Miquihuana, Tamaulipas.- Habitantes del municipio de Miquihuana, demandaron a Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), realizar operativos de vigilancia en la zona serrana, porque a finales de noviembre y principios de diciembre, varias personas acuden a robarse pinos para venderlos como árboles de navidad.
En Tamaulipas se estima que anualmente se talan ilegalmente hasta 2 mil hectáreas, cuya madera se utiliza principalmente para elaborar carbón vegetal de manera ilegal, mientras que en temporada decembrinas se ha detectado a personas acuden a la sierra a talar pinos para venderlos, así lo denunció Natividad Barrón, líder campesino en Miquihuana.
“Se han presentado denuncias ante la autoridad municipal, en años pasados luego que han descubierto a personas de Nuevo León que entran a la sierra para llevarse los pinos y venderlos”.
“En estas fechas, dijo, es cuando más llegan personas en camionetas, cortan pinos y se los llevan para venderlos en ciudades como Monterrey”.
Por ello, se pide a la PROFEPA realizar operativos de vigilancia en esta temporada, luego que son las fechas cuando empiezan a llegar los depredadores.
El representante agrario, dijo que en zonas como el ejido Aserradero, Valle Hermoso y las Joyas, en la última semana de este mes llegan los taladores y se llevan los pinos.
“Año con año presentamos quejas y denuncias en la Presidencia Municipal de Miquihuana, pero nunca se nos ha atendido, por lo que ahora queremos que la PROFEPA, tome conocimiento”.
El año pasado se presentó una propuesta ante el Congreso para castigar con 10 años de cárcel a las personas que sean sorprendidas realizando la tala clandestina de arboles, para la producción de carbón o madera, sin embargo no prospero.
Frenan tala en zonas protegidas
En Tamaulipas la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), se encarga de vigilar seis reservas naturales protegidas, para evitar que se realice la tala ilegal, dijo Gilberto Estrella Hernández, titular de la dependencia.
Desde que asumimos el cargo, dijo, se puso fin a la tala en áreas protegidas, debido a que de continuar podría traer consecuencias negativas en el tema del cambio climático.
“Si bien es cierto son zonas muy extensas, pero cada tala tiene sus repercusiones, por lo que se ha trabajado en frenar este tipo de situaciones que se han registrado”.