* El columnista es autor de las novelas “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo” y Premio Nacional de Periodismo 2016.
A punto de transcurrir los primeros cien días del régimen federal, los conservadores y neo porfiristas han fracasado en el objetivo de crear un vacío de poder.
Y lo intentaron (lo siguen haciendo), de diversas formas: desde el ataque directo, especialmente a través de medios de comunicación y “analistas” a modo (o a sueldo, mejor dicho), que no cesan en atacar bajo cualquier pretexto, por más insignificante que parezca.
Este ambiente de linchamiento contra el supremo gobierno provoca el rechazo de una opinión pública ya no fácil de manipular. De ahí que las malsanas críticas se hayan convertido en grotesco espectáculo, considerando que no tienen otro origen que el interés económico y político.
Desde luego que los partidos opuestos a MORENA aprovechan para sacar ganancia, sin embargo se ve y se siente que la derrota de julio anterior los dejó sin armas, para combatir con dignidad y calidad moral.
Ahora mismo, ex funcionarios panistas, perredistas y priistas, no encuentran donde esconder sus vergüenzas (los que tienen, los que no, pss no), tras ser exhibidos como parte de la corrupción que condujo a México hacia la crisis post revolucionaria más severa de que se tenga memoria.
Desastre en todos los sentidos, que el régimen encabezado por AMLO trata de remediar con los riesgos que ello significa, incluyendo su seguridad personal.
Los neo porfiristas entonces, ponen el grito en el cielo. ¿Cómo es posible, si la corrupción se había institucionalizado?.
Y no pasa un día sin que conozcamos más pruebas de inmoralidad política y administrativa del pasado inmediato. Tanto que los casos de SEDESOL, SEDATU, Obras Públicas o PEMEX ya ni llaman la atención por su frecuencia y descaro.
Y resultan ejemplos de todo tipo. Este jueves por la mañana algún reportero preguntó al presidente López Obrador sobre la planta de fertilizantes que perteneció al estado en tiempos de Echeverría, (entonces era autosuficiente para el consumo nacional), después Salinas la privatizó y Calderón la volvió a comprar con dinero público.
Una planta que es “chatarra” con valor de mil millones de pesos, pero fue adquirida por Calderón en diez mil millones de pesos, misma a la que se le invirtieron diez mil millones más…y no produce porque los gobiernos neo porfiristas la abandonaron.
Y así se van descubriendo “transas” de ex funcionarios que ahora indignados, se llaman “perseguidos políticos”.
Este caso, como otros conocidos, se investigará. De acuerdo a la promesa de AMLO, toda vez que de no hacerlo, el gobierno se convertiría cuando menos, en encubridor.
¿Y qué tal “el enojo” de José Narro Robles, el ex Rector de la UNAM, priista convencido, quien echó la máscara a la basura y ahora sin recato ni nada que se le parezca, busca la dirigencia del PRI?.
¡Una “chulada” de académico puesto al servicio de quienes atentaron contra México en tiempos de corrupción!.
A “el maistro” Narro le molesta lo relacionen con la adquisición multimillonaria (y no muy transparente) de medicinas y otras irregularidades durante su desempeño como secretario de Salud. Y por supuesto el ex funcionario recurre a los medios donde sabe que “su enojo” será utilizado para atacar a AMLO.
LOS ARREPENTIDOS
El asunto es que el régimen morenista está al punto de cumplir cien días y los adversarios le han hecho “lo que el aire a Juárez”. Pa’ decirlo más elegante, “le pelaron los dientes”. Y es que muchos de los adversarios entendieron que es mejor colaborar antes de que la tolerancia oficial rebase los límites y les vaya peor.
Lo observamos en empresarios, gobiernos estatales, congresos locales de apariencia opositora, (algunos de los cuales más que rapidito, procuraron aprobar la Guardia Civil).
De igual forma se alinean organizaciones de tradición contraria a AMLO, como la priista CTM, cuyo líder Carlos Aceves del Olmo, recién participara en un evento con el presidente de México.
O, el SNTE, ahora dirigido por Alfonso Cepeda Salas, que no vacila en colocarse de lado del gobierno respecto de la anulación de la “reforma educativa” y del rescate de la dignidad magisterial.
De igual forma el Consejo Coordinador Empresarial con su nuevo dirigente Carlos Salazar Lomelín, quien prometió “hacer historia” junto al gobierno y al que AMLO tocó tomarle protesta de rigor.
SUCEDE QUE
No falta quien asegure que el llamado “Frente Amplio” será quien salve de la ignominia a MORENA en Tamaulipas. Y es que al FA se han afiliado personajes probados y aprobados en movimientos de resistencia social. Algunos de ellos concibieron, lucharon y lograron la autonomía universitaria como Héctor “el negro” Domínguez, (líder indiscutible de aquel movimiento), Elías Orozco y Antonio Macías Ruiz, entre otros.
Al lado de ellos, se ha formado camaradas acostumbrados a alcanzar las mejores hazañas aun en las peores condiciones. Son guerreros sociales por naturaleza y de ello deja constancia la historia del estado.
Serán lo que salvarán a MORENA digo…y si no, pa’l baile vamos.
Y hasta la próxima.