CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La empresa canadiense Pantera Exploración y Producción renunció a la mitad de un campo de gas, ubicado en territorio tamaulipeco de la Cuenca de Burgos, mismo que había ganado en la ronda 2.2. Es la primera declinación de este tipo en la entidad.
El contrato del área número cinco, situada entre Reynosa y Río Bravo, fue firmado el 8 de diciembre de 2017. Tiene una extensión de 444.636 kilómetros cuadrados (km2) y la firma extranjera renunció al 48 por ciento de la superficie adjudicada mediante licencia por 30 años. Este es el primero de los 30 contratos de la reforma energética que se cae en Tamaulipas.
El caso fue presentado por el titular de la Unidad de Administración Técnica de Asignaciones y Contratos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Fausto Álvarez Hernández, ante el órgano de gobierno de la CNH. La propuesta fue discutida ampliamente y aprobada por unanimidad.
En los cuatro años de la implementación de las subastas energéticas es la cuarta ocasión que empresas renuncian a los campos que obtuvieron. El Consorcio Petrolero 5M del Golfo dejó el área gasera 2 Benavides-Primavera de la ronda 1.3. El caso se ubicó en la frontera de Nuevo León con Tamaulipas.
Posteriormente, Canamex Energy Holdings abandonó totalmente el campo Moloacán, localizado al sur de Veracruz. Finalmente, el consorcio de Capricorn Energy México y Citla Energy E&P decidió renunciar parcialmente al área contractual 15 de Tampico-Misantla-Veracruz. El contrato bajo la modalidad de Producción Compartida se encuentra en el Golfo de México frente a Tamiahua, Veracruz.
En el caso tamaulipeco, Pantera Exploración y Producción, de acuerdo con Álvarez Hernández, argumentó que derivado de análisis adicionales con sísmica 3D no obtuvieron elevada prospectividad de gas y, aunado a esto, quieren evitar las contraprestaciones por el manejo de todo el área.
Actualmente, en los 444.636 km2 operados por Pantera hay 33 pozos distribuidos en dos polígonos, de los cuales 8 son útiles y 25 inútiles. La producción asciende a 1.5 millones de pies cúbicos de gas diarios, de acuerdo con la CNH. El polígono que resolvió abandonar cuenta con 13 pozos y solo uno es útil, esto representa un área de 213.256 km2.
Hasta ahora Pantera opera con un programa provisional de actividades, con el objetivo de continuar con la producción. Por ello, la canadiense paga, al mes, entre 3 mil a 3 mil 200 pesos por kilómetro cuadrado por mes por impuesto por actividad de exploración y por la contraprestación de actividad de exploración.
Pantera ha pagado 681 mil pesos al mes desde que firmó su contrato en diciembre de 2017. Con la aprobación del plan de desarrollo para la extracción que se dará con la reducción Pantera pagará un monto mensual que oscila entre 6 mil a 6,200 pesos por km2, por impuesto por actividad de extracción.
“Es importante destacar que esta devolución parcial del área que hace el contratista no afecta sus otras obligaciones relacionadas con el contrato”, dijo el titular de la Unidad de Administración Técnica de Asignaciones y Contratos de la CNH.
El plazo natural para finalizar la etapa de transición final vence el 5 de mayo de 2019. En caso de que se otorgue una prórroga a la conclusión del proceso, los pozos quedarán libres para el 3 de agosto de 2019.
Pemex Exploración y Producción (PEP) podría acompañar a la vigilancia de los pozos ubicados en el área contractual a la que renunciaron. Tras el inventario final, PEP deberá presentar un programa para los pozos.
Pantera es una de las empresas con más inversiones energéticas en Tamaulipas, producto de la reforma energética. Tan sólo en la ronda 2.2 obtuvo 5 campos en la frontera norte y uno más en Tabasco. Juntos abarcan un área combinada de más de 2.557 km2, distribuidos en los estados de Nuevo León, Tabasco y Tamaulipas.
En los primeros 23 días de diciembre, el sector energético en Tamaulipas colapsó, debido a las nuevas medidas ordenadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Los impactos principales son la suspensión temporal de las inversiones para los parques eólicos y las cancelaciones de las rondas 3.2 y 3.3, con 30 campos convencionales y no convencionales en territorio tamaulipeco.
De acuerdo a la Comisión Estatal de Energía, las pérdidas económicas estimadas van por arriba de los 8 mil millones de dólares. Más de 5 mil millones de dólares corresponden a explotación de hidrocarburos fósiles y el resto a energías limpias.