CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Por el contenido de sus letras, uno pensaría que la mayoría de los fans de Paquita la del Barrio son mujeres, sobretodo despechadas, pensamiento que fue echado abajo durante este domingo, al asistir tanto damas como varones al concierto en la Feria Tamaulipas 2018.
Tan no es así, que dos horas antes de su presentación ya había un grupo bastante numeroso de personas esperando frente al escenario, en donde figuraban parejas de adultos, pero también jóvenes.
Puntual como siempre, Paquita subió al escenario elegante, adornada de un vestido rojo con lentejuelas y acompañada del Mariachi Son D Hidalgo, el cual maximizó sus rolas llegadoras, como gancho al hígado, directos contra el género masculino, que sin duda muchos merecen.
Fue así que sonó “Invítame a Pecar”, acompañada de un grito, sí, ese que llega cuando ya dio sed y de la mala acompañada de un mentado recuerdo o deseo.
Asimismo, interpretó otros temas como “La mentada”, “Cheque en blanco”, “Piérdeme el respeto” y la tan esperada “Rata de dos patas”, canciones que aunque ya tiene más de la década, las jovencitas de 15 años las interpretaban sin problema y de memoria.
Previo al concierto, en tienda de prensa Paquita afirmó que los nuevos géneros musicales, como el movimiento alterado o reguetón, no es de su gusto, por lo que descarta cualquier posibilidad de incursionar en esa música o cooperar con alguno de sus intérpretes.
Esto debido a que consideró que podría ser música que deleite algunas personas, sin embargo, sus letras dejan mucho qué desear.
En cuanto a nuevas producciones , dijo que aún no está interesada en otra serie biográfica, sin embargo, piensa en escribir un libro en donde detalle de forma explícita sus anécdotas de vida personal, como la profesional.
La intérprete se mostró contenta de llegar a Victoria, lugar que dijo lleva en el corazón, ya que aquí fue uno de los sitios en donde inició su carrera junto a su hermana Yola, al hospedarse varios días en el Hotel Sierra Gorda, en donde también realizó varios shows.
“Hace muchos años aquí empecé junto a mi hermana Yola, vine a trabajar al Sierra Gorda, donde fueron mis inicios”.