ellos tuvieron durante su gestión, números van y vienen mientras que el pueblo, no ve ni siente mejoría, al contrario, pareciera que se va en retrocesos, las mejorías y ganancias, sólo los ven los encumbrados.
En el balance de sus números ILDEFONSO asegura que el poder adquisitivo del salario se recuperó con PEÑA NIETO, que pasó del 1% que tenía con FELIPE CALDERÓN al 16%, que además los productos como la tortilla, en el sexenio calderonista se encarecieron casi en un 63 por ciento, mientras que durante la actual gestión, solamente un 17%, esos son sus números, pero la realidad la ciudadanía tiene otros diferentes, pues las señoras de la casa, las que saben cuánto cuesta el kilo de tortillas, dan constancia que hace dos años costaba 10 pesos y hoy el precio oscila entre los 14 y 16, mientras que ellas o sus maridos, siguen ganando lo mismo.
Pero bueno, el caso es que el Secretario de Economía dio una cátedra de insensibilidad y desconocimiento que aderezó de torpeza, al contestar los cuestionamientos de los legisladores.
Llámele como quiera, torpeza, declaración desafortunada, insensibilidad, da lo mismo, las palabras de ILDEFONSO, que parecía un hombre sensato hasta hace dos días, calaron a la mayoría de los mexicanos.
Dice el Secretario que los pobres no comen gasolina, que comen tortilla, pollo, leche, huevos, se nota que el hombre desconoce que hoy día más del 60 por ciento de la población en este país, ya no le alcanza para comer todos esos productos, ni siquiera dos días a la semana, gracias al aumento a los combustibles y los raquíticos salarios.
Que alguien le explique al Secretario, que con el alza a los combustibles aumentan los insumos, la canasta básica, el transporte y medicamentos.
No sólo impacta a los ricos o los que cuentan con vehículo el incremento a los combustibles, sino a toda la población, de hecho los que menos tienen, son los que más resienten y a los dinerosos, es a quienes menos impacta, porque de una manera u otra, recuperan lo que gastan.
Es un hecho, ILDEFONSO pecó de torpe al expresarse de esa manera, se nota que no tienen ni idea de las carencias de los mexicanos, ni de cómo se mueven los precios de los productos, qué provoca su alza.
Ese es el problema cuando llegan a los puestos gente alejada del pueblo, los que nunca, ni por error, se han puesto a investigar las necesidades que tiene este México lindo y querido.
En fin, la situación es que el Secretario de Económica, ILDEFONSO GUAJARDO VILLARREAL, fue pasado al banquillo en el Senado, como parte de la glosa del Informe Presidencial, los legisladores le cuestionaron sobre los gasolinazos y escasos resultados en el desarrollo económico y atención a la pobreza, en su intento de defender lo indefendible, el funcionario hizo un comparativo de números que no convencieron a nadie, para colmo, se gastó la frase de que los pobres no comen gasolina, comen tortilla, mostrando su completa torpeza e indiferencia, ante la situación que vive el pueblo mexicano.