Mante.- En cada salón de clases hay un niño con autismo y otros no han sido diagnosticados, así lo afirman la psicóloga Cindy Rodríguez, directora del Centro de Autismo Mante y Blanca Maldonado, directora de la Unidad de Apoyo, quienes reconocen la falta de apoyo para esos niños y jóvenes.
“Un niño autista es un niño normal como cualquier otro, pero que vive en su mundo”, afirma Jaime Camero, padre de una menor con autismo que reconoce como un caso difícil y para el cual señala, no hay apoyo, ni las instancias educativas, médicas o asistenciales para esos menores que requieren no solo de un especialista, sino de terapeutas, medicamento y atención las 24 horas del día que para una familia con un salario mínimo no alcanza.
“En cada salón de clases hay 1 o 2 niños con algún grado de autismo, nosotros nos imaginamos al niño con grado severo aquel que no habla, que se autolesiona, que es hiperactivo; pero hay muchos niños en El Mante que no han sido diagnosticados y que tienen un grado leve de autismo”. En un censo que se hizo en León, Guanajuato, se nos dijo que hay 1 por cada 150 niños, pero la realidad es que son cifras que ya quedaron atrás y no existe un censo, y la verdad que sí es alarmante, y Tamaulipas ocupa los primeros lugares”, señala la psicóloga.
A pesar de que existen escuelas inclusivas, reconocen que no han sido suficientes para atender el caso, toda vez que, señalan, lo más recomendable es que en cada escuela exista un psicólogo y una maestra de apoyo para atender a esos niños que son especiales, pero que tampoco pueden estar en un centro de atención múltiple porque ahí se retrasan al haber menores con diferentes diagnósticos y enfermedades; lo más recomendable para ellos es que tengan la inclusión y asistir a una escuela incluyente o centro especializado donde exista un neuropediatra, psicólogo, terapeuta y personal capacitado para atenderlos. De los cuales, reconocen, no existe en Tamaulipas.
“No existen las instancias adecuadas, en escuela, falta mucho trabajo y como padre de familia hace falta sensibilizar a la sociedad concientizar qué es el autismo y cómo debe detectarse hasta en centros de salud para su atención”, afirman.
Señalan que hace años, en El Mante se presentó un trabajo por medio del gobierno para instalar un programa especial, pero nunca se concretó y ahora que el gobierno federal está realizando el censo nacional para personas con discapacidad, todavía se desconoce si el autismo entrará en ese tipo de apoyos.
“Porque hay caso leves y otros con autismo muy profundo que de hecho no pueden estar ni en la escuela. Hay que empezar desde orientar a los padres que es el autismo y el síndrome de Asperger, y poder trabajar con ellos”, dijo Cindy Rodríguez.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.