CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Las cuatro caravanas de migrantes avanzan por México, sin que la autoridad controle su tránsito. El primer grupo, integrado por aproximadamente siete mil mujeres y hombres, está en vulnerabilidad por culpa de las autoridades, coincidieron organismos defensores de los derechos humanos. Los grupos de centroamericanos suman aproximadamente diez mil mujeres y hombres.
Ayer domingo por la noche se confirmó, por medio del defensor Arturo Peimbert Calvo, que desde el sábado 3 de noviembre, alrededor de 100 integrantes de la primera caravana, desaparecieron abordo de dos camiones. Al parecer, los migrantes en Isla, Veracruz, subieron a camiones con placas 183-EC-3 y KY-88-765, esta del Estado de México.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), señalaron que los gobiernos federal y de Veracruz dejaron solos a la primera caravana, que ingresó el 13 de octubre de 2018. Además, solicitaron que las administraciones de Puebla y la Ciudad de México, salvaguarden a los caminantes que ya avanzan hacia la capital del país.
“La ONU-DH está profundamente consternada por la desprotección en que se ha dejado a la caravana migrante en el Estado de Veracruz, luego de que la oferta de traslado humanitario del gobierno estatal, fuera cancelada. Esta cancelación está teniendo como resultado la fragmentación de la caravana, cuya unidad era su principal fuente de protección, una gran parte de las personas de la caravana, están no localizadas”, sentenció el organismo en su cuenta de Twitter.
La CNDH urgió a participar en la protección de los migrantes al subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Rafael Avante Juárez; al titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia; los secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública de Veracruz, Rogelio Franco Castán y Jaime Ignacio Téllez Marié, respectivamente. Además de sus homólogos en Puebla y la Ciudad de México.
“…las condiciones en que viajan las personas que integran la “Caminata Migrante”, provocan que su situación sea más vulnerable y las exponen a ser víctimas de algún ilícito que afecte su patrimonio, integridad física e, incluso, su vida, lo cual los sitúa en riesgo extraordinario”, refiere la Comisión.
Hasta ahora, la primera caravana ha decidido la ruta mediante asambleas. Así decidieron el viernes por la noche, avanzar hacia la Ciudad de México, para evaluar los próximos destinos al norte. Al llegar toda la caravana a la capital del país, se prevé una asamblea para definir quiénes irán por el este o el oeste, hacia la frontera con Estados Unidos de América.
Hasta ahora, la mayoría se inclina a cruzar hacia Tijuana, Baja California y Ciudad Juárez, Chihuahua. Tamaulipas es un destino que ha estado en la caravana, sin embargo, aseguran los migrantes, para cruzar es necesario la vigilancia estricta de la Policía Federal (PF).
Crisis y fe
“Esta noche ha sido gloriosa”, dijo el hombre que lideró la consulta en el campamento de la Caravana de Migrantes en Sayula de Alemán, Veracruz. Hace un momento, los migrantes aceptaron la propuesta de transporte hacia la Ciudad de México, hecha por el gobernador veracruzano, Miguel Ángel Yunes Linares.
“En fila sin empujarnos, todos vamos a abordar porque todos somos una sola nación, un pueblo centroamericano. La lucha sigue. El rey de reyes y señor de señores, es el que nos tiene aquí. Esta lluvia que cae ahorita, es una gran bendición de dios”, pronunció el hombre al micrófono.
Empero, el sábado al amanecer, los migrantes despertaron en el mercado municipal de Sayula de Alemán, Veracruz, con la noticia de que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares proponía llevarlos a un campamento en Isla, municipio ubicado a aproximadamente 480 kilómetros de la capital del país.
Los coordinadores y representantes de las organizaciones defensoras de migrantes no pudieron convencer a las mujeres y hombres de aceptar el replanteamiento del político panista. Apenas salió el sol, los contingentes partieron rumbo a la llamada carretera de la muerte, que conecta las localidades de Tierra Blanca, Isla, Tuxtepec, Loma Bonita y comunidades intermedias.
Una parte de los migrantes abordó microbuses locales que cobraron 30 pesos por pasajero. Los integrantes que no tenían dinero, fueron auxiliados por asociaciones religiosas que respaldan la caravana. Poco a poco los migrantes que arribaron a Isla se inquietaron y no accedieron al albergue, donde pretendían tenerlos cuatro días.
Al mediodía, el hartazgo y la fe impulsaron a los grupos que ya estaban en Isla, en la frontera con Oaxaca. Cientos de centroamericanos decidieron pedir “aventón” a
camiones de carga que iban a la capital del país. Hondureños y salvadoreños negociaron el precio del viaje con choferes, que osciló entre 100 y 300 pesos por persona.
Mientras una centena ya avanzaba a la Ciudad de México, el resto se refugió, por la tarde, en ciudad Alemán. En el campamento de Isla, un estimado de 500 personas se quedaron. Decenas de familias veracruzanas y oaxaqueñas, dieron de comer y beber al paso de los migrantes.
A las 19:00 horas se reportó la llegada de seis personas de El Salvador y Honduras (dos mujeres, una bebe de un mes y 4 hombres) al estadio “Jesús Martínez Palillo” en Cuidad Deportiva de la delegación Venustiano Carranza, en la Ciudad de México. Tres horas después arribaron once adultos y siete menores al deportivo de la Magdalena Mixhuca.
Ayer domingo, los migrantes prosiguieron desde los puntos veracruzanos y oaxaqueños, donde pernoctaron. Al cierre de la edición, aproximadamente 2 mil mujeres y hombres arribaron a la Ciudad de México. Quinientos ya se encuentran en el albergue instalado por el gobierno capitalino. Y un millar esperaba ser trasladado de la Basílica al campamento oficial. La Secretaría de Salud, reportó muchos casos de paperas.
el dato
Tres fallecidos
El hondureño Melvin de Jesús Gómez Escobar, fue el primer migrante que murió. El joven de 22 años, cayó de un tráiler durante el recorrido de la primer caravana, en el municipio chiapaneco de Huixtla.
El hondureño Henry Adalid Díaz Reyes, falleció en el intento de ingresar a Chiapas. Las autoridades indagan el motivo de la muerte. La pesquisa principal, es el impacto de un proyectil lanzado desde el lado mexicano y que le asestó en la cabeza, al hombre de 26 años.
El salvadoreño José Fredy Villegas Jandres, murió por agotamiento extremo el 2 de noviembre. El adulto de 33 años viajaba en la cuarta caravana. Enfermó en el esfuerzo de vencer la reja en el puente fronterizo, mientras otros de sus paisanos corrían hacia tierra mexicana.
Caminan desde el 13 de octubre
El 13 de octubre, aproximadamente 7 mil mujeres, hombres y menores de edad, unidos escaparon de la violencia y pobreza de San Pedro Sula, Honduras. La primera caravana entró nadando y en balsa a México.
El tamaño del éxodo impidió que el personal del Instituto Nacional de Migración, frenara el paso. Esto motivó a los integrantes de la segunda caravana.
El 29 de octubre, dos mil personas cruzaron el río Suchiate. Los elementos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), Policía Federal (PF) y autoridades migratorias, impidieron el cruce hasta que los migrantes corrieron peligro por la corriente.
Los migrantes acordaron pisar tierra mexicana, solicitar refugio, ingresar a un albergue y no moverse hasta que la solicitud se resolviera. Sin embargo, en el camino al albergue que estuvo poco vigilado, los centroamericanos avanzaron por la carretera rumbo al norte.
La tercera caravana llegó el 30 de octubre, a la frontera con Guatemala. Trescientos migrantes originarios de El Salvador, asesorados por el cónsul de su país, Enrique Azúcar Hernández, solicitaron refugio en contingentes de 40 personas.
Todas y todos fueron trasladados a la sede de la Feria Mesoamericana, espacio que las autoridades mexicanas lo catalogan como albergue, aunque los defensores de migrantes lo consideran una área más de la estación migratoria.
El viernes 2 de noviembre entró la cuarta caravana con 2 mil migrantes, por el puente fronterizo de Talismán. Los migrantes intentaron avanzar por el puente “Rodolfo Robles”, luego probaron por el río y decidieron la opción menos riesgosa para las mujeres y menores de edad.
En esta ocasión, la fuerza de los policías fue inútil y la caravana ya camina por las carreteras chiapanecas.
Organizaciones de derechos humanos registran más de 10 mil migrantes avanzando hacia la frontera con Estados Unidos. La Secretaría de Gobernación (Segob) reporta dos mil 934 solicitudes de refugio de integrantes de la caravana y poco más de mil personas deportadas.