Se requiere carácter para que una persona, en calidad de Gobernador del Estado fije una postura contraria al Presidente de la República. Pero en ocasiones no hay opción y hay qué plantarse.
México vive ahora una etapa de inestabilidad producto de la Cuarta Transformación de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que empeñado en que le rinda el dinero para ayudar a los pobres, sigue recortando recursos hasta de dónde no debiera, complicando las cosas para todos, gobernantes, empresarios, políticos, pero también para el ciudadano común.
Tratando de ver las cosas en perspectiva podemos fijarnos en dos puntos, a favor o en contra de las políticas del Presidente. A favor podríamos decir que los recortes obligarán a eficientar los recursos, evitar gastos innecesarios, recortar salarios, eliminar puestos que dupliquen funciones, y “hacer más con menos”, como cita el Peje (¿aún le podemos decir así?).
En contra podríamos decir que quitarle dinero al campo, las universidades, los Estados, la seguridad y demás rubros, para dárselos a los adultos mayores, estudiantes y ninis, no es la mejor vía para sacar adelante un país.
Y no porque no merezcan apoyos (los que no estudian ni trabajan esos sí no lo merecen), sino porque estaríamos sacando adelante a los pobres generando pobreza, así es, darle menos a quienes más o menos tienen, no va a hacer que los que no tienen nada vivan mejor. A la larga podría convertirse en un círculo vicioso que terminaría por hacer que la final, todos tengamos menos, porque simplemente no alcanzará para todo.
Y podría ser en ese sentido la perspectiva del gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, que apenas conoció el recorte que sufrirían los recursos para Tamaulipas, fijó su postura en contra y advirtió que no dejarán que le quiten a los tamaulipecos lo que les corresponde.
El mandatario estatal ha advertido que los recortes lejos de impulsar el desarrollo del país, lo frenan e inhiben, por lo que la disputa continuará.
El Gobernador no está solo, sus homólogos de otros estados que integran la Conago se han pronunciado en el mismo sentido y han creado un frente de resistencia a las políticas filosas de AMLO que ha llegado a recortar todo.
Para el grueso de la población pueden ser temas complicados de entender cuando no se tiene contexto de cómo es el reparto de los recursos, pero es sencillo.
Los estados recaudan impuestos los cuales se envían a la Federación, del total del dinero, el 10% se regresa a los estados para su obras y proyectos y un 5% se manda a los municipios, del resto se encarga el gobierno federal que los distribuyen en dependencias, y lo etiqueta para rubros específicos, y sólo por poner algunos ejemplos le digo que lo invierte en obra pública, seguridad, salud, educación, etc.
Lo que está haciendo la Federación es que el dinero que invierte en los estados lo está redireccionando para los programas asistencialistas de LÓPEZ OBRADOR, con ello habría menos obra pública pero más becas, menos recurso para el combate a la delincuencia pero más apoyos para los adultos mayores, y así.
El Gobernador ha sido claro en advertir que no está pidiendo que se incremente el recurso que se envía a Tamaulipas, pero sí que no se reduzcan las inversiones en la entidad. Complejo, lo sé.
Eso por un lado, y por el otro, su política de AUSTERIDAD REPUBLICANA está instando a que se reduzcan los salarios mientras el mínimo él lo subió.
Suena inteligente exigir que los políticos ganen menos para que los pobres tengan más, pero qué pasa con los que no son ricos y también tendrán que ganar menos, hablo de catedráticos, investigadores, médicos, ingenieros, etc., que se han profesionalizado en sus áreas y todos los años de estudio y experiencia no tendrán recompensa, porque ganarán lo mismo que otras personas con menos preparación.
Cómo podría ser justo que un médico especialista, que ha pasado entre 8 y 10 años estudiando, ahora deberá tener un salario menor para que un administrativo con 3 años de estudio o un intendente, incluso sin estudios profesionales, ganen más. Lo digo con respeto para todos, pero no parece justo.
El colmo es que la Secretaría del Trabajo incluso ha planteado que la iniciativa privada también pague menos a sus directivos como para nivelar las cosas.
Y peor aún, con el incremento al salario mínimo una persona podrá ganar al mes $3,121, y gracias al programa de apoyo a los ninis, recibirán $3,600. Aún no logro ver la coherencia ni el beneficio real, pero tal vez me equivoco. Ojalá me equivoque.
El 2019 será difícil y no queda más que tratar de estar preparados, aún no se cómo podré prepararme, pero sigo cuestionándome y preguntando a los que creo pueden saber. ¿Usted qué hará?
QUÉ CURIOSO
Estamos a un par de días de Nochebuena y de recibir la Navidad, por lo que aprovecho este espacio para desearle muchas bendiciones, salud y unidad familiar, que en mi opinión es lo que importa en esta vida. Le agradezco amigo lector el favor de su tiempo para leer estas líneas.
Si usted opina diferente, hágamelo saber
@Omar_Reyes
omarereyes@gmail.com