Ayer, mientras la Caravana de Centroamericanos ya pisaba tierras veracruzanas, en el territorio texano frente a Tamaulipas, cientos de militares gringos empezaron a reforzar la frontera, colocando alambre de púas en el puente que comunica a Hidalgo con Reynosa, así como en la orilla del Río Bravo, además, se activaron escuadrones aéreos para realizar ejercicios de contención, en las Aduanas.
Así es como el gobierno de Donald Trump empieza a tomar acciones, para impedir el ingreso de los migrantes indocumentados a su territorio, concretado con estas sus advertencias de que no cederán, no les permitirán el paso y no tendrán contemplaciones, ni están dispuestos a que su soberanía, se vea menguada.
Al mismo tiempo, México ve vulnerada otra vez su frontera con Guatemala, un segundo grupo de migrantes pretende ingresar a nuestro país y, los pronósticos para ellos, son los mismos y, lo que sería una “tierra de paso”, eventualmente podría convertirse en su nuevo hogar.
Si el panorama es malo para los centroamericanos, para México también lo es.
La incapacidad del gobierno federal para impedir su ingreso al país y, de no soportar la presión social de los bienintencionados -pero ignorantes- mexicanos, que con todo su buen corazón exigían les permitieran el paso por el país, ahora lo pone en la difícil situación de tener que controlar más ingresos masivos por el sur y de atender, como buenos anfitriones, a los más de seis mil que ya están en el centro de la República.
Desde el inicio, el Gobierno de Tamaulipas vislumbró la problemática que llegaría a la frontera de Tamaulipas, donde podrían quedar como “población flotante”, hasta que puedan ingresar a EU, porque regresar a su país, no es opción y, para eso, podrían pasar meses… o años.
El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, desde hace días analizaba la situación, el jueves por la tarde, un grupo de funcionarios de Tamaulipas se reunieron con representantes del Gobierno de Peña Nieto y de los municipios, para evaluar la estrategia que deberá seguir el estado para ofrecer alojamiento, alimentos y atención médica, pero además, garantizar la seguridad de su población.
Tras la larga reunión, la Subsecretaria de Legalidad y Servicios Gubernamentales, Gloria Garza Jiménez, reveló datos desalentadores y preocupantes, a Tamaulipas podría costarle entre 200 y 400 pesos diarios, atender a cada uno de los migrantes, esto prevé alimentación, hospedaje, servicios como baños y consultas médicas y, estimaba que podrían llegar por Tampico, en una plazo de 15 días, sin embargo, podría ser mucho menos.
Durante este viernes, los migrantes alcanzaron Veracruz, llegaron a los municipios de Sayula de Alemán, Acayucan y Oluta, un poco más al norte de Coatzacoalcos. Inteligentemente, el gobernador Miguel Ángel Yunes, les ha ofrecido transporte hacia la Ciudad de México o al punto que ellos deseen ir, de esta forma, los sacaría más rápido de su estado y así tener menos tiempo el problema, en su territorio. Dijo que ofrecerán ayuda humanitaria, pero lo más importante, es la seguridad de sus ciudadanos.
Así que el problema está más cerca de nuestro estado. De acuerdo con el Gobierno de Tamaulipas, de los más de 5 mil migrantes que llegaron a Veracruz, podrían al menos 2 mil tratar de llegar a EU, por nuestra frontera, el resto buscaría hacerlo por Ciudad Juárez o Tijuana, el motivo es que debido a que algunos tienen ya familiares en “gringolandia”, piensan que aunque es más larga la travesía, podrían ayudarles a cruzar más fácil o al menos más rápido.
Y Andrés Manuel López Obrador, solo ayuda a calentar el ambiente. Él ha pedido se apoye a la Caravana, lo que marca la primera desavenencia entre el Presidente electo de México y el Presidente de Estado Unidos. Para AMLO falta casi un mes en tomar el poder y será uno de los temas que más incomodidad le causarán, es un punto no planeado en su proyecto de inicio y no podrá ignorarlo, estará entonces en una de las primeras pruebas, un mal cálculo le pondría en contra a parte de la población mexicana que ahora, si bien no lo quiere, solo lo ignora, con todo y sus consecuencias.
La zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira, así como ciudad Victoria, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, tendrán que buscar cómo costear el paso o de plano la llegada de sus nuevos inquilinos, porque no será una situación que se resuelva en una semana y, el costo económico y político, podría ser alto.
Mientras los nuevos alcaldes tendrían que estar preparando su arranque de acciones del 2019 y cuadrado presupuestos, ahora tienen que destinar tiempo y dinero a la atención de los migrantes. Esa es una perspectiva que nunca se detuvieron a evaluar los bienintencionados mexicanos, que demandan se apoye a los migrantes.
Esta novela de suspenso, continúa…
QUÉ CURIOSO
Apenas a un mes de haber tomado las riendas de los municipios, parece que algunos Alcaldes están terminando de acomodarse en sus oficinas y, con ello, apenas dándose cuenta de que no es tan fácil administrar un municipio y, menos lo es, cumplir tanta promesa con tan poco dinero.
El escrutinio de quienes no votaron por ellos (ninguno ganó por mayoría absoluta) se endurece, los esperanzados dejan de tenerles fe y sus seguidores, que en campaña los defendían a capa y espada, empiezan a dejarlos indefensos y eso les está empezando a calar profundo.
Y se hace evidente, cuando sus colaboradores tienen que salir al frente a justificar las acciones que han emprendido o al contrario, el por qué algunos temas no se han atendido y más notorio es, cuando a base de boletinazos pretenden cambiar la percepción que se empieza a generalizar, no están cambiando nada y las condiciones de sus municipios, no mejoran.
Es demasiado pronto para decir que no dan el ancho, pero más de uno piensa que lo que la gente dice, es que les quedó grande el cargo.
Cuestión de percepciones.
@Omar_Reyes
omarereyes@gmail.com