Más allá de las fobias y filias a las decisiones que está emprendiendo Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República, por el supuesto combate al robo de hidrocarburos, con toda la información que crucé entre fuentes de México contra las de Estados Unidos, genera una pésima señal sobre el futuro energético del país. Si no es la lucha contra el “huachicoleo”, entonces ¿Qué hay detrás del desabasto de gasolinas?
Solo para tener como punto de partida, es falso que los gobiernos anteriores no combatieron el robo de hidrocarburos, no solo lo indican los reportes que tenía que hacer público Petróleos Mexicanos (PEMEX) en su todavía estado mercantil de Empresa Productiva del Estado, sino por tratarse de una acción conjunta internacional. Explico. Cerró 2017 con la detección de diez mil 363 tomas clandestinas, que si bien, no fue suficiente para combatirlas, pero había un trabajo serio trabajo de investigación para amainar la fuga cifrada en 25 mil millones de pesos en pérdidas. Era un operativo multinacional pues la gran parte de las gasolinas robadas no iban destinadas al mercado negro nacional –como últimamente reitera el gobierno actual- sino para usarse en el trasiego de drogas hacia Estados Unidos, particularmente en las embarcaciones en alta mar.
En calidad de periodista -sin pago alguno por PEMEX o del gobierno federal- estuve el 30 de junio de 2017 con el personal de seguridad de la refinería en Cadereyta, Nuevo León, donde atestigüé el operativo que realizaban, detallándome la tecnología que empleaban para detectar tomas clandestinas con rayos infrarrojos, rayos X, sensores híbridos y drones.
¿Qué hay detrás del desabasto? Insisto lejos de fobias y filias, solo hay que mirar hacia precisamente donde no ve el consumidor tradicional, pero tampoco quiere el gobierno de López Obrador que volteen a mirar. En este mismo momento, al redactar está opinión editorial, con la información de las administraciones portuarias de Veracruz se sabe que hay por lo menos 60 embarcaciones con gasolinas provenientes de Estados Unidos esperando la orden para descargar; aquí hay que poner otro dato, una vez que reciban la orden de compra por parte de PEMEX, será más cara que cuando salieron por el cobro de hora de navegación.
Con información de las petroleras de Texas, no hay orden de compra de hidrocarburos de México oficialmente desde el primero de diciembre de 2018. Roberto Díaz de León, presidente de Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (ONEXPO), refiere que en el país se venden 172 millones de litros diarios; mientras que José Luis Palos, presidente de la Asociación de Gasolineros de Nuevo Laredo, Tamaulipas, da a conocer que está cerrada 50 por ciento de las estaciones de diésel, considerando que diariamente cruzan más de 17 mil tráileres por ese puerto fronterizo, no es tema menor.
PEMEX comunica sobre la misión con 50 inversionistas en Nueva York, de la que trasciende que fue un fracaso, incluso hasta le pidieron la renuncia al nuevo director operativo de finanzas. ¿No es una pésima señal? ¿Usted qué opina?