Como a nivel nacional, el PAN y MORENA de Tamaulipas comienzan a enfrascarse en guerras internas de cara al proceso electoral del 2019, y aunque suene ridículo, al del 2022, porque los ‘golpeadores’ suponen y suponen muy mal, que pegarle a los que creen sus oponentes en sus mismos partidos los hará crecer.
Así es mis queridos boes, filtraciones mal intencionadas, ataques en los medios a través de ‘analistas’ de esos de 3 pesillos y hasta conspiraciones más sofisticadas han comenzado a circular como fuego amigo en varios puntos de la entidad.
Por el sur, está bien claro que Germán Pacheco, director del ITIFE en el Estado y aspirante eterno a la alcaldía de Tampico no ha superado primero, no haber sido él el candidato y que en el lugar que creía suyo se colocará a Jesús Nader, y segundo que una vez ganada la alcaldía por el PAN no le entregarán a él las posiciones que dicen asegura se merecía para repartir entre su gente.
Y es que apuntan a que quería poner casi todo el gabinete, pero como no ocurrió, no tiene empacho en despotricar y empujar campañas en whatsapp y otras linduras.
No tiene caso relatar la serie de ataques que se han dado en torno a la autoridad porteña de color azul, pero es evidente que ‘pachequín’ como le dice la maestra Magdalena Peraza es uno de los sospechosos.
Y es que en contraparte, gente cercana al mando porteño, tampoco se calla cuando acusan al ex diputado federal de exigir mucho, pero mucho más de lo que su esfuerzo en la campaña merece.
Otro ring entre panistas tamaulipecos está asentado en Victoria, ahí no hay hasta ahora quien pueda fusionar los intereses políticos entre los grupos del alcalde Xicoténcatl González Uresti, Arturo Soto y aunque ustedes no lo crean el de Miguel Manzur Pedraza.
Resulta que la mayoría de los panistas de la capital reconocen a Soto como el líder de la estructura azul, ha sido dos veces candidato a alcalde y fue sin duda pieza fundamental en el triunfo de Xico, por instrucciones directas del jefe político de los panistas en el Estado.
Al subsecretario de Ingreso del Gobierno Estatal se le anota como seguro candidato a la diputación local para el 2019 y, ojo, candidato natural en tres años a la alcaldía, bajo la bandera azul.
Por eso no han sido fortuitas, sino muy sintomáticos los ataques de los últimos días en redes sociales en su contra, golpes por cierto de bajísimo nivel.
¿De dónde vienen los golpes contra Soto?, a ciencia cierta no lo sé, pero obviamente obedecen a las posibilidades electorales que sus adversarios al interior del PAN le ven. Porque además resulta que Miguel Manzur Pedraza también está bien anotado para la misma candidatura y en los círculos que rodean al alcalde corre la versión que su gente lleva mano en la nominación para el año que entra.
Por Reynosa las cosas no cambian entre los azules, desde los que tildan de poco seria a la alcaldesa Maki Ortiz y la acusan de compartir el poder de manera ilegal con su hijo y esposo, hasta los que todavía reclaman que el neopanista Neto Robinson vaya a querer repetir en la boleta.
Y les decía de MORENA, pero ahí la cosa tiene que ver más con un sueño guajiro más a futuro, al 2022, porque parece que a los que en Tamaulipas son beneficiarios y protagonistas del triunfo de Andrés Manuel López Obrador una diputación local o una alcaldía les queda corta y ya buscan la candidatura a la gubernatura, en juego en poco más de 3 años.
Chequen y verán que apenas asoma la cabeza el senador Américo Villarreal y le llueven patadas, no se diga José Ramón Gómez Leal, propuesto como súper delegado y lo mismo.
Aunque hay que decir que contra el JR las patadas de sus compañeros de MORENA son más discretas, porque son pocos los que se arriesgan a publicarlas en los medios tradicionales y optan por miedo, utilizar las redes sociales, el cuchicheo en reuniones de café y parrandas para repetir una y otra vez las versiones que le adjudican amistades nada presumibles, entre otros pecadillos. De dónde vienen los ataques contra JR, sino es de sus cuates morenos.
Y como les decía, igual que con las patadas entre los azules, ¿quién les dijo a los políticos estos que pegándole a sus adversarios ellos van a crecer?, ¿por qué estar méritos al otro les aumentará los propios?, algunos están tontitos.
En ese escenario de patadas andaba la humanidad de Héctor Garza, el famoso Guasón, a quien todos daban por muerto luego de la elección de julio y sopas, comenzó la semana con el billete de lotería ganador y fue anunciado como próximo oficial mayor de la SEP; si en el país.
Al que todos veían como perra flaca en su propio partido, resultó ser desde esta semana uno de los tamaulipecos más cercanos al presidente electo.
Eso sí, hay que considerar dos cosas en el nombramiento de Héctor Garza: uno, se le hace justicia, porque no es de esos morenistas advenedizos de los últimos meses y dos; esa misma justicia podría alejarlo de la posibilidad de construir una candidatura para el 2022.
¿Quién va a parar el golpeteo en el PAN y MORENA?, creo que tendrá que venir el manotazo desde muy arriba.
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