Una historia política del pasado con estrecho vínculo con el presente: en 1995, cuando Enrique Pumarejo Medellín se perfilaba para ser el candidato del PRI a la presidencia municipal de Ciudad Madero, Guadalupe González Galván recibió una propuesta del PRD para ser nominado a la alcaldía.
La propuesta se la plantearon en una pequeña fonda ubicada en la colonia ‘Hipódromo’. La respuesta del abogado y notario público fue directa: ‘Yo soy priista, yo no voy a ser candidato por otro partido’.
Era la elección intermedia del sexenio de Manuel Cavazos Lerma. El error de diciembre y la consecuente crisis económica con el impacto de una devaluación del peso se conjugaban para pronosticar que el Revolucionario Institucional iba a sufrir en las urnas.
Guadalupe González Galván no era bien visto por el mandatario estatal por una razón: el notario público maderense formaba parte del grupo del entonces senador Hugo Andrés Araujo, compadre de Raúl Salinas de Gortari y amigo del alma del ex presidente Carlos Salinas.
Sin embargo, Manuel Cavazos Lerma, hombre del sistema, sabía perfectamente que Enrique Pumarejo era un candidato débil, frágil, con muy pocas posibilidades de obtener el triunfo en las urnas en un municipio que todavía respiraba por la herida provocada años atrás por la detención de su cacique todopoderoso e influyente, Joaquín Hernández Galicia, alias ‘La Quina’.
Mientras el PRI se la jugaba con un representante del cavacismo, el PRD tenía un aspirante cercano a Cuauhtémoc Cárdenas, entonces líder moral del sol azteca y ya dos veces candidato presidencial. Ese personaje era Salvador ‘Chava’ Juárez, cardenista puro.
Esa cercanía con el hijo del general Lázaro Cárdenas era muy incómoda para Manuel Cavazos Lerma, que no quería que una figura de calibre nacional se entrometiera en la vida política del estado. Por tanto, el gobernador tamaulipeco operó para que el partido del sol azteca postulara un candidato con un perfil más manejable ante la alta posibilidad de que ganara la alcaldía de Ciudad Madero.
Ese prospecto tenía nombre y apellidos: Jorge Sosa Pohl, también conocido como ‘El Ruso’ (un ingeniero que estudió en la ex Unión Soviética y que habla ese idioma). Contaba con la experiencia de haber sido regidor de oposición en el trienio del grisáceo Benito Santamaría.
En un proceso interno, Sosa Pohl se alzó con la victoria y con la candidatura del PRD a la presidencia municipal de Madero tras dejar en la lona a ‘Chava’ Juárez, que hizo berrinche por la derrota.
De esa forma, Manuel Cavazos Lerma tenía dos candidatos a la alcaldía maderense: uno, completamente suyo, Enrique Pumarejo, priista; el otro, manipulable por su perfil psicológico que trazaba una ambición reprimida pero que estallaría a la hora de llegar al poder, Jorge Sosa Pohl, perredista. La elección, cuyo resultado ya no era lo más importante, estaba resuelta bajo la lógica del poder.
Faltaba un intercambio: El gobernador, como sucede en la actualidad, no podía perder el Congreso del Estado. La fiscalización de las cuentas públicas no podía (no puede -ni ayer ni hoy-) caer en las manos de la oposición legislativa. Por ello, el mandatario estatal quería ganar la diputación local.
Aunque no era de su equipo, Guadalupe González Galván había dado fe de su militancia priista. Esa respuesta que dio a un emisario perredista en una fonda de la colonia Hipódromo era plenamente conocida por el señor del sombrero y la pirámide esotérica. Así, ‘Lupe’ fue candidato del PRI a la diputación local por el entonces Distrito 2, con cabecera en Ciudad Madero.
La negociación política requería ‘el sacrificio’ del candidato del sol azteca a diputado local: Gustavo Alonso Morales, un perredista que, además, no era de las simpatías de Jorge Sosa Pohl.
Con la mesa puesta y tras un pacto secreto establecido en una habitación del Hotel Posada de Tampico, se promovió lo que desde entonces se denominó como ‘el voto cruzado’: ‘El Ruso’ ganaría la presidencia municipal y González Galván la diputación local.
‘El voto cruzado’ se reflejó puntual en la estadística: Mientras que Enrique Pumarejo perdió la elección con 16 mil 032 votos, su compañero de fórmula, ‘Lupe’, ganó la diputación local con 20 mil 429 sufragios.
Si bien la estrategia de cruzar el voto fue promovida por los distintos protagonistas de la historia, la ‘vox populi’ maderense acreditó ‘el voto cruzado’ a Guadalupe González Galván a partir de que se le descubrió un escrito que entregaba a líderes de colonos y de seccionales de la estructura tricolor para que nomás votaran por él y no por Pumarejo.
Desde entonces, ‘Lupe’ carga con ‘la cruz de la traición’.
HOY PRESENTAN ‘LA MARCA MADERO’
El alcalde de la urbe petrolera Adrián Oseguera Kernion presentará hoy, en punto de las 5 de la tarde en el hotel Brisas del Mar, la ‘Marca Madero’, que tendrá por objetivo la promoción de la Playa de Miramar como destino turístico.
DIPUTADOS VIENEN NOMAS A COMER MARISCOS
Hoy vienen al sur de Tamaulipas los diputados federales que integran la Comisión de Marina. ¿Motivo de la visita? Ninguno en específico.
En realidad solo vienen a comer mariscos y casi en plan turístico recorrer la Aduana y, por supuesto, la playa. ¿Alguna sesión? No, ¿para qué? ¡¡¡Qué diputados tan productivos!!! ¡¡¡Caray!!!
Y PARA CERRAR…
Esto dijo Guadalupe González Galván a la prensa ante la fuga de priistas a Morena rumbo a la elección 2018: ‘No quiero mencionar nombres, pero ya dije que los que tuvieron tantas oportunidades de parte del partido y se van a otro, pos’ sin duda llevan la cruz de la traición… pues que Dios los ayude’.
Esa declaración de ‘Lupe’ está grabada. La pueden consultar en You Tube. Moraleja: Todo lo que diga… puede ser usado en su contra.