“Que voy a hacer para cambiar todo a mi alrededor, que voy a hacer si nada encuentro a mi favor” cantaba ARMANDO VEGA GIL en el tema Niña de mis ojos, pero se apagó su voz, su creatividad, sus letras, luego de las acusaciones anónimas de una mujer, que por lo que se percibe en sus textos, le guardaba un rencor de años e hizo explosión gracias al binomio de las redes sociales y los movimientos feministas. El MeToo, debe seguir, pero con la responsabilidad social de abonar a la solución de conflictos, no para más fatalidades. Hoy, no es el primer aviso, pero confirmamos que un “click” denota un “pum”. “Siempre es mejor pedir perdón”
Las reacciones al suicidio del músico fundador de Botellita de Jerez, son tan devastadoras que nos representan como una sociedad dividida, en convulsión, apática y con poco interés en componer el rumbo, quizá sea el tiempo para replantearnos, repensarnos como seres sociales y ahora digitales. Si hemos llegado demasiado lejos con la intimidación ¿Cómo no podemos construir mejores espacios para convivir en paz? Sí es fácil aniquilar a una figura pública desde el anonimato ¿Por qué no fortalecer el sistema judicial que garantice un entorno libre de violencia, en cualquiera de sus manifestaciones?
Las versiones en las mismas redes circulan a la velocidad del internet. Desde un feminismo mal entendido se intenta manchar el nombre de un hombre que no fue llevado a juicio, pero si linchado en vida, por otro lado, se estigmatiza al movimiento de denuncias sobre acoso, pero que ha servido para visibilizar un tema que no se abordaba ni en los medios tradicionales.
Las interacciones que se registraron expresaban odio, miedo, preocupación, pero poco respeto por el tema del suicidio y el del acoso, ambas problemáticas presentan muchas aristas que deben analizarse desde una perspectiva profesional, no de bote pronto y al calor de las enardecidas redes. Ya basta de ver, no entender y como quiera compartir. El virus nos está aniquilando.
Para los dueños y directivos de la redes es mejor estar sin marco legal, dejar que se suba y fluya cualquier comentario o imagen que prenda, sin conciencia, lo que sea que aumente la adrenalina del espectador deseoso, cada vez más, de polémica para saciar el morbo. Queda en la ética del usuario subirse o no al tren de cualquier catástrofe viral.
Ahora que la muerte toco de nuevo las pantallas digitales, es necesario auto reglamentarse, moderar el lenguaje cibernético y hacer visibles a los responsables de contenidos tan sensibles como los movimientos feministas de apoyo a mujeres acosadas y violentadas, no, no debemos callarlas, pero tampoco es permisible que lancen gritos con mucho eco y nada de sustento.
Alármala de tos, es otra melodía que hizo famosa el trío que formó VEGA GIL con los botellos, con sus canciones urbanas nos van hacer mucha falta, retrataban la crueldad de la vida misma que se repartía en los periódicos amarillistas, ahora las redes superan cualquier Alarma. “La Lola, su historia lloro, y auxilio al tira imploro, el azul, sonriendo la miro. Que creen que fue lo que paso. ¿Qué pasó? Siguíola, atácola, golpeola, violola y matola con una pistola”.
En Boca Cerrada
Tamaulipas es una de las entidades más afectadas por el cierre de estancias infantiles, cerca del 30 por ciento ya no atenderá por el recorte del presupuesto federal a los cendis acusados de mantener a “niños fantasmas”, CLARA TORRES ex encargada a nivel nacional de este programa ha dicho que no se trata de niños fantasmas, que si bien el padrón refleja corrupción, son listados que buscan engañar al presidente. Son niños borrados del padrón, había un registro de 329 mil niños y ahora se cuentan sólo a 109 mil, de los cuales 50 mil son declarados fantasmas, sin embargo sí existen estos niños con nombre y apellidos, pero no fueron censados, por eso este miércoles solicitarán la aclaración a la presidencia de la república.
@LupitaEscobedoConde