Monterrey, NL.-Aun cuando el Congreso de Nuevo León aprobó y nombró un Consejo de Administración Municipal, después que la Sala Superior del Tribunal Electoral ordenó anular las elecciones en Monterrey por tantas anomalías registradas, la ciudad está sumida en una crisis política inédita, que amenaza con prolongarse hasta el 2019, si la elección extraordinaria convocada para el 23 de diciembre no convence a los partidos y sus candidatos.
Según el historiador nuevoleonés Israel Cavazos, en diciembre de 1923, Monterrey vivió una situación similar a la de ahora, con la diferencia de que en aquel entonces, después de anularse la elección, se nombró un Junta de Gobierno Municipal y todo quedó en santa paz, y no como en este 2018, donde todavía nadie sabe en qué va a terminar esta novela política en la que está atorada la segunda ciudad más importante del país, considerada como la capital industrial de México.
Esta historia empezó así:
El 1 de julio del 2018, después de una elección cuestionada y plagada de anomalías, el candidato del PAN a la alcaldía de Monterrey, Felipe de Jesús Cantú gana con una diferencia redonda de 5 mil votos, al priista Adrián de la Garza, quien buscaba la reelección a su cargo. El 9 de julio, Felipe recibe del Comité Estatal
Electoral su constancia de mayoría, pero Adrián impugna y se va a los tribunales, alegando robo y fraude.
El 17 de agosto, después una gran escaramuza mediática, el Tribunal Estatal Electoral dominada por magistrados afines al PRI, le quitan el triunfo al panista Felipe de Jesús y ordenan al Comité Electoral entregar la constancia de ganador al priista Adrián de la Garza. El PAN con Felipe de Jesús, impugnan también el fallo del TEE, y acuden a la Sala Regional de Tribunal Federal e inician una resistencia civil, con plantón permanente de los azules frente al palacio municipal por el que desfilaron las figuras nacionales de Acción Nacional más representativas como Felipe Calderón, Santiago Creel, Javier Corral, Marko Cortés, y hasta Margarita Zavala que ya no milita en el partido.
El 18 de octubre, la Sala Regional del Tribunal Federal falló en contra del priista Adrián de la Garza y le devuelve la constancia de ganador de las elecciones a Felipe de Jesús, atizando más el encono entre priistas y panistas, además del enojo de la opinión pública regiomontana que calificó como un gran circo político la disputa por Monterrey.
Vale decir, que paralelo al caso de Monterrey estaba el municipio de Guadalupe, donde Pedro Garza Treviño del PAN y Cristiana Díaz, se decían ganadores de la elección guadalupense.
Pero no quedó todo ahí.
De nueva cuenta el priista Adrián de la Garza se inconforma y se va a la última instancia que es la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. La resolución de este poder, se creía, acabaría con la crisis poselectoral de Monterrey, pero no fue así. 15 minutos antes del 31 de octubre, justo cuando deberían tomar posesión los nuevos alcaldes, los magistrados federales de la Sala Superior en una decisión salomónica acordó anular las elecciones por encontrar irregularidades en las dos partes, y ordenó al Comité Estatal Electoral convocar a nuevas elecciones. También ordenó al Congreso del Estado nombrar un Consejo
Municipal para que la ciudad de Monterrey no se quedara sin gobierno.
Sin embargo, el 1 de noviembre Monterrey amaneció sin poderes municipales porque los diputados de todas las bancadas no lograron ponerse de acuerdo sobre quien encabezaría el Consejo Municipal.
Monterrey, la capital nuevoleonesa, ícono del poder económico en el país, quedó al garete por espacio de 5 días, donde repuntó la violencia y la ola de robos en casas habitación y comercios creció al doble, a tal grado que el gobierno del Estado tuvo que entrar a ejercer el control de la Policía Municipal para enfrentar la emergencia que vivió la ciudad estos días.
Finalmente después de los forcejeos, particularmente de los diputados del PRI y del PAN deciden aprobar al Consejero Presidente y los 29 consejales (regidores y síndicos), recayendo la responsabilidad en Bernardo González de la Garza, que se desempeñaba como secretario de Seguridad Pública en el gobierno del Bronco.
El Comité Estatal Electoral mientras tanto, acatando la orden del Tribunal Federal, convocó a elecciones extraordinarias para el 16 de diciembre, a la que acudirán los mismos partidos con los mismos candidatos.
Para no perder la costumbre el Gobierno del Estado se negó aportar los 50 millones de pesos que costará la organización y operación de la nueva elección, alegando que no tenía dinero para el caso, entrando al relevo el Instituto Nacional Electoral, quien aportó 15 millones de pesos y el Comité Estatal Electoral dispuso de sus ahorros para pagar los gastos del proceso.
Y por si eso fuera poco, otro episodio atizó la crisis política.
El Partido Morena que había participado en la elección de julio en Coalición con el Partido del Trabajo y Encuentro Social con el candidato Patricio “El Pato” Zambrano, interpuso un recurso para ir solo en la elección extraordinaria y con otro candidato, llevando el pleito legal al Tribunal Electoral. Por la tardanza en ese litigio, el Comité Electoral se vio obligado a mover la celebración de las elecciones extraordinarias, del 16 al 23 de diciembre, lo que agudizó la confrontación entre el PAN y el PRI. Este movimiento, Acción Nacional lo calificó como estratégico para favorecer al PRI, pues la elección sería un día antes de navidad y muchos regiomontanos saldrán de la cuidad y no acudirán a votar, además del enojo natural entre los votantes para volver a participar en la elección.
El lío electoral sigue, pues “El Pato” Zambrano insiste en ser candidato de la Coalición Morena-PT-PES, pero éstos ya no lo quieren. El ex participante de Big Brother ya anunció que acudirá a los tribunales a exigir que se respeten sus derechos políticos. En la misma posición está Adalberto Madero “Maderito”, quien participó como candidato del Verde Ecologista, pero este partido, este martes anunció que va en Caolición con el PRI, por tanto, dejaría fuera a “Maderito”, quien la noche de este miércoles anunció que ya inició la impugnación de la Coalición PRI-Verde.
Este enredo, confesaron ayer los diputados del Partido del Trabajo, Azael Sepúlveda y Ramiro González de Morena, pone en riesgo una vez más la elección extraordinaria.
“Puede que no haya elección o amanecer el 2019 sin alcalde otra vez”, dijo Sepúlveda.
Monterrey sigue en vilo. No hay certidumbre y se está en callejón sin salida.
Para los observadores políticos, esta momento político atípico que vive Monterrey, puede provocar que el Consejo Municipal que fue nombrado por el Congreso se quede los tres años en el gobierno, lo que favorecería políticamente al Bronco y su grupo pues tendrían tiempo para proyectar políticamente a Bernardo Gonzalez de la Garza, que encabeza el Consejo Municipal y proponerlo como candidato a gobernador en el 2021, “esa es su intención real”, dicen.
En suma, Monterrey es hoy un horno electoral que quema a todos y que no se sabe en que vaya acabar. Está al garete, políticamente y socialmente.