* El columnista es autor de las novelas “Erase un periodista” y “Rinconada, la historia prohibida del maestro Ricardo”, y Premio Nacional de Periodismo 2016.
El caso Odebrecht causa escozor entre funcionarios del anterior régimen priista. Y es que pareciera que ahora sí la Fiscalía General lo tomará en cuenta para los efectos correspondientes. Parece, ya veremos si en verdad sucede.
Es decir, para enjuiciar a los responsables de la escandalosa corrupción propiciada por la empresa constructora brasileña, que acumula triste memoria de inmoralidad en diversos países latinoamericanos y autoridades correspondientes. (Menos en México).
Estaréis enterado del reciente suicidio del ex presidente peruano Alan García, quien acusado por las mismas razones, prefirió quitarse la vida antes que ser aprehendido. No soportó la vergüenza.
Alan encabezó el gobierno en dos ocasiones apoyado por organizaciones de Izquierda. De brillante oratoria inclinada hacia los pobres, sin embargo pareciera que cayó en las redes tendidas por la corrupción que no respeta ideología ni escrúpulos personales.
Otros ex presidentes enfrentan cargos relacionados con el tema y algunos permanecen bajo prisión, o la padecieron al ser encontrados culpables.
Además de Alan García otros peruanos lo son:
Pedro Pablo Kuczysnki, quien renunció en el 2018; Alejandro Toledo y Ollanta Humala y su esposa, quienes después de algún tiempo encarcelados, fueron liberados.
De Brasil Lula Da Silva quien a punto de convertirse en presidente de su país, fue encontrado culpable y permanece a la sombra. Por el mismo motivo Dilma Rousseff fue destituida como jefa de gobierno, al igual que su sucesor Michel Temer.
En Colombia se encuentra bajo investigación Juan Manuel Santos, (Premio Nóbel de la paz 2016); en Panamá, Ricardo Martinelli; en Ecuador el ex vicepresidente Jorge Glas fue sentenciado a seis años.
Dentro de las investigaciones realizadas originalmente en Brasil, también se involucra al venezolano Nicolás Maduro, aunque imaginaréis que por ahora al chavista no se le toca ni con la hoja de algún expediente.
Después de la impactante muerte de Alan García, el asunto Odebrecht se torna trágico, al tiempo que muestra el grado de penetración que alcanzó en gobiernos considerados incluso, de tendencia popular como los encabezados por Lula da Silva en Brasil y el señalado suicida Alan García en Perú, país donde dicho sea de paso, también permanece encarcelado el ex presidente Fujimori no por Odebrecht, pero si por corrupción.
CASO MÉXICO
En nuestro país no ha pasado nada al respecto, pero podría pasar, por lo que, funcionarios del anterior régimen deben estar angustiados, (si es que se angustian cuando ya ve que disfrutan hasta ahora, de cristiana impunidad).
Aceptemos que están mortificados, después de que el Poder Judicial de la Federación negó a Emilio Lozoya Austín, (principal inculpado), el amparo mediante el cual solicitaba permaneciera cerrado por tiempo indefinido, el expediente Odebrecht.
Resulta sin embargo que el Décimo Tribunal Colegiado en materia administrativa, determinó que el asunto significa “corrupción a gran escala donde por encima de intereses particulares debe privar el interés público y general”.
Por lo que se sabe, en dicho expediente resulta responsabilidad, entre otros, al ex presidente Peña Nieto, Alberto Elías Beltrán (ex procurador de la república), Arely Gómez (ex titular de la Función Pública y PGR). También a José Antonio González Anaya (ex director de PEMEX).
Y desde luego y en primer término a Emilio Lozoya Austín, al cual le señalan de recibir diez millones de dólares que presuntamente fueron aplicados en la campaña presidencial de EPN, mismos que posteriormente serían ampliamente retribuidos mediante sendos contratos oficiales. Tal cual parece sucedió.
El caso fue conocido e investigado en tiempo y forma, por Santiago Nieto, el entonces Fiscal para la Atención de Delitos Electorales, quien fue el que realmente destapó la cloaca, dándolo a conocer a la opinión pública, se supone, que sin considerar opiniones de funcionarios superiores. (Lease EPN).
Ello motivó que fuese satanizado en base a declaraciones oficiales y personajes y medios de comunicación “a modo”, que acusaron a Nieto de violentar la secrecía investigadora, además de desleal al régimen.
Total que Santiago Nieto fue obligado a renunciar y actualmente se desempeña como Director de la Unidad e Inteligencia Financiera de la secretaría de Hacienda.
Cargo desde el que empieza a hacer estragos entre los grupos empresariales que durante sexenios evadieron impuestos, fueron exoneradas de los mismos, o bien beneficiados con cuantiosas devoluciones.
En conclusión: más temprano que tarde, en México podríamos conocer noticias se alto impacto derivadas de investigaciones relativas al caso Odebrecht. Entre ellas, el posible encarcelamiento de responsables de corrupción.
Digo, si es que en verdad la Fiscalía General de la República es soberana e independiente y no cae en la máxima cristiana del perdón, adoptada por el régimen morenista.
SUCEDE QUE
A pesar de los días “santos”, los candidatos que buscan una beca en el congreso local, insisten en prometer soluciones para las que no están capacitados. ¡Por los clavos de Cristo!, ¿acaso suponen que los electores ignoran el primitivismo político?.
Y hasta la próxima.