El ministro de Salud de Túnez, Abderraout Cherif, renunció tras la muerte de 11 recién nacidos debido a un shock séptico por infección en sangre en un hospital estatal de la capital tunecina.
El primer ministro tunecino, Youssef Chahed, ordenó una investigación luego de un recorrido por el hospital materno infantil de Wassila Bourguiba para conocer las circunstancias de la muerte de los bebés y se comprometió a castigar a los responsables.
El Sistema de Salud Público en Túnez se ha visto afectado por problemas administrativos y financieros desde el derrocamiento del presidente Zine El Abidine Ben Ali en 2011, que provocó una transición democrática pero también una severa crisis económica.




