EU. Un feto de 24 semanas de gestación fue sacado del cuerpo de su madre para realizársele una cirugía y luego regresarlo al vientre.
Cirujanos del Colegio Universitario de Londres y del Hospital Great Ormond Street, junto a médicos bélgas, hicieron posible la operación en Reino Unido.
La razón de la complicada cirugía recayó en que al feto se le detectó espina bífida, que le provocaría al nacer dificultades para caminar e inclusive parálisis.
Tras pruebas de líquido amniótico, resonancias magnéticas y escáneres, Bethon y Kieron Simpson, ambos de 26 años, aprobaron la cirugía fetal intrauterina.
El procedimiento consistió en abrir el útero de Bethon y sacar parcialmente al feto para operarlo. Posteriormente lo recolocaron y cerraron el útero. Se prevé que el bebé nazca en óptimas condiciones en abril próximo.
Una de las enfermeras que participaron en la operación, aseguró que el 80 por ciento de los padres deciden interrumpir el embarazo cuando se les notifica que su hijo nacerá con dicha afección.
La espina bífida es detectada en Reino Unido en entre 700 y 900 embarazos al año, por lo que el Gobierno hará obligatoria la harina con ácido fólico para reducir los casos.
Con información de ABC