* El columnista es autor de las novelas: “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo”, además Premio Nacional de Periodismo 2016.
Es probable que la construcción del aeropuerto en Texcoco sea suspendida como resultado de la consulta popular en marcha. Pero no lo sabremos hasta el domingo por la noche cuando se conozcan las cifras respectivas.
Mientras tanto, el nerviosismo hace presa a poderosos inversionistas que por tradición se han servido de los grandes negocios públicos.
Justo este jueves, antes de emitir su voto, AMLO mencionó entre otros a Jerónimo Gerard, (cuñado de Carlos Salinas de Gortari), Carlos Slim, Olegario Vázquez Raña y directivos de ICA.
A algunos de los cuales, según dijo, buscaría para lograr acuerdos en caso de que el proyecto Texcoco no les favorezca.
También denunció la campaña en medios de comunicación y de periodistas, encargados de divulgar miedo cuando no existe riesgo, considerando que el nuevo aeropuerto solo tiene que ver con una minoría y no con el interés general de la república.
Señaló en concreto a Televisa y Carlos Loret de Mola que lo hacen responsable de circunstanciales vaivenes financieros, como la volatilidad del peso y el comportamiento de las bolsas de valores.
A estas voces a favor del nuevo aeropuerto se unió el tampiqueño Ángel Gurría Ordoñez, secretario general de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo), con el argumento de que no construirlo enviaría una mala señal a inversionistas internacionales.
No es necesario decir que Gurria es defensor indiscutible del capital globalizante rapaz y depredador.
Por su parte Javier Jiménez Espriú, el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, presentó este miércoles un estudio que asegura la factibilidad de la terminal militar de Santa Lucía y el actual aeropuerto.
En este ambiente, el titular de SCT, Gerardo Ruiz Esparza, compareció en la cámara de diputados este jueves, siendo apabullado por la serie de errores cometidos por la dependencia, muchos de los cuales han sido verdaderos escándalos, como el tristemente célebre socavón de Cuernavaca y la serie de obras defectuosas, inconclusas e incumplidas sobre las que recaen sospechas de corrupción.
En este sentido fue exhibido como uno de los funcionarios cuya tarea está dominada por la opacidad.
Inútil decir que “la defensa” tricolor resultó insuficiente, incluso ridícula y hasta grotesca.
Por supuesto, los calificativos más duros procedieron de Gerardo Fernández Noroña quien no lo bajó de “vende patrias”, “traidor” y émulo de Santa Anna, por decir lo menos.
LARGO ES EL CAMINO
Tal vez el éxodo centroamericano no ha sido tomado con la suficiente seriedad en su paso por Tamaulipas.
No se trata solo de familias que buscan mejor calidad de vida, sino de un hecho que debiera encontrar sólido apoyo fraterno ante la situación social y política que viven en sus países de origen.
Es lamentable que algunos alcaldes y funcionarios menores consideren el fenómeno como simple invasión que podría alterar la vida cotidiana, olvidando que tiene profundo sentido humano.
Recordéis que las ciudades de la frontera se formaron gracias a la migración nacional e internacional.
Tal vez se ignore que gran parte de Centroamérica perteneció al territorio mexicano y por lo tanto, la mayoría de quienes llegan fueron nuestros hermanos. Y por sangre todavía lo son.
Regatear el asilo fraterno es como negar la oportunidad de vida a las familias que ven en México (y por supuesto a nuestro estado), como la última esperanza.
De manera que si algunas autoridades dan la espalda, la sociedad civil tendrá que tomar la iniciativa y ayudar hasta donde sea posible.
Por otra parte, en los contingentes es muy triste la presencia de niños, principales víctimas de un capitalismo que unido a las dictaduras, crea esta clase de tragedias.
Por ellos hay que ser solidarios y no caer en la trampa fascista tendida por Trump a los mexicanos.
SUCEDE QUE
La capital del estado luce como ciudad bombardeada por tantos “baches” y zanjas heredadas por la anterior administración. Si no es mucho pedir, ¿será posible que el ayuntamiento actual dé señales de vida?. Como dijo aquel, “no todo es zumba”.
Y hasta la próxima.