Tamaulipas no es el paraíso, pero está muy lejos de ser el infierno le han querido presentar, hay miles, cientos de miles de pruebas de ello, porque cada visitante que disfruto de sus playas, de sus centros históricos, de los pueblos mágicos, ríos y centros religiosos son botones de muestra de que el estado va por la ruta correcta.
Así es mis queridos boes, y no, no se trata de ocultar que tenemos problemas, no intento decir que hemos superado al cien por ciento los problemas de inseguridad, ni mucho menos, pero si considero justo puntualizar los avances que se han tenido los últimos tres años en la entidad.
Y digo que cada visitante es una prueba de que se mejora, porque nadie en su sano juicio va al ‘infierno’, nadie elige una zona de guerra para vacacionar, nadie llevaría a su familia a un sitio donde su vida corre peligro, nadie va a donde no tiene confianza pues.
Ahí es donde los números se vuelven pruebas, donde la estadística mata cualquier opinión visceral dictada desde el fanatismo político o desde las canogías perdidas.
Hablemos sólo de Miramar, en Madero, donde por cierto gobierna Adrian Oseguera Kernion, un alcalde emanado de MORENA.
Para ir la dicha playa, el máximo paseo turístico de Tamaulipas, partiendo desde la zona metropolitana de Monterrey, hay que cruzar más de 500 kilómetros de carreteras, pasad Hidalgo, Barretal, Victoria, Zaragoza.
Bueno pues a Miramar llegaron en Semana Santa poquito más de un millón de turistas, ¿saben de dónde provenía la mayoría?, si de Monterrey y su zona metropolitana.
Exactamente la capital de Nuevo León, donde algunos de sus municipios y medios de conjugación dedicaron horas de campaña negra para asegurar que viajar hacia Tamaulipas era ponerse en riesgo y poner en riesgo a las familias.
Un poco más de números: los comerciantes organizados de Tampico, donde gobierna Jesús Nader del PAN, ayer revelaron que la altísima afluencia de turistas dejó solo en ese lugar casi 500 millones de pesos como derrama económica.
Más botones de muestra, entre 35 mil y 50 mil visitantes a la Playa La Pesca en Soto La Marina, para llegar ahí de Victoria hacen falta casi dos horas, de Monterrey más de cuatro.
Playa Bagdad, en Matamoros, donde para llegar hay que cruzar Reynosa o la ribereña, tuvo según los datos de gobierno municipal de Mario López, también morenista, alrededor de 400 mil visitantes.
Todos esos miles, unos 2 millones o más en todo Tamaulipas desmienten a los enemigos de una entidad que ha dado pasos hacia la pacificación.
Habría entonces que recordar que en el sexenio pasado, cuando gobernaba Egidio Torre Cantú, tomar cualquiera de las carreteras de Tamaulipas después de las cinco de la tarde era una imprudencia; vivíamos en un toque de queda autoimpuesto, ante la indiferencia de la autoridad local.
A tres años de distancia, con el cambio de régimen estatal se recobró el control de las carreteras, se creó la Policía Estatal de Auxilio Carretero, Los Ángeles Azules y con ello volvió la confianza y la circulación de tarde y de noche.
Insisto, ante la evidencia plasmada en fotografías de miles y miles en las playas, de transmisiones en vivo de portales y medios establecidos, de cero incidentes en las carreteras, la campaña negra y las críticas mal intencionadas quedan en eso.
¿De quién es el mérito?, podría decir a lo fácil que del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, pero la realidad es que es mérito de todos los tamaulipecos de bien que lejos de dejarse vencer por la adversidad, se sobrepusieron a ella.
Si cuentan las decisiones del gobernador, pero igual cuenta la entereza de miles de tamaulipecos que mantuvieron sus negocios abiertos, hoteles, restaurantes, gasolineras, tiendas de conveniencia, puestos de comidas callejeros y cuenta también que los propios tamaulipecos dimos la muestra de estos tres años que a pesar de los pesares queríamos estar aquí y salir adelante, viajar en nuestro propio estado.
Repito, Tamaulipas no es el paraíso, pero exagerando un poquito, para que le arda a nuestros detractores, cuando se viene del mismo ‘infierno’ en que vivimos hace tres años, esto sí se puede comparar con el.
Tres años del debate…
Por ciento ya que hablamos de tres años atrás, ayer se cumplieron tres del primer debate entre los entonces candidatos a la gubernatura de Tamaulipas. Debate que por cierto desengaño a los que entonces todavía no se convencían de que el candidato del PRI Baltazar Hinojosa mordería el polvo ante Cabeza de Vaca.
Ver la cargada de Gustavo Cardenas, Baltazar, Abdiies Pineda, Jorge Valadez y el resto contra Cabeza de Vaca daba señales de quien era el candidato a vencer.
Pero ver a Baltazar quedarse callado hasta por 20 segundos en el debate eran más que señales de que el matamorense estaba pedido. En una columna cómo está lo escribí; hoy me da gusto decirles: se los dije. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong