CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Miles de trabajadores de Tamaulipas se ven condenados a vivir en casas de mala calidad, pequeñas y, que a pesar de ser ofrecidas a bajo precio, son adquiridas con créditos que terminan disparando su costo final.
Desarrolladoras inmobiliarias como Alora de Nuevo León y Caletto de San Luis Potosí, ofrecen estas viviendas de interés social, que no cumplen con las dimensiones mínimas consideradas por las organizaciones internacionales, para ofrecer calidad de vida a una familia.
De hecho, en muchas ocasiones ni siquiera cumplen con las medidas que exige la Ley para el Desarrollo Urbano de Tamaulipas, que obliga a los fraccionadores a construir las casas en predios con por lo menos 6 metros de frente y 16 de profundidad, para alcanzar una superficie de 96 metros cuadrados.
En la región centro de Tamaulipas, los desarrolladores de vivienda siguen ofertando casas habitación -pese a que no hay demanda suficiente- con apenas 50 metros cuadrados, a un costo de 300 mil pesos, que con un crédito social puede elevar su costo final hasta los 600 mil pesos.
Así, las viviendas populares en Tamaulipas con el paso de los años, el encarecimiento de materiales y constructores voraces, se han convertido en “unas auténticas ratoneras, donde las familias no pueden desarrollarse armónicamente”, aseguró Marco Tulio de León Rincón.
El líder del Movimiento en Defensa del Bienestar Social, dijo que no se respeta lo establecido en las leyes y los tratados internacionales referente a la dignidad con la que deben vivir las personas y el acceso a la vivienda entre otras.
Consideró que en Tamaulipas el gobierno como los Ayuntamientos deben revisar las medidas básicas con las que se construyen las casas y valorar que es necesario el incremento de espacios para recamaras, baños, cocina, patio que es lo básico para que una vivienda sea considerada digna.
“No se puede permitir que constructoras ofrezcan ratoneras como vivienda, aparte de que desfalcan al erario público y a los ciudadanos ya que casuchas de 35 mil pesos ya con el terreno, las terminan dando entre 150 mil y 200 mil pesos, siendo esto un verdadero fraude y actos de corrupción en perjuicio de las arcas del gobierno tripartita y del usuario final al cual no se la regalan”.
En ese sentido explicó que las leyes dicen que los espacios serán en función del número de personas que integran la familia que habitara la vivienda; sin embargo en sectores populares o colonias de la periferia de las ciudades se puede observar que se ofrece la vivienda muy pequeña.
“No cabe ni una cama matrimonial en las recamaras, en las cocinas las madres de familia cocinan agachadas o de ladito y nadie más puede pasar cuando alguien está allí cocinando, en los baños las personas muy apenas entran de la calidad de los materiales ni hablemos, todas se cuartean y se caen a pedazos”.
Aunque recientemente no se han autorizado fraccionamientos, en las administraciones anteriores se avaló el desarrollo de cerca de 40 en Ciudad Victoria, algunos de los cuales todavía están en obra.
El boom de las viviendas de interés social en la capital del estado se debe a la gran oferta de terrenos que aún existe.
En la zona de Pajaritos por ejemplo, hay autorización para construir 11 fraccionamientos; en esa área se estima la construcción de 10 mil viviendas para la próxima
década.
Denuncias constantes
Pero este crecimiento y la necesidad de los trabajadores de hacerse de una vivienda, han permitido a las constructoras e inmobiliarias cometer abusos constantes contra sus clientes.
La Profeco tiene registro de 20 quejas por un monto superior a 5 millones 500 mil pesos que han sido recuperados para el consumidor; la mayoría en los municipios de Victoria, Mante y Matamoros.
Las quejas fueron en su mayoría por la entrega de casas en mal estado físico y/o por entregarla sin servicios primarios instalados.
Actualmente, en Victoria se construyen algunos fraccionamientos que ofrecen viviendas a precios muy bajos, pero cuya calidad y tamaño están lejos de ser las ideales.
Alora Desarrollos tiene en cartera el fraccionamiento “Todos por Tamaulipas”, un complejo habitacional con cientos de casas, ubicado en el Libramiento Naciones Unidas a 500 metros del Congreso del estado.
Aún a medio habitar, las calles del sitio ya se encuentran en pésimas condiciones, con tiraderos clandestinos en las supuestas áreas verdes, y una evidente incomunicación con el resto de la ciudad.
En su página de internet, la empresa ofrece dos modelos de vivienda de un piso con sala, comedor, cocina, dos habitaciones, pero no especifica la superficie total de la construcción, ni del predio.
Luis González Cruz, Presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) reconoce que hay una oferta excesiva de vivienda popular.
Hay desarrollo, “desde nuestro punto de vista hay una sobre oferta, en todo caso faltarían acreditados para la adquisición”, dijo tras reconocer que muchas empresas
se han dedicado a la construcción de casas de interés social.
Aunque no tienen registro de quejas formales sobre mala calidad de vivienda, o quejas importantes, dijo que tanto el INFONAVIT como el FOVISSSTE pueden hace llegar quejas o denuncias.
La superficie de construcción de la vivienda económica puede ser de 50 metros cuadrados, cada instituto como el INFONAVIT y FOVISSSTE tiene sus reglas y especificaciones para que las viviendas sean sujetas de crédito.
Ricardo Gaviño Barroso, Subdelegado de FOVISSSTE en Tamaulipas, reconoció que de los créditos que autorizan en algunos casos los beneficiados han solicitado el apoyo del fondo para resolver problemas que enfrentan tras recibir la vivienda.
“El FOVISSSTE no puede correr el riesgo de recibir oferta de vivienda de mala calidad, los trabajadores derechohabientes son a final de cuenta los que buscan las opciones”.
Aunque reconoció que actualmente la gente busca casas con mejores condiciones, mejor tamaño y mejor ubicación, esto encarece su precio, por eso se busca siempre que no se sorprenda al trabajador con una vivienda de mala calidad.
A lo largo de 2018 el FOVISSTE ha entregado en Tamaulipas mil 205 créditos entre tradicionales, pensiona2, conyugal FOVISSSTE-INFONAVIT y Alia2, con un monto total de 838 millones 837 mil 703 pesos.
Tamaulipecos, los más ‘endrogados’
La entidad es una de las de mayor crecimiento en el sector de las viviendas populares. Entre el 2016 y 2018, el Invonavit tiene registro de la construcción de 28 mil casas que fueron ofrecidas a través de créditos.
Pero al mismo tiempo, Tamaulipas es el estado con la mayor cartera vencida del país. El 9.21% de los créditos en la entidad, cuentan con algún tipo de retraso en el pago: la cifra asciende a más 4 mil millones de pesos.
El problema es que pese a ser considerados créditos sociales, los de Infonavit no son nada baratos financieramente hablando.
Si un trabajador obtiene un crédito total por 500 mil pesos del Instituto, tendría que pagar 5,900 pesos mensuales por 15 años, una cifra que está muy por encima de la capacidad financiera de un trabajador, con un salario mínimo profesional.