Decíamos recientemente, que en la política como en las carretas, las calabazas se acomodan sobre la marcha y así sucede.
Los generales siempre se entienden y ni modo, los terceros perjudicados únicamente tienen como opción apechugar, aguantar vara. Después de todo no les irá tan mal y su chamba seguirá siendo envidiable.
Y es que resulta que las súper delegaciones federales, antes de nacer se harán chiquitas y sus titulares siempre no tendrán poderes de virreyes ni de procónsules, pero los programas sociales se mantendrán e inclusive acentuarán su carácter clientelar, para potenciar la estructura de Morena, que a pesar del abrumador triunfo electoral, poco tendría que hacer por ahora, en otra competencia parejera.
De acuerdo a los ajustes que se anticipan, José Ramón Gómez Leal, por ejemplo, tendrá un puestazo, pero mucho menos pretencioso que el anunciado por el ajuste a la reforma legal, que lo ubica como un subordinado más de la Secretaria de Bienestar, Luisa María Albores y no del poderoso Gabriel García, operador predilecto de Andrés Manuel López Obrador.
Inicialmente, la propuesta de reformas administrativas, hablaba de crear las “Delegaciones de Programas para el Desarrollo” con una función que levantó ámpula:
coordinar las acciones prioritarias con las autoridades estatales, municipales y de la Ciudad de México y supervisar -fiscalizar-, los programas a cargo de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal.
La intención era -se especuló-, acotar el poder de los gobernadores, restringirles el acceso al dinero federal y poner un cerco político al tenderles enfrente una estructura, que con el dinero de los programas sociales, acumularía una gran capacidad de movilización política.
Por lo menos así se interpretó y por eso se desató un gran debate y un movimiento de resistencia, principalmente entre algunos mandatarios estatales, que advirtieron la intención de disputarles el control de su territorio.
Hubo gobernadores que no se anduvieron por las ramas, como Javier Corral de Chihuahua y Enrique Alfaro, de Jalisco, que impugnaron la figura del súper delegado y advirtieron que con ellos, no habría entendimiento.
Como muchas de las cosas que se han ido ajustando de acuerdo a las circunstancias políticas del país, parece ser que siempre las cosas no van por ahí.
Por lo menos así se interpreta lo que afirma la presidenta de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, Rocío Barrera, quien indicó que el predictamen que distribuirá a los diputados, tiene cambios sobre la estructura de las nuevas súper delegaciones.
“En el dictamen viene el cambio de que los delegados estarán adscritos a la Secretaría de Bienestar y ya no lo estarán en la Oficina de la Presidencia”, mencionó.
Indicó que los cambios serán consensuados con los Senadores, para que no le metan mano en la Cámara Alta y aplique desde el primer día del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La diputada de Morena indicó, que el predictamen se distribuirá el lunes, para que los legisladores hagan propuestas de ajustes; el 12 de octubre se apruebe el dictamen en la Comisión de Gobernación y Población y, el martes 13, en el pleno.
La idea es evitar asperezas con los mandatarios estatales, aunque queda por ver, cómo se recibe la operación del gasto social, por sus implicaciones en futuras competencias electorales.